4.9.10

LAS MEJORES PELÍCULAS DEL FESTIVAL

Nuestro comentarista Jorge Gutman ha considerado los siguientes como los mejores títulos presentados en esta edición del Festival de Filmes del Mundo.


Confirmando las expectativas ofrecidas con “El Crimen del Padre Amaro” (2005) y “Backyard” (2008), el director Carlos Carrera ofrece con DE LA INFANCIA (México) un documento social de gran repercusión. A través del seno de una familia que desde el interior de México llega a vivir a la gran ciudad, el guión de Carrera, Silvamia Pasternac y Fernando León, transmite la vívida realidad que experimenta una humilde familia fragmentada en uno de los barrios más pobres de México. A través de la visión de los niños, en especial Francesco (Benny Emmanuel), contemplamos la figura despótica del padre (excelente Damián Alcázar) que abusa físicamente de su familia a pesar de que en apariencia demuestra las características de un progenitor y marido afectuoso. Con una dirección escénica notable, Carrera expone a través de un desarrollo dramático de gran convicción, toda la miseria de la pobreza con la explosión de una violencia final que causa horror y escalofrío. Las magníficas interpretaciones de su homogéneo elenco contribuyen a brindar convicción sobre los males que aquejan a la familia descripta, configurando un film sobresaliente, que aunque deprimente expone una triste realidad que impera hoy día en ciertos sectores sociales de América Latina.

El dramático tema de los desaparecidos es nuevamente expuesto en THE DAY I WAS NOT BORN (Alemania) pero esta vez a través de la mirada de un director europeo. El alemán Florian Cossen ofrece un sorprendente trabajo en su primer film como realizador en un relato que le pertenece junto a Elena von Saucken. La trama se centra en María (Jessica Schwartz) una mujer alemana de 36 años que debiendo viajar desde su país de origen a Santiago de Chile se ve forzada a permanecer en Buenos Aires por haber perdido su vuelo de conexión y posteriormente su pasaporte. Por imperio de circunstancias fortuitas llega a imponerse de que sus padres biológicos no fueron quienes la criaron sino dos más en la gran lista de las víctimas “desaparecidas” durante la dictadura militar (1976-1983). A diferencia del film “La Historia Oficial” (1985), el guión explora el conflicto moral que se le presenta a María al comprender los profundos sentimientos de pena que sufren sus verdaderos parientes que llega a encontrar por primera vez y al propio tiempo no poder denunciar a su padre adoptivo que fue responsable de haberla secuestrado de sus familiares en la época en que sus padres habían desaparecido. Sin sentimentalismo alguno pero con profunda emoción, el film refleja las devastadoras consecuencias de la cruel dictadura. Sin duda, uno de los grandes títulos de este festival.

También es muy meritorio el magnífico trabajo del novel director Hans Van Nuffel en OXIGEN (Bélgica-Holanda). Tomando como referencia su propia experiencia, el realizador que sufre moderadamente de osteítis fibrosa –también conocida como osteítis fibrosa quística-, una enfermedad genética que destruye lentamente los pulmones y cuya expectativa de vida generalmente no excede de los 30 años de quien lo padece, decidió transmitirla en una historia de ficción. Aquí, los personajes afectados se encuentran en un estado mucho más grave y lo remarcable del film es el tono realista que el realizador impuso a la trama transmitiendo meticulosamente el tratamiento médico recibido por parte de sus enfermos. De ningún modo el film cae en lo patético o en la nota melodramática o artificiosamente sentimental; por el contrario, Van Nuffel vuelca en sus personajes su propia vivencia aguardando la posibilidad de un trasplante de pulmón para prolongar la existencia por unos años más. Este caso clínico, sin duda inquietante, da como resultado un film muy elogiable que constituye un tributo al espíritu humano de no cejar en la lucha por vivir mientras se tiene un hálito de esperanza. Ojalá que Van Nuffel logre superar su dolencia por muchos años más para seguir deparando otros proyectos de gran calidad como en este film. Excelente interpretación de Stef Aerts que queda grabada en la memoria del espectador.

Otro logro es LIMBO (Noruega-Suecia-Dinamarca-Trinidad y Tobago) que retrata la vida de los expatriados que por razones de trabajo deben asentarse en forma temporal en diferentes lugares del mundo sin la existencia de un hogar fijo y la imposibilidad de cimentar relaciones sociales duraderas. A través de la historia de dos matrimonios escandinavos en donde los maridos se desempeñan trabajando como consultores por un cierto tiempo en la isla de Trinidad, la directora María Sedahl ilustra muy bien la intimidad matrimonial de ambas parejas al describir el peso que las esposas deben acarrear para acompañar a sus cónyuges en el cumplimiento de sus funciones profesionales. Muy buenas interpretaciones de Line Verndal, Henrik Rafaelsen, Lena Endre y Bryan Brown.
Lena Endre en LIMBO

Dos personas que ven sus vidas trastocadas como consecuencia de un tremendo error judicial, es lo que Banmei Takahashi relata en BOX – THE HAKAMADA CASE (Japón). El film se basa en los sucesos reales ocurridos el 30 de junio de 1966 en la ciudad de Shimizi, donde la familia de un director de una compañía resultó aniquilada en su hogar y posteriormente el asesino incendió la casa para no dejar rastros de su crimen. La policía arrestó como principal sospechoso a Iwao Hakamada, (Hirofumi Arai) un empleado de la empresa que anteriormente había sido boxeador. Presionado brutalmente por la policía y al no poder seguir resistiendo las horrendas torturas físicas recibidas, el acusado termina confesando un acto no cometido; de allí que en el juicio se declara inocente señalando que la policía obtuvo su confesión de manera forzada. Norimicho Kumamoto (Masato Hagiwara), que participó como uno de los miembros del Jurado, llegó a la convicción de que no había evidencias suficientes que probaran la culpabilidad del acusado; sin embargo, su voto en disidencia no impidió que sus dos otros colegas consideraran al reo culpable y sentenciándolo con la pena de muerte.
El director presenta dos temas en un mismo relato. Por una parte, el suplicio de quien clama inocencia y no quiere morir; por el otro lado, la desintegración emocional de un juez que lleva sobre su conciencia el peso de haber participado en un juicio que condenó a muerte al sospechoso. El film constituye un claro cuestionamiento sobre el funcionamiento del sistema judicial de Japón y este caso todavía no resuelto -con Hakamada viviendo en prisión durante los últimos de 34 años y con la muerte pisándole los talones- es expuesto a través del sobrio relato de Takahashi y la muy buena actuación de sus dos protagonistas. El mensaje del film es claro al demostrar la dificultad de un hombre de tener que juzgar cuando la vida humana está en juego y queda un margen de duda razonable sobre la culpabilidad del juzgado. Fue uno de los filmes más aplaudidos por el público.

LITTLE ROSE (Polonia) que trae recuerdos del magnífico film alemán “The Lives of Others” (2006) está inspirado en hechos que tuvieron lugar en Polonia en la década de los años 60. En la ficción, una atractiva joven (Magdalena Boczarska) trabajando como secretaria en la oficina del decano de la universidad y enamorada de un rudo coronel de los servicios de seguridad del estado (Robert Wieckiewicz) es inducida a seducir a un prestigioso profesor universitario (Andrzej Seweryn) quien es considerado como un disidente intelectual y potencial enemigo del régimen comunista. La infiltración de agentes de gobierno en la vida privada de sus ciudadanos adquiere ribetes trágicos cuando la evolución de los acontecimientos alcanza el punto de no retorno. La dirección de Jan Kidawa-Blonski es excelente y está sostenido por un guión que no tiene desperdicio alguno; a ello cabe agregar la muy buena interpretación del elenco y el empleo de un material de archivo de época que brinda autenticidad al relato

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