Comentario
de Sergio Martínez
El año que
acaba de terminar fue prolífico con respecto a las buenas producciones
exhibidas en Montreal, elegir las mejores películas ha sido entonces un trabajo
difícil. Sin embargo, aquí va una selección personal de los diez mejores filmes de 2018, más algunos que estuvieron muy cerca de estar también en la lista. Este
inventario sólo incluye películas estrenadas comercialmente. En algunos casos,
según su pertinencia, los títulos han sido traducidos libremente, en otros se
han conservado sus títulos originales. En orden ascendente, los diez mejores
son:
Diez: BOHEMIAN
RHAPSODY (EE. UU.). Dirigida por Bryan Singer. Una brillante película
biográfica del vocalista de Queen, Fred Mercury, con un sólido desempeño de
Rami Malek. ¡Buena música también!
Nueve: UNA
MUJER FANTÁSTICA (Chile). Dirigida por Sebastián Lelio. Ganadora del Oscar a la
mejor película en lengua extranjera, esta película presenta una visión emocionalmente
cargada de la vida de una mujer transgénero, y su lucha por el amor y la
dignidad en una sociedad sexista.
Ocho: OJOS SOBRE JULIETA (Canadá). Dirigida por Kim Nguyen. Una historia original donde el
amor y la tecnología se cruzan.
Siete:
VICE (EE.UU.). Dirigida por Adam McKay. Dick Cheney: el poder detrás del trono
durante la presidencia de George W. Bush. Una mirada intensa y, a veces,
irónica a la política estadounidense detrás de bambalinas.
Seis:
WIDOWS (EE. UU.). Dirigida por Steve McQueen III. En ausencia de los miembros
masculinos de la pandilla, sus viudas toman su lugar, con una venganza.
Cinco: LA
ESPOSA (EE.UU.). Dirigida por Bjorn Runge. Un ganador del Premio Nobel de
Literatura que tiene algunos secretos inesperados. La esposa (excelente
actuación de Glenn Close, merecedora de un Oscar), tiene la clave de esos
secretos.
Cuatro: LIBRO VERDE (EE. UU.). Dirigida por Peter Farrelly. Un pianista negro en Nueva York contrata a un chofer italiano-estadounidense para una gira por el Sur profundo. A pesar de sus diferencias, los dos encontrarían un terreno común.
Tres: ISLA
DE PERROS (EE. UU.). Dirigida por Wes Anderson. Una gran película de animación
ambientada en un distópico Japón del futuro: la película tiene el toque
surrealista de Anderson, pero también es una visión irónica y crítica de la
autoridad abusiva.
Dos: BAD
TIMES EN EL ROYALE (EE. UU.). Dirigida por Drew Goddard. Desafortunadamente,
esta película no estuvo en pantalla mucho tiempo en Montreal. Con una narrativa
que se asemeja a la de Memento por el entrelazamiento de eventos y
tiempos, presenta una historia hermosa, aunque violenta, con una narrativa cautivante
y una impecable realización.
Uno: SI
BEALE STREET PUDIERA HABLAR (EE. UU.). Dirigida por Barry Jenkins. Esta
película cargada de emociones, ambientada en Harlem a principios de la década
de 1970, cuenta la historia de amor de una pareja negra desafiada por el
prejuicio, el racismo y también la falta de comprensión de parte de la familia
de la mujer.
MENCIONES
HONROSAS
También
deberíamos considerar algunas otras películas notables exhibidas en Montreal
este año, que merecen ser mencionadas entre las mejores de 2018, sin ningún
orden en particular, ellas son:
NACE UNA
ESTRELLA (EE. UU., Bradley Cooper), BEN VUELVE (EE. UU., Peter Hedges), LOS
INCREÍBLES 2 (EE. UU., Brad Bird), LO QUE HABÍA (EE.UU., Elizabeth Chomko),
SHOPLIFTERS (Japón, Hirokazu Koreeda), EL PRIMER HOMBRE (EE. UU., Damien Chazelle),
FRONT RUNNER (EE. UU., Jason Reitman), ME SIENTO BONITA (EE. UU., Abby Kohn y
Marc Silverstein), NO SE PREOCUPE, A PIÉ NO IRÁ MUY LEJOS (EE. UU., Gus Van
Sant) A LA PUERTA DE LA ETERNIDAD (EE. UU., Julian Schnabel), BIENVENIDOS A
MARWEN (EE. UU., Robert Zemeckis), SMALLFOOT (EE. UU., Karey Kirkpatrick),
OCEAN'S EIGHT (EE. UU., Gary Ross), FOXTROT (Israel, Samuel Maoz), LA MUERTE DE
STALIN (Reino Unido, Armando Iannucci), EL VIEJO Y LA PISTOLA (EE.UU., David
Lowery), GUERRA FRÍA (Polonia, Pawel Pawlikowski), EL INSULTO (Líbano, Ziad
Doueiri).
DOMINACIÓN
DE HOLLYWOOD
No es
sorprendente que las películas producidas en Estados Unidos dominen la lista,
con sólo unas pocas excepciones. Este dominio es básicamente una situación de
mercado, a su vez, creada por el poder económico, no una indicación de una
calidad superior, de hecho, los asistentes a los festivales de cine podrían dar
fe de la alta calidad de las producciones de muchas otras partes del mundo,
pero que al no tener compradores entre las distribuidoras locales, no llegan a
las pantallas comerciales. En cualquier caso, muchas de estas producciones de
los Estados Unidos tienen puntos de vista críticos de las prácticas del
gobierno, la sociedad y la política estadounidenses, lo que también las hace
interesantes.