CINE EN LA PLAZA
Comentarios de Jorge Gutman
SICKO. Estados Unidos, 2007. Un film de Michael Moore
A MIGHTY HEART. Estados Unidos, 2007. Un film de Michael Winterbottom
CHACUN SON CINEMA. Francia, 2007. Un film dirigido por 35 directores internacionales
OCEAN’S THIRTEEN. Estados Unidos, 2007. Un film de Steven Soderbergh
VITUS. Suiza, 2006. Un film de Fredi M. Murer
KNOCKED UP. Estados Unidos, 2007. Un film de Judd Apatow
ONCE. Irlanda, 2007. Un film escrito y dirigido por John Carney
MR. BROOKS. Estados Unidos, 2007. Un film de Bruce Evans
DVDs
BREACH (Universal)
EL CENTENARIO DE KATHARINE HEPBURN (Warner Home Video)
THE ITALIAN. (Sony Pictures)
CAN-CAN (Fox Film)
Calificación de La Plaza:
PPPP Excelente, a no perdérsela por motivo alguno
PPP Buena, a verse
PP Aceptable, con algunos méritos
P Mediocre
Ò Mala, a evitar, no vale le pena ni el tiempo ni el dinero
SICKO. Estados Unidos, 2007. Un film de Michael Moore
Después de haber incursionado en el mercado de las armas con “Bowling for Columbine” y lanzado sus máximas críticas al gobierno del Presidente George W. Bush en “Fahrenheit 9/11” (Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2004), el polémico documentalista Michael Moore decide abordar con Sicko el sistema de salud de los Estados Unidos, ya no considerando exclusivamente a los 45 millones de personas que no están protegidas porque no pueden afrontar los costos del seguro, sino al resto de la población que experimenta el sufrimiento de un sistema que, según lo expuesto en este documental, les está defraudando.
La película que constituye una dramática incriminación a la deshumanización del sistema, recurre a documentación de archivos, fotografías, clips, y fundamentalmente entrevistas personales, para tratar de probar lo que Moore desea destacar. Es posible que en algunos casos, el cineasta se muestre oportunista o exagerado con los casos que expone pero eso no excluye el hecho de que mucho de lo que señala y acusa está bien fundamentado y de ningún modo podría argüirse que lo ilustrado ha sido orquestado con el propósito de manipular a su audiencia; hoy día, el público es lo suficientemente inteligente como para distinguir cuánto debe aceptar o tomar como beneficio de inventario de lo que Moore le brinda. De todos modos, hay algo que resulta indiscutible: el sistema de salud americano está gravemente enfermo (SICK) y prácticamente enloquecido (SICK+O). Entre el material presenciado resulta escalofriante escuchar las declaraciones de un matrimonio de edad madura que cayó en bancarrota y se vio obligado a vender su casa para afrontar los costos de salud; no menos impactante resulta constatar la situación de jóvenes a quienes se les niega la posibilidad de cobertura médica aduciendo razones ridículas, y más surrealista es la situación de gente que con buena fe y creyendo que su salud está bien protegida, a la hora de la verdad constata que las compañías de seguros rechazan los reclamos argumentando razones técnicas.
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En tal sentido estas compañías consideran que un reclamo aceptado constituye una pérdida para las mismas y es por eso que aleccionan a su personal para que desentierren “condiciones preexistentes” de enfermedad de los pacientes a fin de justificar la negación del mismo. Entre los hechos más audaces figura el testimonio de una ex directora médica de la compañía Humana que confesó que para que su carrera avanzara ella tenía que ahorrar gastos a su empresa y que por lo tanto estaba obligada a implementar los sucios métodos de la firma.
Con alusión al panorama político, Moore se refiere al modo en que el Presidente Nixon abrió las puertas a la medicina privada y cómo la poderosa industria vinculada con la salud invirtió más de 100 millones de dólares para defenestrar el sistema de salud propuesto por el Presidente Clinton durante su mandato.
El astuto realizador quiere comparar el sistema de salud de su país con el de otros rincones del mundo y para ello realiza una serie de viajes que lo llevan a Canadá, Francia e Inglaterra. No puedo juzgar si la realidad imperante en Francia e Inglaterra es exactamente igual a lo expuesto pero en cambio puedo afirmar que Moore presenta una visión bastante rosada sobre la realidad canadiense. Sin embargo, y a pesar de que admite –fuera del film- que en Canadá no es oro todo lo que reluce, él señala que por lo menos aquí existe una medicina universal que requiere de más financiamiento para funcionar mejor, mientras que en Estados Unidos no existe el concepto de universalidad.
Las situaciones de mayor impacto quedan reservadas hacia el final. Moore se refiere a los voluntarios trabajadores del 11 de septiembre de 2001 que arriesgaron su vida para salvar al prójimo. Estos abnegados individuos de la Zona Cero, quienes fueron reconocidos como héroes en su oportunidad, hoy día –habiendo sido afectados por los gases tóxicos de la operación de rescate- no pueden recibir tratamiento médico gratuito. Con el propósito de solucionar el problema, Moore alquila en Miami una embarcación para llevarlos al Hospital Naval de Guantánamo que –según parece- es el único lugar de Estados Unidos donde la medicina es realmente gratuita y al servicio de todos los prisioneros políticos allí alojados que la necesiten. Cuando las autoridades del lugar impiden al grupo ingresar, la embarcación se desvía hacia a Cuba donde en un hospital de La Habana todos los enfermos terminan recibiendo el tratamiento necesario sin costo alguno. Moore se pregunta cómo es posible que eso sea factible en Cuba y no lo sea en su país.
Más allá de las discusiones que el film genere, cabe señalar que este inteligente documentalista aparece más tranquilo y menos apasionado que en sus otros filmes. Sin embargo lo que siempre conserva es su espíritu provocador, el humor cáustico que invade a todo el metraje y la seriedad de su mensaje humanitario; después de todo, se trata de una válida denuncia contra las codiciosas corporaciones médicas y farmacéuticas y las poderosas compañías aseguradoras de su país que actúan inmoralmente atentando contra el derecho que sus conciudadanos tienen en proteger su salud mediante una legítima cobertura médica.
El film está excelentemente editado, mérito de Dan Swietlik, Geoffrey Richman y Chris Seward; no menos importante es destacar los buenos efectos visuales compuestos en forma digital por Andy Mastrocinque.
Jorge Gutman (J.G)
PPP
A MIGHTY HEART. Estados Unidos, 2007. Un film de Michael Winterbottom
Michael Winterbotton, un director cuya filmografía está nutrida por un considerable número de filmes políticos de ficción con estilo documental, retorna con A Mighty Heart ofreciendo un sólido drama basado en la odisea sufrida por Danny Pearl (Dan Futtterman) en Pakistán. Este periodista americano del Wall Street Journal había llegado a Pakistán a principios de 2002 acompañado por su esposa embarazada Mariane (Angelina Jolie), después de que ambos cubrieron el bombardeo de los Estados Unidos en Afganistán como consecuencia de los episodios de Septiembre de 2001. En esta oportunidad, el propósito de Danny era investigar y producir un informe sobre el terrorista Richard Reid. El film dramatiza con máxima contención y sobriedad su secuestro y ejecución posterior y aunque no llegue a tener el máximo impacto emocional deseado, es lo suficientemente inteligente para conformar las exigencias de un público selectivo interesado en el tema.
Winterbottom hace buen uso del guión de John Orloff -en base al libro escrito por Mariane Pearl- para recapitular los eventos del 23 de enero de 2002 y los hechos que sobrevendrían en las semanas subsiguientes. Ese día, Daniel deja a su esposa para encontrarse con un hombre que debía proporcionarle información confidencial sobre Reid. Las pistas sobre su paradero finalizan cuando el taxi que lo conduce lo deja en un restaurante del camino; a partir de ese momento Mariane no tiene más contacto con su marido.
De allí en más, el libreto se concentra principalmente en las personas que tratan de ayudar a Mariane para brindarle el confort necesario frente a la dramática situación, y al propio tiempo ilustra los esfuerzos realizados para determinar la identidad de los captores y procurar la liberación del periodista. Entre dichas personas figuran Asra Nomani (Archie Panjabi) quien es colega y una amiga de larga data de Danny, un diplomático estadounidense experto en seguridad (Will Patton), un representante del Wall Street Journal (Denis O’Hare) y un agente de seguridad local experto en actividades antiterroristas (muy buena composición de Irrfan Khan) que se empeña por liberar a Danny y no permitir que el lamentable episodio perjudique internacionalmente la imagen de su país.
A medida que transcurre el relato y hasta el momento en que se conoce la suerte corrida por Danny poco se sabe de él. Solo después de cinco semanas de enervante suspenso, acompañado de un verdadero frenesí por parte de los medios de comunicación, los malhechores quedan identificados y entre ellos figura Omar Saeed Sheikh (Alyy Khan), un militante islámico preparado para secuestrar extranjeros y quien fue el que tendió la trampa a Danny al señalarle que le habría de suministrar la información que buscaba.
En última instancia el film más se centra en Mariane, exponiendo la entereza de una mujer que trata de disimular la angustia ante la incertidumbre del paradero de su marido, exponiendo una integridad y fortaleza a toda prueba.
Adoptando un particular y dificultoso acento que denota haber vivido y educada en Francia, Jolie ofrece una magistral interpretación. Me atrevería a afirmar que es la mejor de su carrera y/o sólo comparable a la de “Interrupted Girl”. Resulta sorprendentemente positivo observar su presencia sin el glamour que la caracteriza y que la convierte en una de las estrellas de cine más populares de los Estados Unidos. Sin ningún tipo de histrionismo pero con notable autenticidad, Jolie anima a la devota esposa de Danny. Cuando el 21 de febrero de 2002 se entera de su asesinato, se encierra en su pieza y con un estremecedor grito de rabia y desesperación vuelca su máximo dolor, proporcionando de este modo la escena más emotiva del film. Un detalle adicional sobre la excelente caracterización de Jolie queda reflejado cuando al ser entrevistada en un programa de televisión, admite que su marido fue uno de los tantos hombres que fueron raptados, torturados y asesinados y que por lo tanto también merecen la atención y conmiseración del público; esa escena describe claramente la dignidad y humanidad de su personaje.
En los renglones técnicos, la fotografía de Marcel Zyskind es otro de los méritos del film al haber captado con precisión las imágenes de una ciudad superpoblada, revuelta y en plena ebullición como lo es Pakistán.
J.G.
PPP½
CHACUN SON CINEMA. Francia, 2007. Un film dirigido por 35 directores internacionales
Como ya lo mencionara en la edición del 1 de junio, uno de los acontecimientos del festival de Cannes fue la presentación del film Chacun Son Cinema, algo que en español podría traducirse “A cada uno su estilo de cine”. Su productor Gilles Jacob, quien es también el presidente del festival, solicitó a un grupo de 35 realizadores de prestigio mundial y provenientes de 25 países, que creasen en sólo 3 minutos alguna historia que estuviese vinculada con el cine, y/o más específicamente con la sala donde se proyecta un film. Cada uno de ellos cumplió su cometido, entregando sus cortos –rodados con cámara digital- a Jacob quien fue el encargado de montarlos, sin que ninguno de los directores estuviesen informados sobre el lugar que ocuparían en la edición final.
Al hacer una evaluación de este trabajo colectivo es necesario tener en consideración que un corto metraje es siempre más difícil de concebir que un film de largo metraje por la restricción del tiempo, y en este caso el desafío fue mayor por cuanto nadie podía excederse de los tres minutos reglamentarios. Como suele suceder con los filmes colectivos, y este caso no es la excepción, hay unos trabajos que merecen distinción, otros que guardan un nivel de corrección y unos pocos que indudablemente tropezaron en el intento. Los géneros empleados por los directores son variados y así lo risueño alterna con la nostalgia, el drama, la política, la sátira, y el género musical. Lo que casi todos ellos tienen en común es lo que significa estar viendo una película en la oscuridad de la sala.
Me referiré a los cortos que más me han impresionado y en tal sentido el de Walter Salles (“A 8.944 Km. de Cannes”) es el mejor. A través de un animado y vertiginoso número musical interpretado por dos paisanos frente a un cine rural de Pernambuco ubicado -nordeste de Brasil- que presenta “Los 400 Golpes” de Truffaut, Salles rinde en forma jocosa un excelente tributo al Festival, a la ciudad que lo aloja, a algunos de los filmes que ganaron la Palma de Oro e incluso a Gilles Jacob; he aquí, el ingenio expuesto en su máxima expresión.
Los hermanos Coen también se lucieron con un corto (“Cine Mundial”) muy gracioso donde un vaquero americano parado frente a un cine arte que presenta dos títulos artísticos importantes, sin saber cuál elegir.
También humorístico e imaginativo es lo que Manoel de Oliveira (“Encuentro Único”) concibió sobre un hipotético encuentro de Nikita Khrushchev con el Papa Juan XXIII donde a pesar de la divergencia ideológica que los separa, descubren que tienen algo en común.
Conmovedor es lo que Alejandro González Iñárritu (“Anna”) imaginó con la historia de una joven ciega que se emociona viendo “El Desprecio” de Jean Luc Godard.
Drama y nostalgia se funden en el episodio de Theo Angelopoulos (“Tres Minutos”) donde el renombrado director griego rinde homenaje a Marcelo Mastroianni en una reunión de la gran actriz Jeanne Moreau con el inolvidable actor italiano con Jeanne Moreau.
Claude Lelouch ofrece la nota tierna y emotiva con su corto (“Cine de Boulevard”) dedicado a sus padres, desde el día en que se conocieron al presenciar juntos una película musical de Ginger Rogers y Fred Astaire, ilustrando después cómo el cine gravitó en el período de embarazo de su madre, la pasión que desde niño Lelouch sintió por el cine hasta el momento en que su película triunfa en Hollywood donde “Un hombre y una mujer” obtiene dos Oscares: al mejor film extranjero y al mejor guión en 1967.
Román Polansky (“Cine Erótico”) apela a un humor bien absurdo pero efectivo al imaginar a un matrimonio de edad media que no puede presenciar tranquilamente el film erótico que están viendo en la sala debido a los gemidos de un espectador.
Muy tierno es también el segmento de Zhang Yimou (“Noche de Cine”) donde en una zona rural de China los niños del lugar se reúnen para asistir a una función cinematográfica.
Lars von Trier (“Ocupaciones”) logra también destacarse apelando a un humor negro y sangriento en un relato donde un espectador decide acabar con el que está sentado a su lado después de que éste no lo deja ver con tranquilidad la película que se está proyectando.
Finalmente incluyo en mi lista de cortos preferidos al de Ken Loach (“Final Feliz”). En el mismo, un padre y un hijo se encuentran en la fila de espera de un complejo de cines para comprar las entradas sin saber por cuál película decidirse; al no haber ninguna que les satisfaga, optan por ir a presenciar un partido de fútbol. Sin duda, Loach lanza sutilmente sus dardos al cine comercial donde no hay nada atractivo para contemplar.
Chacun son Cinema está dedicado al gran director italiano Federico Felllini.
J.G.
PPP
OCEAN’S THIRTEEN. Estados Unidos, 2007. Un film de Steven Soderbergh
Este film no necesita de comentario crítico. Quienes han visto los dos primeros segmentos de esta serie ya saben a qué atenerse. Más allá de que la historia sea sólida o floja, aquí lo que interesa es el nombre de sus intérpretes y no cabe duda que George Clooney, Bradd Pitt y Matt Damon se encuentran en la cima de la popularidad, atrayendo por lo tanto a un público que desea verlos más a ellos que a los personajes que interpretan. Steven Soderbergh por su parte trata de alternar su cine de de autor con productos comerciales aplicando en este caso una fórmula ganadora que incluye los mismos ingredientes pero aderezados diferentemente. ¿Es este capítulo superior, igual o inferior a sus predecesores? Difícil responder a la pregunta porque todo depende del modo en que cada persona saboreó las historias anteriores, pero en todo caso no es arriesgado afirmar que el brillo, espectacularidad, colorido y toda la gama de aspectos visuales que Soderbergh imprime a la película satisfarán a quienes busquen sano entretenimiento.
En este capítulo escrito por Brian Koppelman y David Levien, Danny Ocean (George Clooney) y su lugarteniente Rusty Ryan (Brad Pitt) convocan a los muchachos de la banda para planear una venganza e implementarla en el momento oportuno. El malvado de turno es Willy Bank (Al Pacino), un megalómano dueño de una importante cadena de hoteles, quien ha defraudado inescrupulosamente a Ruben Tishkoff (Elliott Gould) al dejarlo fuera de la sociedad que juntos habían formado para un monumental casino de Las Vegas. Como consecuencia del disgusto, Tishkoff sufre un infarto cardíaco que casi lo lleva a la tumba y es por esa razón que la pandilla acude en defensa de su querido mentor; para ello el grupo concibe un plan astuto que tiene como propósito demoler a Bank y reintegrar a Tishkoff el monto por el cual ha sido estafado, más una buena parte del producido que arrojará la operación que se habrá de realizar. A partir de allí el relato se ocupa de describir minuciosamente la acción desarrollada por cada uno de los miembros de la banda para llegar a sabotear la inauguración del casino y humillar a su dueño haciendo que su inmensa fortuna quede dilapidada en manos de los apostadores de juegos.
El nutrido elenco incluye a los muchachos de siempre como es el caso de Don Cheadle, Carl Reiner, Casey Affleck y el viejo adversario Andy García que ahora se convierte en aliado del grupo por razones de conveniencia personal. Aquí ya no están Julia Roberts ni tampoco Catherine Zeta.Jones, dejando el espacio femenino a Ellen Barkin; animando a la secretaria de Pacino, ella dista de tener la sofisticada prestancia y la atracción que caracterizaron a las dos populares actrices.
¿Algunas objeciones? Hay que admitir que el relato se torna lánguido en ciertas ocasiones con algunas repeticiones que pudieron ser evitadas; sin embargo, la excelente edición y las imágenes captadas por Soderbergh así como los diseños de producción de Philip Messina contribuyen a disimular esos inconvenientes.
Para resumir se puede señalar que dentro de los cánones previsibles la película constituye un agradable divertimento para los espectadores, como lo es también para su realizador y el conjunto de entusiastas actores que se las pasan jugando y disfrutando con cada una de las situaciones en que intervienen y que incluyen algunas referencias a sus vidas privadas; sin duda, eso lo contagian a su público que –como antes dije- poco le importa si la historia es o no plausible.
J.G.
PP½
VITUS. Suiza, 2006. Un film de Fredi M. Murer
El título más adecuado para este film sería “Retrato de infancia de un niño prodigio” ya que es ése el propósito del humano relato que el director Fredi M. Murer ofrece con Vitus.
Por lo general, cuando los padres comprueban que sus hijos tienen una inteligencia superior o son superdotados, sienten una necesidad compulsiva de dirigir y administrar sus vidas. Es natural que todo padre desee cultivar el talento de sus vástagos, pero es poco saludable si en ese accionar se les priva del espacio de libertad necesario para que puedan gozar de la infancia, un período esencial que deja marcas indelebles en el futuro crecimiento y madurez de una persona. Este film aborda el tema en un relato de dimensión universal a través de Vitus, un niño que a la temprana edad de 6 años ya demuestra condiciones de ser un virtuoso del piano, con un sentido de la audición muy sensible, predispuesto a la lectura de enciclopedias y, naturalmente, con un IQ muy superior a los chicos de su edad. Eso lo convierte en el tesoro mimado de sus padres quienes sienten la necesidad de explotar sus condiciones excepcionales para anticiparle un brillante futuro; lástima que olviden que es aún un niño y que su desarrollo mental superior no implica que necesariamente posea el mismo nivel de madurez emocional.
Eso contribuye para que Vitus sea aprensivo con sus padres al sentirse poco confortable por el trato recibido en su condición de genio; de allí que dentro de su entorno familiar busque el refugio que su abuelo le brinda en su taller; este hombre actúa como contrapeso de los deseos paternales y es por eso que la afinidad que existe entre ambos hace que Vitus le preste atención a sus consejos y que comience a fantasear con la idea de ser aviador.
El film no aspira al drama sino a una amable pintura de caracteres que capta la simpatía de la gente adulta y de los menores espectadores en edad de comprender el problema que aflige a Vitus. Otra de las personas con quien el chico se siente feliz es su joven guardiana, de quien llega a “enamorarse”. Cuando en la segunda parte del film el niño ya tiene 12 años, se lo ve convertido en un renombrado concertista de piano. Para no seguir siendo diferente a los demás acude a un singular artificio donde debido a una caída finge quedar inconsciente y haber perdido la condición de genio.
El film cuenta con un reparto de actores que contribuye a resaltar la simpatía y el placer que surge del relato. Fabrizio Borsani de seis años de edad anima al personaje central con total naturalidad; Teo Gheorghiu es el Vitus casi adolescente y se podría afirmar que se interpreta así mismo por cuanto él también es en la vida real un eximio pianista; Julika Jenkins demuestra sobriedad como la madre sobre protectora, mientras que Urs Jucker no desentona como el padre inventor con prácticos diseños para el futuro de su hijo. Bruno Ganz, uno de los mejores actores europeos, no requiere mucho esfuerzo para transmitir con soltura la imagen cálida y tierna del excéntrico abuelo que mantiene una buena química con su nieto.
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Afortunadamente este film jamás se convierte en condescendiente ni tampoco ofrece sensiblerías o impactos dramáticos que conmocionen. Su ritmo tranquilo, amable y afectivo junto con una historia capaz de llegar a todo público, permiten que se lo llegue a disfrutar con plenitud.
J.G.
PPP
KNOCKED UP. Estados Unidos, 2007. Un film de Judd Apatow
Con general aprobación de la crítica especializada y un considerable éxito de boletería, Knocked Up supera al promedio de las tontas comedias para adolescentes que suelen estrenarse en esta época del año aunque eso no la convierte en algo remarcable.
El propósito que guía al director Judd Apatow es analizar los elementos que dinamizan los vínculos de la pareja moderna dentro del marco de la cultura popular. El inconveniente mayor es su punto de partida; si uno lo acepta es posible avenirse a lo que vendrá después, pero si en cambio la resistencia es mayor habrá siempre objeciones a hacer, como ocurre conmigo al reflexionar sobre este film. Es posible que una relación romántica entre dos personas pueda subsistir a pesar de la disparidad de edad, existencia de religiones y/o razas distintas, o bien la diferencia de clases sociales; sin embargo es muy difícil de imaginar que esa relación pueda funcionar cuando existe una marcada grieta en materia de inteligencia. Eso es lo que acontece en este relato donde la astucia, nivel cultural y educacional de una de las partes se opone radicalmente a la pobreza mental y estupidez de la otra.
Alison (Katherine Heigl) es una bella y animada joven de 26 años con chispa, cordura, talento y madurez. Esos atributos le permiten distinguirse en su carrera profesional y así logra una importante promoción como periodista de televisión. Para festejar el acontecimiento sale a festejarlo con su hermana Debbie (Leslie Mann) en un club nocturno.
Ben (Seth Rogen) es un joven regordete de 23 años, de aspecto nada atractivo y con las características propias de un vago empedernido que vive y comparte sus momentos con un grupo de amigos de su mismo tipo. Viéndolos actuar, uno rememora el refrán “Dios los cría y ellos se juntan”. El grupo combate su holgazanería, entre otras cosas, viendo películas pornográficas a fin de reunir material femenino de celebridades importantes para ser incorporarlo a un sitio de internet. Cuando Ben no ve televisión, destina su tiempo disponible para intercambiar conversaciones banales y vulgares con sus energúmenos compinches, o bien para fumar marihuana.
Quiere la coincidencia de que Ben se encuentre en el mismo lugar y a la misma hora en que Alison está festejando su ascenso; por caprichos del guión –de lo contrario no existiría este film- Alison le presta atención a Ben y a los pocos minutos después de haber compartido algunos tragos, los efectos de la borrachera conjunta los conducen a hacer el amor. Cuando a la mañana siguiente despiertan, ella no puede concebir que se haya acostado con un individuo tan tonto que le inspira un considerable grado de lástima que no puede disimular. Cuando 8 semanas más tarde descubre que está embarazada por esa aventurilla nocturna, decide comunicarse con Ben para transmitirle la novedad. La reacción es completamente opuesta a la que Alison y el público esperaría ya que el muchacho acepta la paternidad y está dispuesto a acompañarla en todos los pasos del período de embarazo.
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De allí en más el relato ilustra las marchas y contramarchas de una pareja despareja, exponiendo los esfuerzos de Ben por complacer a Alison y la manera en que ésta va gradualmente reemplazando el desprecio inicial por un incipiente cariño. Todo eso origina algunas situaciones de humor como cuando Alison conoce a los amigos de Ben y comprueba la forma desenfadada y grosera en que se comunican. Como todo suena a verdadero y natural, se hace muy difícil suponer que una mujer racional y sensata como Alison pueda tolerar la presencia del padre de la criatura que está engendrando.
Aparte de las situaciones de humor y diálogo crudo, que afortunadamente no llega a sobrepasar el nivel de lo tolerable, hay momentos de tierna dulzura que permiten simpatizar con Ben, como por ejemplo cuando él le pregunta a su padre cómo se hace para madurar en forma rápida o cuando le propone matrimonio a Alison tratando de entregarle un cofre pero sin el anillo de compromiso porque por el momento no tiene dinero para comprarlo.
Además de una reflexión sobre la maternidad no deseada, el film considera las relaciones de pareja de la juventud actual con consideraciones que incluyen cómo enfrentar la llegada de un hijo en forma imprevista, la forma de asumir el compromiso de la paternidad, las dificultades de convivencia en un vínculo matrimonial -ejemplificado en la relación problemática de Debbie con su marido a pesar gozar de una buena situación económica y tener dos agradables hijas-, y los efectos de una adolescencia tardía.
Aunque loable en su intento, el propósito del film se resiente por la dificultad de aceptar a sus personajes; si bien están bien descriptos y muy bien interpretados por Rogen y Heigl, eso aún torna más inconcebible que exista comunicación entre dos personalidades tan disímiles; ¿cómo imaginar que un muchacho con una mentalidad y formación de un niño de 5 años pueda madurar en solo 7 meses para ponerse a tono con su pareja? A pesar del final feliz por el que el Apatow trata de exaltar valores tan importantes como la unión familiar, la premisa básica del film es irrealista.
Queda como balance, un relato demasiado largo y medianamente hilarante como comedia; a pesar de lo expuesto se deja ver en virtud de sus acertados diálogos y de una muy buena interpretación de conjunto.
J.G.
PP¼
ONCE. Irlanda, 2007. Un film escrito y dirigido por John Carney
En los últimos años se ha discutido mucho sobre la suerte de las películas musicales. Si bien el género constituyó uno de los grandes éxitos de Hollywood entre la década del 40 hasta mediados de los años 60, hoy día parecería que las películas musicales no mantienen el mismo nivel de atracción. Por lo tanto resulta reconfortante descubrir que una producción irlandesa hecha con máxima sencillez y sin recurrir a danzas o a efectos visuales deslumbrantes, llegue a ganar el favor del público.
¿Cuál es el secreto de que Once haya logrado el premio de la audiencia en el último Festival de Sundance y que ahora, en oportunidad de su estreno en Norteamérica, reciba críticas unánimemente elogiosas? Es posible que eso se deba a que John Carney haya optado por un agradable escenario como telón de fondo y una historia genuina donde el relato va incorporando canciones capaces de agradar a la generación actual. Además, aquí se agrega la feliz circunstancia de que tanto Carney como director, y Glen Hansard y Marketa Irglova animando a los dos personajes centrales, son músicos que no solo tocan sus respectivos instrumentos sino que también escriben las letras de las canciones que componen; de ese modo los principales responsables de este proyecto están íntimamente vinculados con el motivo principal que lo alienta.
El relato es bien escueto y está inspirado en las experiencias vividas por Carney. El personaje masculino (Glen Hansard) es un músico ambulante que toca e interpreta canciones con su guitarra en las calles de Dublín. Su contraparte femenina (Marketa Irglova) es una pianista inmigrante mucho más joven que él, recién llegada a la ciudad. Cuando pasa por el lugar donde él toca, se inicia una relación que fundamentalmente está nutrida por el amor que ambos sienten por la música. Los dos se complementan y ayudan mutualmente; así, mientras que ella contribuye a que él supere su inseguridad interna respecto a sus condiciones naturales de artista, también va recibiendo de él todo el apoyo necesario para que como joven madre en una ciudad desconocida pueda transitar por el sendero correcto para reorientar su vida.
La relación amistosa deviene al poco tiempo en un verdadero amor no confesado por las partes pero que queda bien reflejado en los sentimientos expresados a través de sus rostros. Es probable que ese amor platónico se deba a que él aún añore a su novia que se mudó a Londres, y que ella haya dejado en Praga a su marido esperando que Dublín le ofrezca a su pequeña hija un futuro mejor.
Es posible que la juventud actual se sienta extrañada por una relación romántica que no termina de concretarse físicamente; sin embargo es indudable que se sentirán contagiados por las actitudes de sus personajes por el entusiasmo que vuelcan en la composición de sus canciones y en el resultado positivo finalmente obtenido por los esfuerzos desplegados.
Los actores no tienen mayor experiencia. Hansard actuó brevemente en el film de Alan Parker “The Commitments”, mientras que Irglova debuta aquí como actriz. Sin embargo, ese factor no constituye un inconveniente porque la química existente entre ambos es total y el modo en que se desenvuelven hace suponer que uno está asistiendo a un documental antes que a un film de ficción, debido a la vívida sensación de realidad y frescura que el relato destila.
Los quince agradables números musicales entremezclando el folclore con el rock, fueron compuestos - con excepción de uno solo- por Hansard e Irglova y además cantados por ellos; esa música incorporada naturalmente a los diálogos que mantienen sus personajes, contribuye a realzar la vitalidad de lo que se está presenciando.
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Así como la pasión por la música es capaz de unir a sus protagonistas, la sana emoción y espontaneidad que irradia el film constituye la clave de su encanto.
J.G.
PPP
MR. BROOKS. Estados Unidos, 2007. Un film de Bruce Evans
Desafortunadamente este film es un thriller psicológico completamente fallido. Aunque su planteo inicial resulta de interés al considerar la doble personalidad de una persona, a los quince minutos de metraje el relato comienza a perder sustancia por las situaciones descabelladas que va incorporando y que nunca terminan cuajando.
Mr. Brooks (Kevin Costner) es el ejemplo del buen padre de familia, marido ejemplar y excelente empresario, pero al mismo tiempo un asesino serial que se siente angustiado cuando despierta su necesidad de matar motivada por un alter ego (William Hurt) que actúa como su doble maléfico. La trama escrita por el realizador Bruce Evans y Raynold Gideon impide que el suspenso propuesto cristalice satisfactoriamente porque en lugar de compenetrarse en la personalidad de un individuo torturado por la imposibilidad de eliminar sus mórbidos deseos, la historia se bifurca en situaciones risibles, como por ejemplo: a) un fotógrafo que es testigo de los asesinatos de Mr. Brooks y que desea emularlo en su tarea, b) una detective policial (Demi Moore) que además de querer identificar al criminal, enfrenta otros problemas cuando un temible homicida serial huye de la cárcel, o bien cuando debe lidiar con problemas personales creados por su ex-marido, c) la hija de Mr. Brooks que parece heredar el instinto asesino de su progenitor.
La película pareciera pedir desesperadamente que un buen guionista la rescate del apuro pero como eso no es posible, el público se siente defraudado al concluir la proyección. Costner y Defoe son dos actores respetables, pero rinden poco frente a un mediocre libreto y a personajes pobremente elaborados; por su parte, Demi Moore está totalmente deslucida con una actuación bastante anodina.
En resumen, un film para el olvido que no merece comentario adicional ni tampoco justifica el precio de la entrada.
J.G.
½P
DVDs
BREACH (Universal)
A cuatro meses de su estreno ya se encuentra editado el DVD de Breach, un buen film que aborda la singular historia de Robert Hanssen, un funcionario del FBI quien durante 22 de los 25 años de servicio profesional actuó como espía para Rusia, suministrándole secretos militares y estratégica información reservada de Estados Unidos. Su carrera culminó cuando en Febrero de 2001 fue apresado y acusado por haber actuado como “doble agente”.
El film está impecablemente realizado, magníficamente escrito y cuenta con una interpretación magistral de Chris Cooper, quien proporciona todas las características y facetas de una figura contradictoria y compleja como la del individuo en cuestión.
Cuando presencié el film por primera vez, mi observación mayor fue que a pesar de que la personalidad de Hanssen está descripta minuciosamente, faltaba el elemento clave que permitiera entrever sus motivaciones para convertirse en traidor de su patria. Con el DVD esos elementos quedan un poco más esclarecidos y además el relato original permite una segunda reflexión debido a la incorporación de los extras.
En los agregados que ofrece la copia que esta semana se lanzó al mercado existen escenas de aproximadamente 15 minutos de duración que no están contenidas en la versión original que permiten identificar otros elementos que incrementan la intriga sobre la personalidad del extraño y reservado individuo. Los extras también incluyen el punto de vista de Cooper sobre la manera en que encaró a su personaje, los comentarios del director y escritor Billy Ray para abordar el relato, y las observaciones de Eric O’ONeill, el ex funcionario del FBI quien tuvo a su cargo la responsabilidad de demostrar la culpabilidad del espía; como es sabido, ese rol fue interpretado por Ryan Phillippe. Finalmente, como complemento se añade una edición de Dateline denominada “The Mole” (El Informante) que fue televisada a las pocas semanas de la captura de Hanssen, en donde se descubren otras increíbles facetas de su persona que despiertan curiosidad por la sorprendente inteligencia empleada para no dejar rastro alguno de la actividad delictiva ejercida durante tanto tiempo.
Su presentación es en su versión original inglesa, doblada al francés, y también con subtítulos en inglés, francés o español.
EL CENTENARIO DE KATHARINE HEPBURN (Warner Home Video)
Katharine Hepburn ha sido una actriz excepcional y bien conocida internacionalmente puesto que sus filmes llegaron al mundo entero. Con una personalidad única, su vida fue una leyenda y persiste aún después de su muerte que tuvo lugar en 2003. Su nombre constituye un icono de la cultura americana y aún no existe alguna otra personalidad que la haya podido reemplazar. Nadie como ella ha podido reunir ese carácter independiente, indomable, rebelde pero sobre todas las cosas, triunfadora en todos sus actuaciones.
Con motivo de haberse celebrado en mayo pasado el centenario de su nacimiento, la Warner Home Video decidió compilar seis de sus películas editadas por primera vez en DVDs, en una colección denominada Katharine Hepburn. 100TH ANNIVERSARY Collection.
El primer título del conjunto es “Morning Glory” (1933) por el cual ella se hizo acreedora al primero de los cuatro Oscares de su carrera como mejor actriz. Aquí anima a una inocente chica que viaja de Vermont a la ciudad de Nueva York con la esperanza de obtener fama y fortuna en el mundo de la escena teatral. Los comienzos son difíciles pero después de un tiempo y gracias a los buenos oficios interpuestos por un joven dramaturgo (Douglas Fairbanks Jr.) que cree en el talento de la joven, un importante empresario (Adolphe Menjou) de Broadway la llega a contratar; a partir de allí comienza el camino hacia la fama que, no obstante, habrá un precio que pagar por ella. La película se distingue por la muy buena interpretación de Hepburn pero su una narrativa es desigual.
Siguiendo un criterio cronológico, la segunda película es “Sylvia Scarlett” (1936), dirigida por su director favorito George Cukor. Aquí trabaja por primera vez con Cary Grant, con quien volvería a aparecer en otros filmes. Hepburn interpreta a una joven que huérfana de madre, se siente obligada de acompañar a su padre a Inglaterra, porque éste ha cometido un desfalco en el lugar en que trabaja. Para evitar sospechas asume la identidad de un hombre y en Londres, padre e hija se unen a un truhán (Grant) muy especial donde al principio timan a inocentes transeúntes y posteriormente forman un elenco teatral. Este film fue altamente controversial en su momento y constituyó en su momento un doble fracaso de crítica y de boletería. El paso del tiempo habría de cambiar un poco esa desfavorable impresión. La película es mediocre aunque permite disfrutar de la frescura de Hepburn y el talento de el talento de Grant, quien con el paso de los años llegaría el comediante más distinguido de Hollywood.
En “Dragon Seed (1944), basado en una novela de Pearl S. Bucks, Hepburn encarna a una heroica campesina china que juntamente con otros habitantes de la aldea se afrontan a resistir la invasión japonesa que tiene lugar en una pequeña aldea durante la Segunda Guerra Mundial. Transcurre en China y sus personajes son poco creíbles debido al absurdo maquillaje de los actores para que aparenten tener rasgos orientales. Este film extremadamente largo y aburrido no ofrece rasgo distintivo alguno como para ser recordado.
“Without Love” (1945) reúne por tercera vez a Hepburn y Spencer Tracy. Se trata de un relato romántico que transcurre en Washington D.C. durante la Segunda Guerra. La artista es una viuda que se casa por conveniencia y sin amor con un científico (Tracy) en busca de alojamiento donde vivir. La relación entre ambos, en un matrimonio no consumado, se transformará en amistad y finalmente en verdadero amor. Aunque la historia es anodina, el film se valora por la buena actuación y simpatía que despiertan ambos actores.
En “Undercurrent” (1946) el director Vincent Minelli brinda un relato de logrado suspenso en una historia que revive el clima de “Rebeca” de Alfred Hitchcock, sobre un personaje misterioso que gravita en la vida de los protagonistas. Hepburn anima a una esposa muy enamorada de su encantador marido (Robert Taylor), y que a los pocos días de su casamiento ve su felicidad perturbada por los efectos del odio que éste siente por su hermano ausente (Robert Mitchum). El romanticismo inicial de la historia va adquiriendo características de thriller psicológico y cuenta con un desenlace que satisfará a los amantes del género. A mi juicio, este film es el mejor de la serie.
El conjunto de discos se completa con “The Corn is Green” (1979), un film producido para la televisión. Hepburn, ya con 72 años de edad, es dirigida por décima vez por George Cukor. Basado en la novela de Emily Williams, su trama gira en torno de una abnegada profesora británica que llega a una pequeña población minera de Gales con el firme propósito de educar a los niños que trabajan en las minas; allí establece una escuela y comienza su noble tarea tratando de atraer a los más jóvenes del trabajo duro que realizan para ofrecerles un futuro mejor. Ella entabla una relación particular con uno de sus estudiantes (Ian Saynor) más capaces al prepararle para que pueda lograr una beca de estudios en Oxford. Este telefilm es un drama sentimental bien actuado y dirigido donde, como es habitual, se presencia a una Hepburn carismática y capaz de despertar emoción.
Globalmente considerada, la colección no incluye los títulos más importantes de esta incomparable artista, sin embargo su sola presencia otorga distinción a las películas que que Warner incluyó en esta colección, con la sola excepción de “Dragon Seed” que no debió haber formado parte de la misma.
Todos los filmes son presentados en su versión original inglesa con subtítulos en inglés y francés, con excepción de “The Corn is Green” que además está subtitulado en portugués.
Los agregados de esta colección no tienen relación alguna con los filmes incluidos y no despiertan mayor interés.
THE ITALIAN. (Sony Pictures)
Inspirado en hechos reales, este primer film del director ruso Andrei Kravchuk enfoca el drama de la infancia abandonada y de la adopción ilegal. En las primeras imágenes un matrimonio procedente de Italia llega a un orfanato ubicado en una ciudad provincial rusa con el propósito de adoptar un niño. Después de elegir a Vanya (Kolya Spiridonov) de 6 años de edad, el niño es apodado “el italiano” (de allí el nombre del film) por los otros huérfanos del establecimiento debido a que en dos meses se trasladará a Italia para vivir con sus padres adoptivos. Sin embargo, Vanya, que siempre albergó la esperanza de que su madre biológica pudiera ubicarlo, decide abandonar el lugar donde se hospeda para partir en su búsqueda, dando comienzo a una arriesgada y audaz aventura.
Además de la ternura que despierta el niño y la buena descripción de casi todos los personajes brindando convicción a sus acciones, el film constituye una sutil denuncia de la degradación moral de algunos estratos de la sociedad rusa. Así, la explotación de niños vendidos ilegalmente por organizaciones corruptas, sin que las inocentes criaturas puedan defenderse, proporciona un cuadro de una realidad que en algunos momentos puede compararse con ciertos dramáticos relatos de Charles Dickens. Kravchuk imprime una gran humanidad al relato describiendo con gran sensibilidad la necesidad de un niño de llegar a conocer a su madre y resolver el problema de su identidad.
El DVD es presentado en su versión original rusa con subtítulos en español, francés o inglés.
CAN-CAN (Fox Film)
Completamente restaurado y adaptado para su edición en DVD, la versión fílmica de Can-Can de Walter Lang realizada en 1960 no logra el mismo impacto que obtuvo anteriormente la misma comedia musical en Broadway. Su mayor inconveniente reside en la dirección y en el endeble libro cinematográfico. Con todo, y si se dejan de lado las comparaciones, el filme es más que aceptable.
Los factores positivos radican en primer lugar en su bella música y en tal sentido Cole Porter ha dejado como legado canciones que se han convertido en clásicas como es el caso de “C’est magnifique”, “Can-Can”, “I love Paris”, “You do something to me”. El otro aspecto a tener en cuenta es un elenco de lujo integrado por Frank Sinatra, Shirley MacLaine, Maurice Chevalier y Louis Jourdan.
La historia es sencilla y una excusa para los temas musicales incluidos. Transcurre a finales del siglo 19 en Montmartre; allí MacLaine anima a Simone, la dueña de un café-cabaret donde todas las noches se baila la danza prohibida del can-can, sobornando a los policías de turno; ella se encuentra amparada por François, un excelente abogado animado por Sinatra que es también su amante pero que no quiere convertirse en su marido. Cuando un inflexible e insobornable juez, interpretado por Jourdan, toma cartas en el asunto y llega a enamorarse de Simone proponiéndole matrimonio, habrá llegado el momento en que François deberá decidir entre perder a Simone o casarse con ella.
El entusiasmo de los actores, las bellas melodías de Porter más su buena coreografía hacen de este film un espectáculo agradable a pesar de que tenía potencial para ser mujcho mejor de lo que finalmente resultó.
La forma en que se abordó esta comedia musical, ciertos aspectos de la vida y obra de Cole Porter y las referencias sobre Burrows, el autor del libro de “Can Can”, son algunos de los agregados que están incorporados en un disco adicional.
Este DVD puede ser apreciado en su versión original inglesa, doblado al francés o al español, como también está subtitulado en inglés, y en español.
23.7.07
Cine Julio 2007
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