Comentario de
Sergio Martínez
Louis (Gaspard Ulliel) regresa a su pequeño pueblo sin saber qué le espera |
El recientemente
estrenado film Juste la fin du monde / It’s Just the End of the World, dirigido
por Xavier Dolan, ganador del Premio del Jurado en el Festival de Cannes y
presentado en el Festival Internacional de Toronto, ha sido recibido con
opiniones encontradas por parte de la crítica. Nuestra opinión tiende a estar
del lado de las opiniones favorables. Dolan ha tocado en varias ocasiones el
tema de la familia, en esto él sigue consistentemente en su visión crítica de
la familia contemporánea.
Su título en español sería “Es sólo el fin del mundo” y traduce precisamente el estado de ánimo del protagonista y narrador de la historia, Louis (Gaspard Ulliel), un exitoso dramaturgo que reside en Francia, de orientación gay, y a quien le queda poco tiempo de vida. Es por tal motivo, que después de una larga ausencia, Louis retorna a encontrarse con su familia en una pequeña localidad de Quebec y ponerla al tanto de su condición. No se explicita la causa de su inminente muerte aunque obviamente debe ser por contagio del Sida, tampoco es muy claro qué motivó su alejamiento aunque al rememorar momentos de su vida anterior se insinúa que es su orientación sexual la que debe haber provocado ese quiebre.
A su retorno
Louis no va a hallar algún reencuentro emocional con su familia, por el
contrario, las viejas rencillas y odiosidades están aun vivas, especialmente
por parte de su hermano Antoine (Vincent Cassel), un individuo de poca
educación, que no oculta el resentimiento por su hermano. Suzanne (Léa Seydoux),
la hermana menor y su madre (Nathalie Baye) son las únicas que sienten una
genuina alegría por el regreso de Louis, pero la primera era muy joven y tiene
memorias muy escasas de su hermano además de estar muy consumida por sus
propias ansiedades actuales, en tanto que la segunda ya no parece estar en
todos sus cabales. La única con la que tiene un cierto grado de comunicación es
la esposa de Antoine, Catherine (Marion Cotillard) quien a pesar de estar
dominada por su autoritario marido y de ser la sola persona que Louis no
conocía de antes, es la más perceptiva en relación al motivo de la visita de su
cuñado.
Catherine (Marion Cotillard) y Vicent Cassel (Antoine) forman una dispar pareja |
Juste la fin du
monde está basado en la obra de teatro escrita por Jean-Luc Lagarce, en una
adaptación del propio Dolan, que escribió el guión. Es precisamente ese uno de
los aspectos que podríamos criticar de la película, sus diálogos son muy
teatrales, falta algo de fluidez en ellos lo que delata su origen. Sin embargo,
como conclusión diríamos que se trata de un film que vale la pena ver, es un
agudo examen crítico de la familia, en este caso una todavía anclada en las
costumbres y moldes de pensamiento de una comunidad rural en Quebec, pero que
sin embargo nos puede hacer pensar de esos rasgos ideológicos de la familia
contemporánea donde a pesar de todo, prejuicios y comportamientos como el
autoritarismo todavía están muy presentes.
Aparte del estilo teatral del film—que a lo mejor es un elemento intencional del cineasta—cabe destacar un buen trabajo de montaje y una actuación muy sólida, especialmente de Vincent Cassel y Nathalie Baye. Un film que recomendamos ver.