De pronto el amanecer de Silvio Caiozzi ganó el Grand Prix des Amériques en
tanto que el Premio del Jurado fue para Dear Etranger de Yukiko Mishima (Japón).
The Return de Chul Heo (Corea del Sur) obtuvo el Zenit de Oro como mejor
primera obra.
Crónica de Sergio Martínez
La película chilena que ganó el primer premio en el Festival de Filmes del
Mundo de Montreal cuenta en una forma de relatos paralelos—pasado, presente y
desarrollo de lo que va siendo la construcción de la novela que escribe el
personaje central—la historia de Pancho Veloso (Julio Jung) quien decide
regresar al pueblo donde había nacido y crecido, en Chiloé, en la Patagonia
chilena. Hacía 40 años que había salido de allí, habiéndose trasladado a
Santiago, la capital, donde había llegado a ser un periodista de cierto
renombre, aunque su verdadera aspiración es escribir una novela que
efectivamente lo consagre como un autor serio.
Sergio Hernández y Julio Jung en el film De pronto el amanecer de Silvio Caiozzi |
El viaje a su pequeño pueblo tiene pues esos elementos de nostalgia,
búsqueda de los días de infancia y juventud, y sobre todo, el recuerdo de quien
fuera su gran amor de juventud. Por cierto ya nada de eso está allí, y el
personaje debe enfrentar esta dualidad existencial de buscar algo que ya no
existe más sino sólo como memoria, pero que aun aspira encontrar. Eso es además
lo que debe ser la fuente inspiradora de la novela en la cual está trabajando.
Esto último no siempre sienta bien con su mejor amigo que en algún momento le
reprocha que lo que él busque en sus amigos sea “inspiración” más que el valor
de la amistad y su reencuentro.
El director chileno Silvio Caiozzi durante la entrega de premios |
Un bien merecido galardón, se trata de un film bien logrado tanto en las imágenes como en la solidez de la actuación y sobre todo, una excelente creación del ambiente del pequeño pueblo, desde su paisaje natural al entorno social y humano, donde reinan factores ambivalentes de solidaridad y habladurías, de lealtades y de pequeñas traiciones. El golpe militar de 1973, aunque no es el foco central de la historia, sí va a tener un importante efecto sobre las decisiones que el entonces joven Veloso va a tomar.
El Premio del Jurado (segundo premio) fue para el film japonés Dear
Etranger de Yukiko Mishima. El título deliberadamente mezcla una palabra
inglesa con una francesa, indicando la suerte de ambigüedad en las que se va a
mover el personaje principal. Él es un padre casado en segundas nupcias con una
mujer que tiene dos hijas, una que empieza su adolescencia y otra chiquita. Por
su parte él también tiene una hija de su primer matrimonio, también iniciando
su adolescencia. Lo interesante del film es el tratamiento del tema del
“padrastro” y su relación con los hijos o hijas en este caso, de su pareja. Un
tema poco explorado y que en particular en este caso, y probablemente por
factores propios de la cultura familiar japonesa, adquiere rasgos más
conflictivos y problemáticos que en otras sociedades.
Premio del jurado para
el film japonés
Dear Etranger
|
El premio a la mejor dirección fue para Maciej Sobieszczanski por el film La
Réconciliation (Zgoda) de Polonia. También un premio merecido para un director
que logró con acierto describir de un modo descarnado lo que en su país debe
ser todavía un tema delicado, si no tabú: el tratamiento que al finalizar la
guerra los polacos dieron a los alemanes capturados y polacos colaboradores, un
tratamiento que estuvo marcado por la brutalidad que desata el afán de
venganza.
El premio a la mejor actriz fue para Irena Kovacevic por su actuación en el film Les Bases de
Meurtres (Družinica) de Jan Cvitkovic (co-producción de Eslovenia y
Serbia).
Escena del film checo A Prominent Patient |
El premio al mejor actor fue discernido a Karel Roden protagonista del film A Prominent Patient (Masaryk) de Julius Ševcík (co-producción República Checa-Eslovaquia). El actor personifica de un modo muy realista los rasgos contradictorios de quien fuera una notable figura política en Checoslovaquia durante el período entre las dos guerras mundiales.
El premio al mejor guión fue adjudicado a Hosein Namazi por el guión de su
film Appendix (Iran). En tanto que el director del film chino The Hidden Sword,
Xu Haofeng, ganó el premio a la mejor
contribución artística.
En la competencia de Primeras Obras, el Zenit de Oro (Primer Premio) fue
adjudicado al film sudcoreano The Return
(Dolaonda) de Chul Heo. El Zenit de Plata fue para Sweet Parents de
David Bly (co-producción Canadá-EE.UU.)
y el Zenit de Bronce fue para Les Éléphants Perdus de Claude Andrieux (Francia).
¿Y EL FUTURO DEL FESTIVAL?
Como ya se ha venido sintiendo desde hace unos años, el Festival de Filmes
del Mundo de Montreal cada vez se encuentra con mayores problemas derivados de
su falta de financiamiento. Problemas que su vez repercuten en una notable desorganización,
aunque decimos esto sin desmerecer el esfuerzo hecho por los voluntarios que
manejaron casi todos los aspectos prácticos del evento. Sin embargo, sólo un
día antes en conferencia de prensa, su director Serge Losique y el principal
accionista de Quebecor, Pierre Karl Péladeau, anunciaron que este último
consorcio se haría cargo de la deuda que arrastraba el histórico Cine Imperial,
lo cual dio un cierto respiro para asegurar la continuidad de la sala del
Festival. Los detalles de ese acuerdo entre Losique y Péladeau no se han dado a
conocer y no es claro si el apoyo económico se extenderá al festival mismo.
En cualquier caso, Serge Losique en la ceremonia de clausura volvió a
mostrarse desafiante y anunció la fecha de la 42ª edición del evento que deberá
tener lugar entre el 23 de agosto y el 3 de septiembre de 2018. Losique incluso
anticipó la fecha de la edición de 2019. Además—por si alguien tuviera algunas
dudas—aseguró que su estado de salud es bastante bueno (Losique tiene 84 años,
pero se mantiene alerta y con la voluntad—otros dirán porfía—por seguir sacando
su festival adelante).
Por cierto el tema tiene muchas aristas, pero hay cosas que no se pueden
negar: Losique tiene muchos enemigos, tanto en los medios como en las agencias gubernamentales que son las que
financian la mayor parte de estos eventos: Telefilm Canada a nivel federal, y
SODEC a nivel provincial. Los medios en general han ignorado el festival, la
emisora local de la CBC no le dio ni un minuto de tiempo de pantalla aun cuando
esa estación a veces ha cubierto hasta los pequeños festivales de barrio, sin
contar otras coberturas triviales, la prensa escrita viene hostigando a Losique
desde hace tiempo, el año pasado Brendan Kelly, un comentarista de The Gazette,
llamó de un modo muy duro a que Losique matara su festival, los periodistas de
medios francófonos han sido igualmente duros en culpar a Losique por el estado
del festival. Aunque como en todas las cosas, hay también otro lado de la
historia. Fundamentalmente que si bien Losique puede ser todo lo autoritario
que se quiera, por otro lado los burócratas a cargo de Telefilm Canada y SODEC
no lo son menos. Estos burócratas hace ya tiempo que decidieron matar el
Festival de Filmes del Mundo, en 2005 incluso levantaron un evento paralelo
(Festival Internacional de Cine de Montreal) que fue un fiasco, duró un solo
año y costó millones de dólares a las dos agencias gubernamentales que lo financiaron.
(¿Alguien les pidió cuenta por ese malgasto de fondos de todos los
contribuyentes?)
Más allá de quien tiene razón, lo cierto es que ha sido gracias a Losique y
al Festival de Filmes del Mundo que por lo menos el cine latinoamericano se ha
dado a conocer en Montreal. Antes de que este festival empezara a mostrar los
filmes de Subiela, Lombardi, Littin, Caiozzi, entre muchos otros, nadie en Montreal o en Quebec había oído hablar
de cine de América Latina. Y lo mismo vale para el cine español, africano,
chino, etc. Esto hace entonces pensar que el afán de Telefilm Canada y SODEC simplemente
refleja uno de los males de las políticas culturales en Canadá en general y en
particular en Quebec: el que se deje el poder decisorio en manos de burócratas
que toman partido de acuerdo a sus propias simpatías e intereses en esto de
adjudicar fondos a tal o cual evento. Se dirá que en esto no hay alternativa,
que peor sería que las decisiones las tomaran los políticos (ministros u otros
designados por el partido del gobierno de turno). Puede ser, pero al menos los políticos en tanto funcionarios
electos, tienen que responder a la ciudadanía y si su desempeño es
incompetente, arbitrario o derechamente corrupto, al menos hay la posibilidad
de removerlos en la próxima elección. Los burócratas en cambio son
prácticamente inamovibles y no responden a persona alguna.
Serge Losique ya anunció la fecha de la próxima edición del Festival de Filmes del Mundo en 2018 |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario