18.11.11

CINE EN LA PLAZA

Comentarios de Sergio Martínez

J. EDGAR. Director: Clint Eastwood (2011)
John Edgar Hoover, uno de los personajes más siniestros de la historia de Estados Unidos, director por casi 40 años del FBI (Federal Bureau of Investigations), ha sido el objeto de esta interesante película biográfica realizada por Clint Eastwood. La estructura del film alterna entre los comienzos de la carrera de Hoover (encarnado por Leonardo DiCaprio) hasta su período final a cargo del FBI. DiCaprio ciertamente hace una muy buena caracterización de su personaje, aunque gran mérito en ello corresponde también a quienes hicieron el maquillaje del actor para trasladar a la pantalla una imagen creíble del personaje en sus últimos años.
El film transporta al espectador por las vicisitudes personales y profesionales de un individuo que ciertamente no despierta mayor simpatía, un hombre ambicioso aunque a la vez capaz de disfrazar esa ambición de poder con lo que se muestra como un real convencimiento de que su accionar es siempre motivado por un profundo sentimiento patriótico. Su lucha contra comunistas y otros izquierdistas por ejemplo está abundantemente alimentada por esa mezcla de odio con esa otra ilusión patriótica.
Al final sin embargo, Eastwood nos entrega de manera creciente la imagen de una Hoover más interesado en preservar su puesto—para lo cual no vacilará en chantajear a presidentes—y hacer valer su poder aun cuando ya la vía libre que una vez tuvo aparece obstaculizada hacia los años 60 por diversos pronunciamientos judiciales que cuestionan sus procedimientos.
Este film proporciona un ajustado retrato del siniestro jefe policial, incluyendo aquellos aspectos de su vida personal que a su vez contribuyen a formarse un perfil psicológico de él: su enfermizo apego a la madre, Annie (Judi Dench), su desconfianza y consiguiente soledad, aunque la faceta más controvertida de Hoover, su homosexualidad nunca admitida, aunque claramente insinuada en su relación con el agente Clyde Tolson (Armie Hammer) no es explorada más a fondo. Eso pese a que Hoover hizo del chantaje a homosexuales una de sus herramientas favoritas para perseguir a presuntos izquierdistas u otros potenciales enemigos en la administración pública de Estados Unidos.
Aparte de Tolson, la única otra persona que goza de la confianza de Hoover es su secretaria Helen Gandy (Naomi Watts) y esa relación es presentada de modo detallado en el film.
En suma, se trata de un film que aporta una visión histórica de interés sobre este personaje, aunque insuficiente en la cobertura de algunos de los aspectos más controvertidos de su vida, como su homosexualidad latente. Para el público norteamericano J. Edgar tiene posiblemente un mérito adicional: el enterarse que Estados Unidos ha tenido su propia “policía secreta”, que ella se ha visto envuelta en una serie de maniobras sucias y que en este sentido, Hoover fue un buen equivalente de Laurenti Beria en la URSS, comparación que puede acentuarse en los comienzos de la Guerra Fría.

HAPPY FEET TWO. Director: George Miller (2011)
Un film de animación computarizada en 3D que ciertamente ha de gustar a los niños de edad más menuda, especialmente menores de 9 años, aunque algunas escenas pueden crear alguna reacción de susto también.
Happy Feet Two, sigue la historia de una comunidad de pingüinos que debe enfrentar una inesperada catástrofe natural, el derrumbe de hielos que les cierra el paso al mar y por tanto los deja sin poder alimentarse.
La historia se condimenta un poco con la aparición de un pingüino volador y su lugarteniente que harán al pequeño Eric, el pequeño pingüino en quien se centra la historia, descubrir sus propias capacidades. Eric, en compañía de su padre y en los encuentros que tiene con otros animales, irá comprendiendo también valores como la amistad, la lealtad y la gratitud.
Como historia paralela transcurre también la de dos krils (minúsculos camarones) embarcados en la búsqueda de un modo de vida fuera del enjambre en que nacieron y siempre vivieron. Sus peripecias aportan una nota humorística y de acción, en contraste con el ritmo más pausado y reflexivo de la historia principal.
Como ya se ha hecho costumbre en los recientes filmes de animación, algunos actores famosos como Robin Williams y Elija Wood prestan sus voces a algunos de los personajes (en su versión inglesa, la versión doblada al francés tiene sus propios intérpretes).

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