10.8.09

ARTE Y CULTURA EN UN VERANO QUE NO FUE

Crónica de Sergio Martínez

No se sabe si el terrible verano que este año ha tenido Canadá (por lo menos su parte este, ya que en el oeste y en la costa pacífica el problema más bien ha sido la sequedad) es atribuible al fenómeno del tal mentado cambio climático o si es sólo un hecho casual. Lo cierto es que a medida que nos aproximamos a la mitad de agosto, la relación estadística en Montreal ha sido más o menos de dos días de lluvia por cada día de sol. Un fenómeno meteorológico que a su vez ha sembrado el desastre en gran parte de la vida cultural y artística de la metrópolis, literalmente aguando buena parte de los eventos gratuitos tanto del Festival Internacional de Jazz (30 de junio al 12 de julio) como de las Francofolies, el festival de la canción francófona (30 de julio al 9 de agosto). El Festival de Fuegos Artificiales también tuvo días de lluvia, pero como sus presentaciones tienen lugar independientemente de las condiciones climáticas, no es mayormente afectado.
Las lluvias e incluso las bajas temperaturas, tuvieron algunos efectos inusitados como anotó Alain Simard el presidente del Festival Internacional de Jazz en la conferencia de prensa de balance, al indicar que este año habían bajado las ventas de cerveza en ese festival (esas ventas contribuyen a las arcas del evento, en especial al financiamiento de los espectáculos gratuitos). Otro efecto negativo del mal tiempo se hizo notar en la baja del turismo la que a su vez repercutió sobre la industria hotelera y la de la restauración. No es casual que la provincia de Quebec haya sido la que tuvo un mayor porcentaje de los 45 mil empleos que en total Canadá perdió en el mes de julio.

NUEVO AUSPICIADOR PARA FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ
Uno de los problemas que estos eventos de envergadura que son los festivales artísticos y culturales deben enfrentar, es el de su financiamiento el cual proviene de tres fuentes principales: los aportes de los tres niveles de gobierno, federal, provincial y la Municipalidad de Montreal; los ingresos por venta de billetes a los espectáculos pagados; y los aportes que hacen variadas empresas privadas a cambio, claro está, de la evidente visibilidad que tales eventos de alta concurrencia de público les proporciona. En sus orígenes, el Festival Internacional de Jazz tuvo como su principal auspiciador a la firma tabaquera Du Murier, pero cuando hace unos años el gobierno federal puso restricciones a la publicidad de cigarrillos y finalmente prohibió el auspicio por parte de esas firmas a eventos culturales, Simard y su gente tuvo que buscar otro patrocinador mayor, el que encontró en General Motors de Canadá. Como todo el mundo sabe, este auspiciador se halla él mismo en necesidad de tener a alguien que lo saque del hoyo financiero en que está (los gobiernos de EE.UU. y Canadá acudieron en su ayuda) por lo que ciertamente ya no había posibilidad que siguiera luciendo su logo por todo el sitio del festival. En su lugar el banco TD (Toronto-Dominion) ha devenido el nuevo auspiciador principal del Festival Internacional de Jazz de Montreal a partir del próximo año, lo que a su vez le permite situarse como el “banco de los jazzistas” del país, pues ya antes era el patrocinador principal de similares eventos en Halifax, Ottawa, Toronto y Vancouver. El de Montreal sin embargo es el más grande de estos eventos jazzísticos y de algún modo la “joya en la corona” para esa institución bancaria que – como algún periodista acotó durante la rueda de prensa – está tan asociada a Toronto, cuya rivalidad con Montreal es bien conocida (“No hay problema por eso” replicó Simard, descartando cualquier objeción de ese tipo por parte del público montrealés).

Y UNA BUENA INYECCIÓN DE FONDOS PARA LAS FRANCOFOLIES
El festival de la canción francófona Francofolies por su parte celebró su edición número 21 con un gran despliegue de artistas de variados orígenes, pero que tienen en común el hecho de crear o interpretar canciones en la lengua de Molière.
Más pequeño que el Festival Internacional de Jazz, las Francofolies han tenido que lidiar con problemas de déficit que sus organizadores esperan superar cuando el evento se consolide en una nueva fecha a partir del año próximo.
Para el gobierno federal sin embargo, no cabe duda que las Francofolies representan un importante evento como lo hizo notar el Ministro de Patrimonio Canadiense y Lenguas Oficiales, James Moore, al anunciar el día de inauguración de este evento el 30 de julio, una contribución de su gobierno de más de 2 millones y medio de dólares para las Francofolies. El apoyo proviene tanto de ese ministerio federal como del de Industria. Una inyección de fondos que ciertamente asegura el porvenir de este importante evento de la canción francófona que, como Simard destacara, no sólo es para los artistas de la provincia de Quebec pero para francófonos de otros regiones del país, y por cierto, un lugar de encuentro para artistas de Francia, Bélgica, países francófonos de África y el Caribe e incluso de lugares donde no se habla francés como lo demostró la artista brasileña Mónica Freire.


La brasileña Mónica Freire en las Francofolies


PARA 2010 FRANCOFOLIES IRÁ EN NUEVA FECHA
Otro motivo de satisfacción para Simard y el Equipo Spectra, productor de las Francofolies, fue la confirmación de una nueva posición en el calendario veraniego para el próximo año, en lugar de los primeros días de agosto, la nueva fecha para este evento será entre el 9 y el 19 de junio de 2010. El cambio de fecha permite varias cosas, por una parte la maximización de las nuevas instalaciones del Barrio de los Espectáculos, por otra, una mayor disponibilidad de artistas franceses (agosto en cambio es tradicionalmente la temporada de vacaciones europea) y – muy importante – la experiencia ya recogida en las dos ocasiones en que las Francofolies se hicieron en junio, que durante ese tiempo hay una mayor cantidad de asistencia, lo que permite reducir el déficit que este evento arrastra (al revés del Festival Internacional de Jazz, las Francofolies históricamente han arrojado un déficit, el cual siempre se ha reducido en los años en que se celebra en junio).
El cambio de fecha ha contado con el apoyo de la Municipalidad de Montreal y de la Oficina de Turismo local. Simard señaló en todo caso que no pensaba que la fecha escogida interfiriera con la celebración de San Juan Bautista, fiesta nacional de los quebequenses francófonos (24 de junio).



Imágenes de la presentación argentina en la Competencia de Fuegos Artificiales de Montreal el pasado 18 de julio, a cargo de la firma Júpiter bajo la dirección de Gastón Gallo. Los argentinos hicieron una muy buena demostración pirotécnica con una bien sincronizada banda sonora que contuvo principalmente temas tradicionales de ese país.










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