25.7.12

UN VIAJE PIROTÉCNICO CON JULIO VERNE

Presentación de la firma Féérie representando a Francia ofreció un despliegue pirotécnico de regular calidad, aunque mejorando al final, mientras su selección musical fue más audaz.



Comentario de Sergio Martínez

Francia resaltó a su autor Julio Verne
“Los viajes extraordinarios de Julio Verne” fue el título de la presentación francesa en la Competencia Internacional de Fuegos Artificiales del pasado 21 de julio, por cierto un tema promisorio dada la imaginativa muestra literaria del autor considerado como el precursor del género de ciencia-ficción.

Acompañado de una narración que hizo referencia a obras como Viaje al centro de la tierra, 20 mil leguas de viaje submarino y Miguel Strogoff, el despliegue de fuegos artificiales tuvo más bien un comienzo flojo sin mayores elementos fuera de lo común. Esto fue cambiando en la medida que avanzaba el programa, cuando los pirotécnicos franceses hicieron mejor uso de la laguna con sus posibilidades para enfatizar mediante el reflejo en el agua del colorido de los diversos detonantes.


Hacia el final los franceses hicieron mejor uso de los reflejos en el agua

La música que acompañó la mayor parte de la presentación fue menos convencional que lo habitual en estos casos, lo que reveló cierta audacia de parte de los programadores ya que no hubo la usual dependencia en ritmos más conocidos y populares, aunque por momentos eso hizo la sincronización con los fuegos mismos menos evidente. La música utilizada en la parte final dedicada a Miguel Strogoff sin embargo levantó los ánimos y se prestó además de manera más clara a una complementariedad con el despliegue pirotécnico mismo.

En conclusión, a nuestro juicio una presentación aceptable, mejorada hacia el final, pero no como para estar entre las ganadoras del certamen.

22.7.12

LAS BRUJAS DE OZ

WICKED, LA COMEDIA MUSICAL

Con un elenco integrado por 35 actores, llega a Montreal la renombrada comedia musical WICKED. Originada en Broadway en octubre de 2003 y aún continuando en cartel, esta exitosa producción fue presentada en Londres, Amsterdam, Corea del Sur y Japón.

La pieza está inspirada en la novela de Gregory Maguire Wicked: The Life and Times of the Wicked Witch of the West, con un libreto preparado por Winnie Holzman. La música y palabras corresponden al compositor musical Stephen Schwartz. La puesta en escena es de Joe Mantello, la dirección musical es de William David Brohn y la coreografía del espectáculo está a cargo de James Lynn Abbott.

El argumento, un tanto complicado de relatar, en esencia se centra en la relación entablada entre dos chicas jóvenes que se encuentran en el país de Oz. Mientras que Elphaba, incomprendida y rechazada por el medio que la rodea se convertirá en la Malvada Bruja del Oeste, Glinda, bella y popular, llegará a ser la Bruja Buena del Norte. A pesar de sus diferentes personalidades, ambas llegarán a forjar una amistad particular.

Mientras que la producción original de Broadway estuvo interpretada en los roles centrales por las actrices Idina Menzel y Kristin Chenoweth, en la producción que se verá en Montreal ChristineDwyer tiene a su cargo el rol de Elphaba en tanto que Jeanna De Waal caracteriza a Glinda.

El espectáculo se desarrollará en la Sala Wilfrid Pelletier de la Place des Arts del 1 al 26 de agosto. Para toda información adicional el sitio de Internet es el siguiente:

BESTIAS DEL SALVAJE SUR

 BEASTS OF THE SOUTHERN WILD. Estados Unidos, 2012. Un film de Benh Zeitlin. Elenco: Quvenzhané Wallis, Dwight Henry

El fin del mundo está muy cerca de nosotros, pero aquí no se trata de ningún peligro que amenace la extinción de la humanidad sino de una región de los Estados Unidos que geográficamente está ubicada en los confines de nuestro planeta; ese lugar se llama Bathtub, una zona pantanosa al sur del estado de Louisiana. Es allí donde transcurre la acción de Bestias del Salvaje Sur, un film de gran calidad del novel realizador Benh Zeitlin que está basado en la pieza teatral Juicy and Delicious de Lucy Alibar.


Quvenzhané Wallis

Como si se tratara de una sinfonía pastoral, Zeitlin utiliza el guión preparado por él junto a Alibar para construir una fábula mágica donde la historia de ficción que se cuenta adopta visos de cine documental. Tomando como referencia a un pequeño pueblo del delta del Misisipi, cuyos habitantes ven transcurrir sus días en un nivel de extrema pobreza y prácticamente desconectados del mundo exterior que los rodea, la narradora del relato es una niña de 8 años cuya voz en off ubica al espectador dentro de la atmósfera que envuelve al film.

Hushpuppy (Quvenzhané Wallis) es una pequeña de sorprendente madurez, muy superior a los chicos de su edad. Con la determinación de una persona adulta pero al propio tiempo imbuida de la inocencia propia de sus años, vive con su padre Wink (Dwight Henry) en una casa de hojalata remolcada sobre un árbol. Huérfana de madre, la convivencia paternal dista de ser cordial porque aún cuando su progenitor la quiere y protege, en muchas circunstancias adopta actitudes crueles y violentas que parecerían expresar lo contrario.

El foco central de este film descansa en dos aspectos; uno de ellos, se refiere a las consideraciones de la naturaleza castigando a la gente lugareña que trata de sobrevivir las grandes tormentas e inundaciones que afectan a la región; el otro hecho es la grave enfermedad que aqueja a Wink y su preocupación para que su hija pueda estar preparada para valerse por sí misma. De este modo, además de enfatizar la relación padre-hija, el relato describe las características de una cultura o forma de vida de un pueblo que debe adaptarse a tener que soportar los desastres naturales y saber cómo superar sus graves consecuencias.

Combinando el drama realista con un aura de misticismo fantástico, ahí están las bestias a las que alude el título del film; formando parte de la imaginación de Hushpuppy, se contemplan gigantescos bóvidos salvajes prehistóricos que parecieran emerger de sus tumbas para asociarse con las amenazas emergentes de la naturaleza.

Con reminiscencias de la obra literaria de Mark Twain y del estilo visual de las películas de Terrence Malick, el realizador ha logrado un film de realismo mágico que destila un lirismo y poesía de gran encanto. Además de la notable estética empleada en la narración, Zeitlin ha contado con el concurso de una actriz excepcional que hasta el momento de la filmación no había tenido experiencia artística alguna. A pesar de que aún resulta un tanto prematuro efectuar conjeturas sobre los Oscars que se distribuirán en febrero de 2013, puede anticiparse que la niña Quvenzhané Wallis reúne todos los atributos para que sea nominada en la categoría de mejor interpretación femenina. Pocas veces se ha visto a alguien de su edad transmitir con tanta naturalidad y convicción la fortaleza de carácter e inteligencia emocional de una menor lista para luchar y tratar de superar las difíciles pruebas que la vida le ha impuesto; nadie quedará indiferente ante esta maravillosa actuación. La presencia carismática de Willis no oculta sin embargo la sólida actuación de Dwight Henry componiendo convincentemente un rol para nada simpático.

Conclusión: El público selectivo apreciará un film de gran riqueza espiritual que constituye una excelente carta de presentación para su realizador así como el nacimiento de una pequeña gran actrizJorge Gutman

19.7.12

WOODY ALLEN VISITA LA CIUDAD ETERNA



TO ROME WITH LOVE. Italia-Estados Unidos, 2012. Un film escrito y dirigido por Woody Allen. Elenco: Woody Allen, Alec Baldwin, Roberto Benigni, Penélope Cruz, Judy Davis, Jesse Eisenberg



Después del gran éxito de crítica y público obtenido el año pasado con Midnight in París, Woody Allen decidió volver a Europa para ubicar su cámara esta vez en Roma. En To Rome with Love el director no estuvo tan inspirado como en su film precedente y el resultado es una película que se sostiene más por la ingeniosidad de sus diálogos que por su real contenido.


Sin disimular el carácter de tarjeta postal dedicada a la Ciudad Eterna donde no faltan las típicas vistas de Piazza Spagna, la Fontana di Trevi, Trastevere, Coliseo junto con la introducción y cierre musical del tema Volare de Domenico Modugno, Allen estructuró su film en torno a 4 breves relatos que allí tienen lugar. Estas historias no están vinculadas entre sí ni tampoco transcurren en igual período de tiempo, pero sirven como excusa para ilustrar algunas de las preocupaciones y obsesiones que su autor manifestara en otros títulos de su filmografía, aunque en este caso sin innovar.


De sus episodios, el mejor es aquél en que Allen se reserva un papel animando a Jerry, un director de ópera ya retirado que junto con su esposa psiquiatra (Judy Davis) viajan a Roma para conocer al novio italiano (Flavio Parenti) de su hija (Alison Pill). Cuando Jerry llega encontrar al padre de su futuro yerno (Fabio Armiliato) descubre que tiene una hermosa voz de tenor que solamente se aprecia cuando canta bajo la ducha; además de las espontáneas carcajadas y los gags visuales que suscita ese hecho, este capítulo también se presta para que el personaje de Allen (suerte de alter ego) manifieste su aprehensión para viajar en avión, su frustración con el psicoanálisis así como su preferencia de trabajar para seguir gozando de la vida antes que permanecer jubilado.


En otra historia, se contempla a John (Alec Baldwin), un arquitecto que visita Roma y que después de conocer a Jack (Jesse Eisenberg), un joven estudiante de arquitectura que vive en pareja con Sally (Greta Gerwig), por imperio de las circunstancias se convierte en su imaginario amigo. Eso se produce cuando la joven pareja recibe de visita a Mónica (Ellen Page), una amiga de Sally que también es actriz y además una neurótica seductora que llegará a conquistar el corazón de Jack. En forma risueña pero sin profundizar demasiado, Allen vuelca algunas experiencias de su propia vida abordando levemente el adulterio, sentimiento de culpa y otras inquietudes afines.


Un tercer episodio presenta a Antonio y Milly (Alessandro Tiberi, Alessandra Mastronardi), una pareja de recién casados que llegan a Roma para visitar a los familiares del novio. Cuando ella decide ir a la peluquería y Antonio decide aguardarla en la habitación del hotel, inesperadamente éste recibe por equivocación la visita de una prostituta de lujo (Penélope Cruz) quien lo confunde con un cliente. Nuevamente la infidelidad asoma en esta trama no muy ocurrente pero que seguramente fue concebida aprovechando la belleza y popularidad de la guapísima Cruz.


La restante historia es una sátira al culto de la celebridad, tema que Allen abordó con mejor fortuna en Celebrity (1998). En la misma, Roberto Benigni anima a un hombre de familia que trabaja en una oficina que repentina y temporalmente se convierte en una popular figura de la televisión. Éste es el pretexto para que Allen lance sus dardos sobre los fotógrafos reporteros, la vacuidad de los reportajes que los periodistas suelen efectuar a los “famosos”, el acoso a la intimidad personal y familiar y otros temas vinculados para finalmente ilustrar cómo la fama se desvanece cuando el hechizo se quiebra.


En forma global, sin aportar nada nuevo, el film se valoriza por el eficiente desempeño del elenco participante. Los clisés del film se compensan en parte por algunos diálogos brillantes, las referencias intelectuales que como de costumbre el realizador suele deslizar en sus filmes y la inclusión de algunos extractos de ópera (arias de I Pagliacci de Leoncavallo y Turandot de Puccini) confirmando la pasión que siente por el género lírico.


Conclusión. El público asiste a una liviana y desigual comedia que podría haber sido superior si el inteligente realizador exigiese un poco más de sí mismo revisando el guión preparado a fin de infundirle mayor rigurosidad y solidez. Jorge Gutman

CINE EN LA PLAZA: LAS TRIBULACIONES DEL “OSCURO CABALLERO”

The Dark Knight Rises, el nuevo film sobre las aventuras de Batman satisfará a los que gustan de los despliegues de acción, mucha balacera, peleas a puño limpio y voladuras de puentes y edificios, pero también nos dice algo sobre esa misma violencia y plantea algunas interesantes ambivalencias.


Comentario de Sergio Martínez

El tercer film en la trilogía sobre Batman que ha dirigido Christopher Nolan (las anteriores fueron Batman Begins (de 2005, aplaudida por muchos pero a mi juicio una completa distorsión del personaje con esa retorcida experiencia mística en el oriente ¡cómo si para luchar contra el crimen uno necesitara de algún misticismo…! Por cierto esto fue el corolario de esa moda de occidente de buscar la “sabiduría” del pensamiento oriental, irónicamente al mismo tiempo en que los orientales en prácticamente todas esas partes de Asia andaban buscando, no la sabiduría de occidente, sino sus más concretas expresiones materiales, desde la Coca Cola, pasando por la ropa de marca, hasta los autos deportivos), luego The Dark Knight, de 2008, que hizo más de mil millones en la taquilla. En todas estas versiones el rol principal de Batman/Bruce Wayne estuvo encarnado por Christian Bale, quien esta vez vuelve al personaje.

Como sabemos, Batman no es estrictamente un súper héroe ya que no posee súper poderes como Superman o algunos de los otros personajes que surgieron después de 1938. Lo que sí tiene es una abundante fortuna, heredada de sus padres que fueron cruelmente asesinados.

Renuentemente, Batman regresa para salvar a su ciudad
En todo caso, las vulnerabilidades de Batman quedan bien expuestas en este film: las financieras cuando—ni las empresas de Bruce Wayne se salvan de la crisis—el holding empresarial del héroe se ve en problemas que eventualmente pueden llevarla a su quiebra; y las físicas, cuando Batman recibe una feroz golpiza de parte de su nuevo enemigo: Bane (Tom Hardy) un personaje aparentemente brutal y cruel, pero cuyas reales motivaciones sólo se conocen al final del film.

Batman o más bien dicho Bruce Wayne, que a comienzos del film se había mostrado afectado por una previa lesión y es aconsejado por su fiel mayordomo Alfred (Michael Caine) de desistir de volver a desempeñar su rol de vigilante en persecución de los criminales que asolan a Ciudad Gótica, de manera un tanto renuente regresa a su rol sólo para ser severamente golpeado por Bane quien lo hace prisionero mientras este último, con un ejército de mercenarios se apodera de la ciudad.

Batman confronta a su nuevo enemigo, Bane
Aquí el film muestra una interesante ambivalencia respecto del rol de Bane y su gente, ¿son meros asesinos dedicados a la destrucción de la ciudad o más bien sus liberadores? Muy significativamente, el ataque de Bane a la ciudad comienza por el asalto a la bolsa de valores, más significativamente también, esa escena se filma enfrente de Wall Street, en el mismo punto donde el año pasado se había lanzado el movimiento Occupy Wall Street. La línea divisoria entre un grupo de terroristas y una tentativa revolucionaria no queda tan clara, Bane incluso hace un discurso enfrente de un grupo de convictos que bien podría ser un manifiesto a una acción de rebeldía más que meramente destructiva. Por si hubiera más dudas sobre el carácter ambivalente de la acción de Bane y su posible carácter terrorista, el punto álgido del drama, de llegar a concretarse y es ese el punto de suspenso, es lo que en última instancia sería una masiva acción de suicidio con bomba.

La bella Catwoman y sus ambigüedades



El clima de ambigüedad es también reflejado en otros dos personajes cuyas acciones tienen importantes implicancias para la suerte del personaje principal, Cat Woman (Anna Hathaway) una habitual adversaria del héroe, y la también multimillonaria filántropa y en algún momento interés amoroso y sexual de Batman, Miranda Tate (Marion Cotillard).

The Dark Knight Rises es en última instancia un film entretenido, con mucha acción pero que también ofrece algunas ocasiones de reflexión. Recomendable para ver, sin prejuicios claro está.


Los mercenarios de Bane ¿terroristas o liberadores?





12.7.12

LA CUSTODIA DE UN NIÑO

IN THE FAMILY. Estados Unidos, 2012. Un film escrito y dirigido por Patric Wang. Elenco: Patrick Wang, Trevor St. John, Ssebastian Brodziak, Kelly McAndrew

Sorpresivamente uno se encuentra con un film que es una pequeña joya sin habérselo imaginado; eso es lo que depara En la Familia, primer film escrito, dirigido y actuado por Patrick Wang y uno de los mejores que se haya visto en 2012.

A través de una duración de casi tres horas que de ningún modo se hace sentir, se asiste a un drama familiar consistente en la custodia de un hijo. Si bien en 1979 el público contempló un caso parecido en Kramer vs. Kramer del realizador Robert Benton donde la lucha por la tenencia de un menor se debió al divorcio de sus padres, aquí la causa es completamente diferente y sin duda más interesante.

Wang interpreta a Joey, un apacible hombre gay, quien trata de obtener la custodia de Chip (Sebastian Brodziak) que es el hijo de su amado compañero Cody (Trevor St. John) quien falleció inesperadamente en un accidente automovilístico. Al igual que Cody, Joey fue también para el niño un entrañable padre y de allí que dio por sentado que seguiría cuidando de Chip. Pero cuando la madre de Chip falleció cuando éste nació, Cody–que aún no había conocido a Joey- dejó un testamento manifestando que si algo le llegara a pasar, sería su hermana Eileen (Kelly McAndrew) quien tendría la guardia del niño. Como ese testamento no fue modificado, Joey contempla con mucha pena cómo al no disponer de algún recurso legal probatorio que lo proteja, el niño ya no le pertenece y debe vivir con su tía que lo ha reclamado.

La homosexualidad de Joey no es un tópico que se discuta en este film sino lo que cuenta es la ilustración del esfuerzo realizado por un padre que aunque no biológico siente el inmenso dolor de no poder vivir con su hijo. En tal sentido, a lo largo del relato se pone en evidencia la humanidad de este individuo, completamente normal sin ningún problema mental o psicológico, que no se resigna a perder su vástago. ¿Cómo solucionar justicieramente un caso prácticamente indefendible?

El film destila un humanismo inmenso y cuenta con un estupendo elenco. El director logra la máxima naturalidad de sí mismo en el papel protagónico así como de los actores que lo acompañan, sobre todo en lo que concierne a la increíble espontaneidad del niño Brodziak. Como realizador, Wang da pruebas de una asombrosa madurez; en tal sentido bastaría mencionar la rigurosa puesta en escena lograda en una larga toma de casi media hora donde el atribulado y entristecido Joey trata de defender su causa frente a un jurado que sigue atentamente su historia personal para llegar a demostrar porqué merece que el niño esté bajo su tutela.

Conclusión: Un film absorbente y edificante que sin caer en el patetismo o en el sentimentalismo barato aborda un tema delicado y difícil con gran sobriedad. Wang ofrece una lección de excelente cine. Muy recomendable. Jorge Gutman

8.7.12

RETORNO DEL HOMBRE ARAÑA



THE AMAZING SPIDER-MAN. Estados Unidos, 2012. Un film de Marc Webb. Elenco: Andrew Garfield, Emma Stone, Denis Leary, Sally Field, Martin Sheen


A apenas 10 años de haberse conocido el primero de los tres filmes sobre el Hombre Araña con Sam Raimi como director y Tobey Maguire en el rol protagónico, llama la atención que tan prontamente se conozca una nueva versión de este superhéroe; pero los productores de este film apostaron a la popularidad del personaje para dotarlo con vida nueva a través de otros intérpretes y un diferente realizador. La fórmula funciona en la medida que esta película, sin alcanzar la solidez de sus predecesoras, se mantiene en un nivel capaz de satisfacer al gran público.


Esencialmente, con modificaciones menores, el punto de partida es el mismo. La acción que se desarrolla en Nueva York, muestra en las primeras escenas al niño Peter Parker que es dejado inexplicablemente por sus padres al cuidado de sus entrañables tíos Ben (Martin Sheen) y May (Sally Field). Diez años después Peter (Andrew Garfield) es un inteligente y sensible adolescente marginado, sufriendo ciertas humillaciones por parte de algunos de sus compañeros de escuela; no obstante, logra ganarse la simpatía e interés sentimental de Gwen Stacy (Emma Stone), una de sus camaradas del colegio.


Al visitar el laboratorio del científico Curt Connors (Rhys Ifans) que ha sido colega de su padre ausente y que se dedica a medicina genética, llega a ser picado por una araña genéticamente modificada y como resultado de ello al poco tiempo comienza a apreciar que está dotado de una fuerza extraordinaria a la vez que es capaz de desplazarse por los aires con excepcional maestría.

De allí en más, el público sigue las aventuras del muchacho en la piel de Hombre Araña donde tendrá que vérselas con un enemigo especial. Se trata del mismo Dr. Connors quien al tratar de explorar la posibilidad de efectuar trasplantes de animales a los genes humanos, se presta él mismo como cobayo de un arriesgado experimento que lo transforma en un gigantesco reptil que siembra pánico en la población local. Allí está nuestro superhéroe quien tratará de aplacar y vencer al monstruoso animal.

A pesar de que la anterior y única película realizada por Marc Webb (500 Days of Summer) ha sido una comedia romántica, en esta producción sale airoso del desafío impuesto, brindando un film capaz de reunir los mínimos ingredientes para dejar satisfecho a un público masivo ávido de aventuras.

Aunque el guión es el elemento menos inspirado del film, Webb ha compensado sus debilidades transmitiendo muy bien los momentos íntimos del relato donde privilegia más a Peter como individuo corriente que a su paralela personalidad; así brinda un toque romántico a esta historia a través de la frescura espontánea que surge en la relación sentimental del muchacho y Gwen. Garfield, a pesar de que en la realidad supera ampliamente la edad de su personaje, ofrece una muy buena interpretación del adolescente vulnerable e inseguro por el abandono de sus padres pero que a través de su transformación inesperada y del amor de la chica a quien quiere logra recuperar su autoestima y confianza. Por su parte, Stone otorga dulzura y espontaneidad a su personaje estableciendo una lograda química en el vínculo con Peter. Webb también obtuvo buenas interpretaciones del resto del elenco donde se destacan Field, Sheen, Ifans y Denis Leary.

Aunque en los tiempos actuales ya no hay más sorpresas en materia técnica, los resultados en este sentido son satisfactorios donde el empleo de 3D con el uso de los anteojos tridimensionales refuerza muy bien las escenas de mayor tensión.

Aunque el ritmo del film es por lo general fluido, su duración de más de dos horas podría ser acotada en su tramo final en la medida que se aletarga sin necesidad.

Conclusión: Aunque sin mayor profundidad psicológica, esta nueva versión sin ser espectacular logra su propósito de entretener, en gran parte gracias a Andrew Garfield infundiendo convicción al popular personaje. Jorge Gutman

STRIPTEASE MASCULINO

MAGIC MIKE. Estados Unidos, 2012. Un film de Steven Soderbergh. Elenco: Channing Tatum, Alex Pettyfer, Matthew McConaughey
Aunque Steven Soderbergh sea el inteligente director de remarcables películas (Traffic, Erin Brocovich) y de logradas comedias (la serie de Ocean 11, 12 y 13), Magic Mike no llegará a enriquecer su filmografía. La intención de querer ilustrar el mundo de hombres que utilizan el striptease como medio de satisfacer la curiosidad, fantasía y/o deseos reprimidos de un público femenino resulta interesante, pero los resultados obtenidos dejan que desear. No sólo hay insuficiencias en lo que concierne al guión escrito por Reid Carolin sino que además resulta objetable la puesta en escena adoptada por Soderbergh dando como resultado un film híbrido que no se decide sobre si ser comedia, drama o cine social.

La trama expuesta en forma esquemática y bastante deshilvanada presenta el universo de un conjunto de bailarines dedicados al striptease en un club especializado que es liderado por Dallas (Matthew McConaughey), su dueño. Entre sus integrantes se encuentra Mike (Channing Tatum) cuya motivación parecería estar apartada de lo que realmente está haciendo; cuando conoce a Adam (Alex Pettyfer), un muchacho de 19 años con un futuro desorientado, lo introduce al club y por su intermedio se vincula con su hermana Brooke (Cody Horn) de quien llega a enamorarse. En forma salpicada, se sigue el entrenamiento del novato sobre cómo perder sus inhibiciones y saber seducir a un público femenino generalmente excitado, su caída en las drogas, la protección de su hermana que actúa como la voz de la conciencia frente a esa particular cultura masculina, así como algunos incidentes secundarios que de ningún modo cobran mayor relevancia.

No hay ninguna nota de humor que amenice la historia y la forma en que está contada aburre; esto es así porque los números de striptease se repiten monótonamente, no hay erotismo que pueda brindar una mínima emoción a lo que se ve y porque en ningún momento hay un foco dramático de interés capaz de transmitir el tono realista que Soderbergh intenta brindar.

El elenco es bueno, sobre todo McConaughey, pero la falta de originalidad y profundidad del relato impide que los actores sean apreciados en su real dimensión.

Conclusión: Puede que un público femenino se sienta atraído de ver a populares artistas desnudándose en escena, pero más allá de esa curiosidad este mediocre film carece de sustancia sin agregar alguna nota de emoción sobre bailarines de striptease que han elegido esta actividad como profesión habitual.  Jorge Gutman

6.7.12

CRISIS CONYUGAL


TAKE THIS WALTZ. Canadá, 2011. Un film escrito y dirigido por Sarah Polley. Elenco: Michelle Williams, Seth Rogen, Luke Kirby


Después de su promisorio debut como realizadora en Away from Her (2007), la joven actriz y directora canadiense Sarah Polley vuelve a ubicarse detrás de las cámaras en Take this Waltz para abordar un caso de adulterio. Aunque bien actuada y visualmente atractiva, la película no alcanza a generar entusiasmo suficiente así como tampoco empatía alguna hacia su principal personaje, en gran medida porque no está lo suficientemente descripto como para comprender bien sus motivaciones.


Michelle Williams anima a Margot, una joven cercana a los 30 años que vive en Toronto y está casada desde hace cinco años con su buen y afable marido Lou (Seth Rogen). En un viaje aéreo que efectúa desde Nova Scotia de retorno a su hogar, conoce en el aeropuerto a Daniel (Luke Kirby), de edad similar, entablando una conversación no del todo espontánea o natural. En la aeronave ambos tienen asignados asientos contiguos y en el aeropuerto de Toronto deciden compartir un taxi; al llegar al domicilio de Margot, ambos descienden del vehículo porque Daniel vive justo enfrente de su casa; es decir que son vecinos sin haberlo sabido antes.


Dejando de lado este tipo de casualidades, poco a poco se va reflejando un interés, entre curiosidad y atracción indefinida, que Margot siente por Daniel, observándolo a través de la ventana de su hogar. De ahí en más, y a partir de encuentros que se producen en la calle, va surgiendo entre ellos una relación platónica amistosa donde no es necesario ser muy perspicaz o intuitivo para imaginar cómo esta relación habrá de concluir.

Diferentes lecturas se pueden brindar a lo que Polley vuelca en su guión. En la descripción de la relación conyugal de Margot y su marido no hay nada que trasunte algún dejo anormal; por lo tanto, frente a lo que se observa parecería que ningún vínculo sentimental es duradero cuando se presenta una tercera persona capaz de despertar interés romántico en alguno de los cónyuges. Otra interpretación es que a pesar de la buena relación matrimonial, hay algo raro en la personalidad de Margot que la torna extraña y enigmática; por ejemplo, manifiesta un temor en las conexiones de los vuelos aéreos además de manifestar en sus gestos que algo interior le produce insatisfacción sin que quede claro qué es lo que realmente la inquieta o bien qué es lo que motiva su atracción por Daniel arriesgando de este modo un matrimonio bien avenido. En todo caso, hay una tensión sexual que se trasluce a lo largo del relato, incluyendo una escena muy bien resuelta y de cargado erotismo que se produce en una conversación entre Margot y Daniel, donde éste le describe qué es lo que sexualmente haría con ella si se presentara la oportunidad de efectuarlo.


Sería indiscreto anticipar el modo en que Polley resuelve la situación planteada en este triángulo amoroso. A pesar de que el film diste de brindar un relato consistente de desilusión conyugal como lo que se pudo apreciar en Blue Valentine(2010), el film se deja ver debido a un ritmo sostenido y por la muy buena interpretación de su elenco. Aunque su personaje resulte ambiguo, Williams logra una natural caracterización de una mujer descontenta que amando a su marido no puede evitar gustar de otro hombre. Rogen, excepcionalmente cálido, demuestra un completo dominio en un rol de envergadura dramática; por su parte, Kirby convence como el personaje exterior que amenaza la estabilidad conyugal de Margot y Lou; finalmente, Sarah Silverman se luce en un papel secundario como la hermana de Lou recuperándose de una adicción alcohólica.


Conclusión: Describiendo la crisis de una joven mujer casada, Polley ofrece un film serio aunque no completamente satisfactorio. Jorge Gutman





















UN DOCUMENTAL MUSICAL DE CARLOS SAURA

FLAMENCO, FLAMENCO. España, 2010. Dirección: Carlos Saura

Aunque gran parte de la filmografía de Carlos Saura está integrada por notables dramas (La Caza, Ana y los Lobos, La Prima Angélica, Cría Cuervos, etc.), a partir de los años 80 comenzó a incursionar en el género musical con la trilogía que abarcó a Bodas de Sangre (1981), Carmen (1983) y El Amor Brujo (1986). Transitando por ese sendero, posteriormente abordó la música flamenca en Sevillanas (1992) y sobre todo en Flamenco (1995), donde el público pudo apreciar la pasión que Saura siente por este valioso género, al haber traducido en bellas imágenes la música, el canto y la danza andaluza.

Quince años después, incursiona nuevamente en el género con Flamenco, Flamenco demostrando que esta veta resulta inagotable en la medida que van surgiendo nuevos valores artísticos que brindan su entusiasmo e imaginación para enriquecer aún más a esta valiosa expresión musical.

Es materia opinable si realmente este film encuadra dentro de lo que tradicionalmente se espera de un documental. Aquí no hay narrador alguno que provea comentarios, tampoco existen diálogos entre los artistas ni entrevistados que pudieran referirse a lo que se está contemplando. En tal sentido, el cineasta prefiere renunciar al enfoque narrativo para dejar que la sucesión de los números brindados constituya una información de lo que el género ofrece en la fusión de la imagen con el sonido mediante el canto y la danza; en otras palabras, Saura quiere que la música flamenca se exprese por sí misma sin necesidad de recurrir a ningún tipo de explicación que pudiera desnaturalizar su pureza artística. Eso no impide que Saura destaque su presencia a la hora de decidir la mejor ubicación de su cámara y la de sus intérpretes en un estudio prácticamente vacío que obra como escenario natural; ahora bien, para que el espectáculo logre plasmarse y adquiera belleza visual, ahí cuenta con la invalorable presencia del excepcional fotógrafo italiano Vittorio Storaro quien logra maravillas en todo lo que concierne con la iluminación del espectáculo.

Analizando su contenido propiamente dicho, el público tiene oportunidad de contemplar una antología que aborda diferentes estilos en donde no están ausentes, las farrucas, fandangos, bulerías y rumbas, entre otros, pero sin ninguna historia que los una.

Entre los artistas participantes hay algunos que hoy día son monstruos sagrados como en el caso de los guitarristas Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar y Tomatito; en lo vocal se destacan las voces de la veterana María Bala y de los cantaores Miguel Poveda y José Mercé; en las danzas, uno de los nombres destacados es el de la renombrada bailarina flamenca Sara Baras. El documental también incluye a nuevos y prestigiosos valores de la presente generación incluyendo, entre otros, a las cantaoras Estrella Morente y Ángeles Fernández, el joven cantaor Carlos Garcia, Eva “Yerbabuena” bailando en un magnífico dueto en la interpretación de una emotiva canción de cuna bajo una lluvia artificial, el bailaor y zapateador Farruquito, la bailarina y coreógrafa Rocío Molina, etc.


Conclusión. La conjunción de los valores descriptos permite asegurar que esta expresión del cante y baile hondos constituya un verdadero festín para los amantes del género. Jorge Gutman

























EL ENCUENTRO DE DOS MEDIOS HERMANOS



PEOPLE LIKE US. Estados Unidos, 2012. Un film de Alex Kurtzman. Elenco: Chris Pine, Elizabeth Banks, Michelle Pfeiffer


En su debut como director, Alex Kurtzman considera un tema humano y parcialmente autobiográfico sobre dos medios hermanos que no llegaron a conocerse hasta que la muerte del padre común termina reuniéndolos. Como una alternativa a los filmes de acción del actual período estival, esta historia llegará a interesar a una audiencia interesada en temas sustanciosos.


El guión del realizador escrito con Robert Orci y Jody Lambert, presenta a Sam (Chris Pine),un joven vendedor de rápida labia viviendo en Nueva York y que intempestivamente recibe la noticia de que su padre, un productor musical que vivió en California, ha fallecido. De inmediato y con el apoyo de su novia Hannah (Olivia Wilde), deciden partir a Los Ángeles para el funeral, aunque llegan poco después del mismo. Alejado de su madre Lilian (Michelle Pfeiffer) y sobre todo en materia afectiva de su difunto padre, Sam se entera de que éste le legó unos discos de vinilo y como último deseo le pide que haga llegar 150 mil dólares en dinero efectivo a Josh Davis (Michael Hall D’Addario), un niño de 11 años, a través de Frankie Davis (Elizabeth Banks), una humilde madre monoparental que trabaja en un bar para mantener a su hijo. Es en ese momento que Sam se entera de que esa mujer es su media hermana, concebida en la relación adúltera que su padre mantuvo con la madre de Frankie ya desaparecida.


Sam -una persona que nunca fue un ejemplo de conducta ética- dudando en cumplir con la voluntad de su padre comienza a entablar una relación con Frankie y su hijo pero ocultando su identidad y por lo tanto de que están vinculados familiarmente. A pesar de que Sam desea guardar el dinero para sí, a medida que comienza a conocer a Frankie y al niño para quien gradualmente se convierte en una especie de padre que nunca tuvo, sus intenciones cambiarán. La situación deviene más complicada cuando Frankie al ignorar su vínculo familiar con Sam cree que la está cortejando y comienza a sentirse interesada por él.


Si bien el film adolece en ciertos momentos de situaciones melodramáticas que podrían haber sido evitadas, en líneas generales el relato atrae y resulta convincente la descripción de cómo Sam y Frankie han ido moldeando sus personalidades, en un caso como hijo único de un hogar formalmente constituido y, en el otro, como hija ilegítima de un padre que nunca mantuvo un real acercamiento hacia ella.


Las interpretaciones son muy buenas. Pine va modificando gradualmente la naturaleza de su personaje para ir adquiriendo un gesto de nobleza y honradez al comprobar la vida no muy afortunada que le tocó vivir a su media hermana. Banks es muy convincente como la joven que luchando contra la adversidad en un principio se entrega al alcohol pero finalmente logra recuperarse de su vicio al tener un hijo por quien vivir y preocuparse; por su parte Pfeiffer logra transmitir la naturaleza de un personaje vulnerable que tuvo que tolerar la infidelidad y desinterés de su marido.


Conclusión: A pesar de extenderse más allá de lo necesario y de manipular la atención del espectador en determinadas ocasiones, este sentimental relato genera genuina emoción gracias a un elenco muy competente. Jorge Gutman

LA GUERRA CONTRA LA MUERTE

LA GUÈRRE EST DECLARÉE. Francia, 2011. Dirección: Valérie Donzelli. Distribución: Entertainment One/Seville (2012)



Aunque el duelo de haber perdido un hijo o estar por perderlo frente a una implacable enfermedad ya ha sido visto en más de una oportunidad, esta película tiene la característica de ser parcialmente autobiográfica donde la realizadora Valérie Donzelli traslada al cine los dramáticos años vividos al lado de su compañero Jérémie Elkaim en la lucha entablada para combatir el cáncer cerebral que afligió al pequeño hijo durante varios años.

El relato de ficción se basa en el guión escrito por ambos y también ha sido animado por ellos aunque los nombres utilizados sean diferentes. Todo comienza cuando Romeo (Elkaim) y Julieta (Donzelli) se conocen en un club nocturno y hacen referencia a la coincidencia de llamarse como los protagonistas del drama shakesperiano. Dicho encuentro produce el inmediato flechazo del amor a primera vista y lo cierto es que la vitalidad, entusiasmo y alegría de vivir que los anima se contagia fácilmente al público que los observa y que simpatiza con ellos.

La felicidad de la pareja se refuerza con la llegada de Adam (César Desseix), un infante que al poco tiempo de nacer llama la atención por estar llorando en forma permanente sin que sus padres puedan llegar a calmarlo; sin embargo, en un comienzo nada parece predecir que esa anomalía refleje aspectos que lleguen a alarmar; no obstante, cuando el bebé comienza a vomitar sin aparente causa, es sometido a un escáner cerebral que delata la presencia de un tumor maligno.

¿Cómo se reacciona frente a un drama semejante donde está en juego la vida de un hijo? A partir del temible veredicto, comienza para la pareja la etapa más dura tratando de aunar toda la fuerza posible y desplegando la máxima energía en el difícil trance de querer combatir todos los inconvenientes que presenta el tratamiento anticanceroso; todo ello dentro de un contexto donde las manifestaciones de solidaridad, apoyo y estímulos que surgen de sus familiares y amigos adquieren un importante rol.

El mérito de la realizadora es haber abordado el relato desdramatizándolo a través de situaciones de espontáneo humor. Aunque el film no deja de ilustrar la maquinaria burocrática del sistema hospitalario francés, la narración privilegia más el esfuerzo realizado por los padres conviviendo con la enfermedad del pequeño antes que enfatizar en los procedimientos médicos.

Los momentos de máxima tensión así como de profunda emoción surgen cuando Adam debe ser sometido a la intervención quirúrgica y los padres tratan de mantener una actitud esperanzadora con relación a la supervivencia del niño. Lo importante es que todo queda expuesto con sobriedad sin que el inherente aspecto sentimental de la situación planteada llegue a desbordar.

Tanto Donzelli como Elkaim se manifiestan con completa naturalidad; aunque este hecho no llega a sorprender al reproducir la odisea por la que atravesaron, con todo resulta audaz y valeroso que ellos mismos hayan resuelto representarse a sí mismos; también resulta inobjetable la actuación del pequeño Desseix y es muy emotivo apreciar el breve rol de Gabriel Elkaim encarnando, ya crecido, al hijo verdadero de la realizadora y de Jérémie.

El tono de liviandad del film utilizado por Donzelli, la simpatía que despiertan sus reales personajes y la atractiva banda sonora lo convierten, a pesar de su tema, en un terapéutico cuento de hadas que reafirma en todo momento el amor a la vida. Jorge Gutman

4.7.12

FESTIVAL DE JAZZ: DE UNA GRATA COMBINACIÓN DE CLÁSICO Y POPULAR, A UNA MÚSICA ÍNTIMA

El concierto de Jorane junto a I Musici de Montreal fue una sorprendente muestra de integración de calidad vocal e instrumental, mientras Marcio Faraco deleitó a su audiencia con la calidez de la bossa nova.



Comentario de Sergio Martínez

Una de esas interesantes sorpresas del Festival Internacional de Jazz de Montreal ha sido la aparición conjunta de la joven exponente de la canción québécoise, Jorane, y la celebrada orquesta I Musici de Montreal, esta vez bajo la batuta de Jean Marie Zeitouni. La combinación de estos dos elementos musicales de un trasfondo tan diferente funcionó muy bien, el armonioso toque de esta orquesta de cuerdas proveyó el contexto adecuado para la vibrante voz de Jorane, quien es también una ejecutante del cello, del cual se hizo acompañar a veces tocándolo con el arco al estilo clásico, o en otras pulseándolo con sus dedos más al estilo jazzístico.


Jorane se presentó junto a I Musici de Montreal
Como era de esperar, el repertorio de Jorane consistió principalmente de temas québécois, aunque para mi gusto su versión francesa del famoso tema “Suzanne” de Leonard Cohen fue particularmente encantadora.

Del ambiente espectacular y grandioso de la Maison Symphonique, donde tuvo lugar el concierto de Jorane e I Musici, uno se traslada ahora al ambiente mucho más íntimo del Savoy del Metrópolis, un espacio creado en ese cavernoso sitio de conciertos, para asistir a la presentación del brasileño Marcio Faraco, quien acompañado de Philip Baden-Powell al piano, ofreció una velada de suave y ensoñadora música brasileña, de esa que uno gustaría de escuchar mientras saborea una caipirinha (no tal cosa en el bar del Metrópolis, lamentablemente).
Marcio Faraco, dio un toque de bossa nova

Faraco deleitó al público con la versatilidad de su voz así como la habilidad en la ejecución de la guitarra, naturalmente su repertorio consistió primeramente de temas de su país, aunque también incluyó un tema que él mismo había escrito en francés.

El Festival Internacional de Jazz de Montreal culmina este sábado con el evento especial a cargo del dúo Chromeo, aunque hay una pequeña “colita” o agregado final para el día domingo 8 de julio: la Batalla de las Bandas a las 14 horas en el Teatro Maisonneuve presentando a la Orquesta de Duke Ellington versus la de Count Basie.