29.12.16

CINE EN LA PLAZA: LO MEJOR DE 2016

Crónica de Sergio Martínez

Revisando lo que fue lo mejor en las pantallas grandes—en base a lo que hemos visto en Montreal durante 2016—tenemos que constatar que, con respecto a años anteriores, ha habido un mayor predominio de la producción originada en Estados Unidos. En nuestra lista sólo contamos cuatro filmes provenientes de fuera de Hollywood: el coreano The Handmaiden, el canadiense Juste le fin du monde / It’s Just the End of the World, el británico-sudafricano Eye in the Sky y el australiano Lion. Por cierto esa abrumadora presencia hollywoodense no debe sorprender ya que al fin de cuentas, se trata de la más poderosa maquinaria en el medio cinematográfico mundial. Tampoco se trata de estereotipar esa producción: Hollywood produce una enorme cantidad de filmes muy malos, otros tantos que son mediocres, pero también algunos que bien merecen ser considerados como de alto valor artístico.

Hemos de empezar por tres menciones honrosas de este año:
Kubo and the Two Strings, animación al estilo japonés 
·         Kubo and the Two Strings (Dir. Travis Knight, USA). Un interesante trabajo de animación en el estilo de la bien conocida animación japonesa. La historia es también una fábula ambientada en Japón.
·         Snowden (Dir. Oliver Stone, USA). Con Joseph Gordon-Levitt en el rol del ex agente de la NSA gracias a quien se pudo saber de una serie de operaciones encubiertas emprendidas por los servicios de inteligencia estadounidenses.
·         Jackie (Dir. Pablo Larraín, USA). La primera incursión de este director chileno en el cine norteamericano y además abordando un tema y una figura muy emblemáticos en la historia contemporánea de Estados Unidos: Jackie Kennedy en el período inmediato al asesinato de su esposo, pero a su vez indagando en lo que representó John Kennedy en ese particular momento histórico. Kennedy—y su breve paso por la Casa Blanca representado con esa idea entre mística y ilusoria de Camelot—en definitiva quedando para siempre  en el imaginario popular norteamericano como un momento de promesa abruptamente interrumpido.

Iremos ahora en orden creciente indicando las mejores 10 películas de 2016:
10. Zootopia (Dir. Byron Howard, Rich Moore. USA). Uno de esos filmes de animación que reafirman aquello de que este género cinematográfico no es exclusivamente para niños. En los hechos, niños muy pequeños no logran comprenderlo plenamente. Zootopia es una impresionante fábula que a través de personajes zoomorfos en realidad presenta una vibrante imagen del mundo humano. Nuestra escena favorita es aquella en que los protagonistas deben hacer un trámite en una oficina pública y los que trabajan como burócratas son esos animales llamados perezosos (también conocidos como marmotas).

Colonel Powell (Helen Mirren) debe enfrentar
un dilema moral
9. Eye in the Sky (Dir. Gavin Hood, Reino Unido / Sudáfrica).  Con la excelente actuación de Helen Mirren como la coronel Katherine Powell, quien tiene que tomar una compleja decisión en este tiempo en que los drones permiten que en la guerra moderna pueda liquidarse a alguien a mucha distancia de los hechos. El dilema moral se plantea cuando para eliminar a una peligrosa banda terrorista y a su jefa en un país africano, se debe enviar un misil desde un drone. El problema es que junto a la casa donde se ocultan los terroristas, una chica se ha instalado para vender el pan que diariamente hace su madre. ¿Será la niña un daño colateral más?

El tema de las relaciones humanas 
es bien captado
en Juste le fin du monde de Xavier Dolan
8. Juste le fin du monde /It’s Just the End of the World (Dir.  Xavier Dolan, Canadá). Este notable joven director de la provincia de Quebec nunca deja de sorprendernos con sus minuciosas búsquedas en los recovecos de las relaciones humanas. En este caso, un exitoso escritor quebequense, avecindado hace años en Francia, retorna a su pequeño pueblo en Quebec para decirle a su familia que se halla enfermo de Sida y que va a morir. Pero el retorno no transcurre como él esperaría y pronto tiene que lidiar con  viejos conflictos intrafamiliares.

Intriga y erotismo en el film coreano The Handmaiden
7. The Handmaiden (Dir. Chan-wook Park, Corea del Sur). Ambientada en la época de la ocupación japonesa, esta es una historia en que se entremezclan la intriga, una buena dosis de erotismo y otro tanto de crueldad. Un inescrupuloso personaje busca la manera de casarse con una joven japonesa que no tiene otra familia que su tío, pero sí una abundante fortuna. Para mantenerse informado utiliza a una chica que es su cómplice y quien será colocada en el puesto de criada de la joven rica. La historia sin embargo va a tener muchas vueltas inesperadas. El film mantiene el interés de la audiencia hasta el final mismo de la historia.

6. Manchester by the Sea (Dir. Kenneth Lonergan, USA).  El protagonista (Casey Affleck) debe retornar al pueblo que hace unos años dejó, a raíz de un suceso que quiere olvidar. Ahora el motivo es la muerte de su hermano y el hecho que él tendrá que hacerse cargo de su sobrino adolescente. Pero las heridas que dejó el incidente de su anterior vida en el pueblo y que hasta entonces había querido dejar de lado, ahora vuelven a atormentarlo. Una excelente actuación de Affleck y una atmosfera gris y agobiante creada por la fotografía hacen de este film uno de los más impactantes, este año, a nivel emocional.

5. Arrival (Dir. Denis Villeneuve, USA). Los extraterrestres han arribado, pero en verdad este film no es tanto una historia de ciencia-ficción ni mucho menos de acción, sino más bien uno que se plantea un problema muy preciso: cómo comunicarnos con seres de otro planeta. Una lingüista (Amy Adams) es reclutada para intentar resolver este agudo problema comunicacional, del cual puede depender si la inesperada presencia extraterrestre debe ser resuelta mediante la búsqueda de diálogo o a través de la fuerza militar. Sin embargo si uno ha de preguntarse sobre el film mismo y su significado, al final la respuesta a esa interrogante está en la narrativa misma.

La La Land, un homenaje a la gran tradición
de cine musical de Hollywood
4. La La Land (Dir. Damien Chazelle, USA). Este es un encantador film musical, en los hechos es un tributo a la mejor tradición del cine musical de Hollywood. Vemos citas de filmes famosos de este género como los bailarines en la escena inicial que nos van a recordar a West Side Story, otras en que se nos recuerda Singing in the Rain, o An American in Paris, sin olvidar los pasos de baile que hicieron famosos a Fred Astaire, Ginger Rogers o Gene Kelly. Por otro lado, esta es una película en que las canciones y la música están plenamente justificadas e integradas en el contexto de la narrativa. Excelentes actuaciones de Ryan Gosling como el pianista que sueña con su club de jazz y la encantadora Emma Stone, la aspirante a actriz, que es camarera en un café y que también tiene sus sueños.

La rebeldía de Captain Fantastic
3. Captain Fantastic (Dir. Matt Ross, USA). El choque entre civilización, tal como se la entiende convencionalmente, y la vida libre de una suerte de utopía mezcla de hipismo, ecologismo y politización radical, se llega a producir cuando el protagonista (Viggo Mortensen) que vive con sus hijos en una aislada área boscosa del oeste norteamericano, se ve obligado a marchar a la ciudad con sus hijos debido a la enfermedad y muerte de la esposa. Recriminaciones le llueven por parte de quienes lo culpan por la muerte de su mujer. Para peor, su suegro lanza una demanda judicial para pedir la custodia de los niños. Esta es una película que describe muy bien las situaciones en juego, y que tampoco escatima críticas al estilo de vida alternativo que se propone por parte del padre libertario, que también tiene arranques autoritarios.
Era la peor cantante de ópera, pero cantó en el
Carnegie Hall

2. Florence Foster Jenkins (Dir. Stephen Friars, USA). Basada en la historia real de esta mujer, una patrocinadora de las artes, especialmente la música en Nueva York, en un momento eso sí ella quiere ir más allá: ella quiere cantar, y quiere hacerlo nada menos que en el Carnegie Hall. Hay algo de manipuladora y de ingenua en Florence (interpretada magistralmente por Meryl Streep) como de encantador y protector en su compañero (también muy bien encarnado por Hugh Grant). En última instancia ella efectivamente logra cantar en el Carnegie Hall, incluso graba discos. Era la peor cantante de ópera de la historia. Un film lleno de encanto, de humor y de agudas observaciones sobre el ser humano.

Lion: una larga odisea desde la India a Australia
1.            Lion (Dir. Garth Davis, Australia). Basada en la historia real de un niño de la India, de familia muy pobre, que insiste en acompañar a su hermano mayor en un trabajo nocturno. El chico debe quedar solo mientras su hermano sale de la estación de trenes a buscar su trabajo, como siente frío se mete al vagón de uno de los trenes, súbitamente el tren parte y no para hasta unos mil quinientos kilómetros más lejos. El chico, a ese momento de 5 años, llega a otra ciudad, donde no habla el idioma local y es finalmente enviado a un orfelinato. Una familia australiana lo adopta y una nueva vida comienza para él. Ahora un joven exitoso en su carrera, el muchacho (Dev Patel) un día decide reencontrarse con sus orígenes. (Él reconstruye su odisea de niño con ayuda de los mapas de Google, hecho que algunos críticos subrayan demasiado, sin embargo eso es sólo un elemento accesorio, pero el hecho que algunos lo resalten tanto sólo indica cierta incapacidad para distinguir entre lo esencial y lo incidental en una historia). Ese impulso a re-trazar su viaje en tren de niño, lo llevará a dar con sus identidades, tanto la actual, como la que había dejado cuando sólo tenía 5 años.

Se trata de un film muy poético, de una narrativa sobria y con excelentes actuaciones del ya mencionado Patel y de Nicole Kidman, como la madre adoptiva del niño.

3.10.16

EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE TORONTO, MÁS ALLÁ DE LAS GALAS

La 41ª edición del Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF por su sigla en inglés) una vez más se constituyó en la más significativa cita de la industria y el arte cinematográfico mundial en Norteamérica. Hubo una razonable presencia de cine internacional, aunque al final lo que tiene más peso es la producción de Hollywood.

Comentario de Sergio Martínez

Leonardo Di Caprio firma autógrafos en la King Street
Considerado como el segundo festival más importante del mundo después del de Cannes, el TIFF responde bien a las expectativas de los medios así como del público: en la pantalla vemos filmes de alta calidad y es un evento bien organizado, en que al parecer nada queda entregado al azar, incluso los fans que se congregan frente a las salas adonde llegan sus actores y actrices favoritos, tienen asignado un lugar señalado. Las filas para ingresar a los diversos cines tienen también su propia forma de ingreso, cuidadosamente regulada por facilitadores atentos a la circulación de los espectadores, secundados por voluntarios que informan a los asistentes donde tienen que hacer fila. El sistema nos parece un poco complicado al principio, pero en la medida que uno lo puede entender, funciona bien, aunque en algunos casos no puede impedir que uno espere ordenadamente e igual se quede sin poder entrar a una función.

Una cosa que como periodista de un medio relativamente pequeño nos ha tocado en carne propia es la percepción que para el equipo de prensa del TIFF no toda la gente acreditada como periodista es igual. Como en La granja de los animales, algunos son “más iguales que otros”. Periodistas acreditados por grandes medios de Canadá y Estados Unidos obtienen una acreditación de “primera clase” para toda la duración del evento, el resto obtiene sólo por algunos días (en mi caso de todos modos había programado estar sólo cuatro días ya que tenía otros compromisos en Montreal), algo que según se nos explica por uno de los encargados de las relaciones de prensa, es debido al alto número de solicitudes de acreditación. “Si les diéramos pleno acceso a todos reduciríamos el acceso del público” se nos dice. Naturalmente ello también repercutiría negativamente en los ingresos del TIFF. O.K. concedamos el punto, aunque a veces medios pequeños y medianos hacen una cobertura cuantitativamente mayor que los grandes como The New York Times o algunas cadenas televisivas. En lo que sí no hay justificación es en que este año al menos (el año pasado no fue el caso) al acreditarnos se nos haya negado el bolso conteniendo variada información sobre el festival y la ciudad que los acreditados de medios “importantes” sí recibían. Eso no es más que tacañería y mezquindad de mala clase ya que estamos seguro que una vez finalizado el TIFF deben quedar varias docenas de esos bolsos que ya no pueden ser re-utilizados el año próximo porque tienen la fecha de este año. Además ese pequeño gesto de cortesía no implica un gasto mayor.

Y un último detalle: aquí en Montreal algunos periodistas hablarán muy mal del Festival de Filmes del Mundo (FFM), ahora acosado por carencia de fondos, pero hasta hace poco, cuando contaba con los recursos o los auspiciadores adecuados, el FFM proveía a todos los periodistas e invitados un salón de hospitalidad de bastante amplitud, además con cerveza y otros refrescos gratuitos, el que servía para desarrollar redes de contacto con colegas y cineastas. Nada de eso se da en el TIFF donde la atmósfera es mucho más formal y fría, por cierto uno puede asistir a algunas de las muchas veladas que ofrecen diversas compañías productoras, pero—créannos o no—sin esa convivialidad que se daba en los mejores tiempos del FFM. Incluso la sala de prensa dispuesta con computadoras para el trabajo de los periodistas es bastante pequeña e inadecuada, considerando el número de reporteros y críticos acreditados.

LO MEJOR DE LO QUE VIMOS
The Limehouse Golem (El Golem del barrio Limehouse),
dirigida por Juan Carlos Medina: de lo mejor que vimos
Un film ambientado en el Londres de 1880 dirigido por el español Juan Carlos Medina fue a nuestro juicio lo mejor que tuvimos ocasión de ver. The Limehouse Golem (El Golem del barrio de Limehouse) una co-producción de Gran Bretaña y España, es una de esas historias que fascinan tanto por la muy bien lograda ambientación de la época, como por la imprevisibilidad de la trama. Basada en una novela de Peter Ackroyd, la película nos presenta un Londres oscuro y sórdido, sus habitantes aterrorizados por un criminal en serie que se hace llamar “el Golem” –en referencia a una leyenda judía medioeval—el siniestro criminal sin embargo no muestra en sus asesinatos algún patrón de conducta especial, entre sus víctimas hay una pareja pobre, un bien conocido rabino, mujeres y hombres acomodados, un enano artista. La tarea de investigar recae en el Inspector Kildare (Bill Nighy), quien durante su trabajo se cruza con otro caso, el de Elizabeth Cree (Olivia Cooke), artista de un music hall quien está acusada de haber envenenado a su esposo. Los dos casos se entrelazan cuando Kildare descubre que el hombre envenenado es uno de los sospechosos de ser el siniestro Golem. La historia tiene numerosos vuelcos que en última instancia culminan en un final imprevisible.

Otro film que nos ha parecido especialmente sobresaliente ha sido Vaya, dirigido por Akin Omatoso, producido por Sudáfrica, el que nos muestra las vicisitudes de tres personajes cuyas vidas se intercalarán: una chica que viaja a Johannesburgo acompañada por su joven tía Zanele a fin de ver a su madre, supuestamente una exitosa cantante, Nkulu, un joven que viaja para recuperar el cuerpo de su padre recientemente fallecido, y Nhlanhla, a quien un pariente en la ciudad le ha ofrecido un trabajo. Naturalmente las cosas no son como ellos creen que son y hasta  su propia presencia allí agregará a la complejidad de las situaciones. El film muestra un excelente desarrollo argumental y la actuación es bastante sólida y convincente.

El film de Nueva Zelandia The Rehearsal (El ensayo) dirigido por Alison Maclean nos atrajo por su estructura simple mientras al mismo tiempo desarrolla un complejo tema en que se producen sentimientos encontrados de lealtad y compromiso artístico. El joven Stanley (James Rolleston), recientemente ingresado a la escuela de teatro, va poco a poco introduciéndose en el proceso de actuación. Trabajando con un grupo de otros de sus compañeros, debe montar un proyecto teatral al final del año. En el intertanto, ha conocido y se ha enamorado de una chica cuya hermana se ha visto envuelta en un escándalo sexual en el club de tenis que ambas frecuentan. Para mala suerte de Stanley, su grupo ha escogido ese incidente como foco de su proyecto teatral, lo que naturalmente tensionará la relación con su enamorada.
Jesús, de Fernando Guzzoni, una juventud
violenta en Chile

Jesús, es el título del film del chileno Fernando Guzzoni, el que en realidad alude al nombre del protagonista, un muchacho que le gusta el baile, algo de drogas y licor, pero por sobre todo pasar un buen rato con sus amigos. Su padre debe viajar a menudo por lo que Jesús está gran parte del tiempo solo. En un arranque celebratorio de alcohol y droga en un parque de la ciudad, él y dos de sus amigos se embarcan en un acto de violencia contra otro muchacho con fatales consecuencias, lo que alterará su vida para siempre. También reconfigurará la relación con su padre.

En el documental  Karl Marx City, la co-realizadora persigue
dilucidar una inquietante duda
Karl Marx City documental de Petra Epperlein and Michael Tucker es notable por el acopio de material de archivo que contiene, el cual está bien seleccionado para dar una idea de qué ocurría en esos años de la desaparecida República Democrática Alemana (RDA), el nombre oficial de Alemania Oriental. La co-realizadora tiene un interés personal en dilucidar una duda que le inquieta, la que documenta abiertamente en su película: ¿fue su padre—ahora ya fallecido—un informante de la Stasi?

Y LO PEOR
Dos de los filmes que tuvimos ocasión de ver nos han parecido merecedores de ser catalogados derechamente como malos: We Are Never Alone (Nunca estamos solos), dirigido por Piotr Vaclav de la República Checa es una comedia negra, con un ritmo sumamente lento y con una historia de poco vuelo imaginativo.

La caja vacía de Claire St. Luce: personaje poco
desarrollado y trama inconsistente
La caja vacía, película dirigida por la mexicana de origen haitiano Claire Saint-Luce también debemos ponerla en esta lista de lo peor del festival. Se trata de la historia de una mujer joven, que por circunstancias imprevistas se hace cargo de su padre que ha entrado en una etapa de senilidad. La narrativa no está conectada de un modo efectivo, la edición es poco coherente, el personaje de la mujer está poco desarrollado y la trama muestra inconsistencias.

El TIFF concedió el premio Platform al director chileno Pablo Larraín, por su film Jackie que fue presentado en Toronto y verá pronto su estreno comercial. Un notable éxito para este brillante realizador chileno cuya película Neruda también exhibida en Toronto, será presentada en el Festival del Nuevo Cine de Montreal.

29.9.16

JUSTE LA FIN DU MONDE, EL NUEVO FILM DE XAVIER DOLAN

Comentario de Sergio Martínez

Louis (Gaspard Ulliel) regresa a su pequeño
pueblo sin saber qué le espera
El recientemente estrenado film Juste la fin du monde / It’s Just the End of the World, dirigido por Xavier Dolan, ganador del Premio del Jurado en el Festival de Cannes y presentado en el Festival Internacional de Toronto, ha sido recibido con opiniones encontradas por parte de la crítica. Nuestra opinión tiende a estar del lado de las opiniones favorables. Dolan ha tocado en varias ocasiones el tema de la familia, en esto él sigue consistentemente en su visión crítica de la familia contemporánea.


Su título en español sería “Es sólo el fin del mundo” y traduce precisamente el estado de ánimo del protagonista y narrador de la historia, Louis (Gaspard Ulliel), un exitoso dramaturgo que reside en Francia, de orientación gay, y a quien le queda poco tiempo de vida.  Es por tal motivo, que después de una larga ausencia, Louis retorna a encontrarse con su familia en una pequeña localidad de Quebec y ponerla al tanto de su condición. No se explicita la causa de su inminente muerte aunque obviamente debe ser por contagio del Sida, tampoco es muy claro qué motivó su alejamiento aunque al rememorar momentos de su vida anterior se insinúa que es su orientación sexual la que debe haber provocado ese quiebre.

A su retorno Louis no va a hallar algún reencuentro emocional con su familia, por el contrario, las viejas rencillas y odiosidades están aun vivas, especialmente por parte de su hermano Antoine (Vincent Cassel), un individuo de poca educación, que no oculta el resentimiento por su hermano. Suzanne (Léa Seydoux), la hermana menor y su madre (Nathalie Baye) son las únicas que sienten una genuina alegría por el regreso de Louis, pero la primera era muy joven y tiene memorias muy escasas de su hermano además de estar muy consumida por sus propias ansiedades actuales, en tanto que la segunda ya no parece estar en todos sus cabales. La única con la que tiene un cierto grado de comunicación es la esposa de Antoine, Catherine (Marion Cotillard) quien a pesar de estar dominada por su autoritario marido y de ser la sola persona que Louis no conocía de antes, es la más perceptiva en relación al motivo de la visita de su cuñado.
Catherine (Marion Cotillard) y Vicent Cassel (Antoine)
 forman una dispar pareja



Juste la fin du monde está basado en la obra de teatro escrita por Jean-Luc Lagarce, en una adaptación del propio Dolan, que escribió el guión. Es precisamente ese uno de los aspectos que podríamos criticar de la película, sus diálogos son muy teatrales, falta algo de fluidez en ellos lo que delata su origen. Sin embargo, como conclusión diríamos que se trata de un film que vale la pena ver, es un agudo examen crítico de la familia, en este caso una todavía anclada en las costumbres y moldes de pensamiento de una comunidad rural en Quebec, pero que sin embargo nos puede hacer pensar de esos rasgos ideológicos de la familia contemporánea donde a pesar de todo, prejuicios y comportamientos como el autoritarismo todavía están muy presentes.
Suzanne (Léa Seydoux), tiene un genuino interés
en reencontrarse con su hermano




Aparte del estilo teatral del film—que a lo mejor es un elemento intencional del cineasta—cabe destacar un buen trabajo de montaje y una actuación muy sólida, especialmente de Vincent Cassel y Nathalie Baye. Un film que recomendamos ver.