15.1.24

CINE EN LA PLAZA: FREUD’S LAST SESSION (LA ÚLTIMA SESIÓN DE FREUD)—Dios en el banquillo

Comentario de Sergio Martínez

La película, dirigida por Matthew Brown, se inicia con el episodio de la irrupción de agentes de la Gestapo en la casa de Sigmund Freud (Anthony Hopkins) en Viena, suceso que llevaría a su exilio en Londres, donde moriría poco tiempo después. Freud siempre había sentido un gran aprecio por Viena, por esto, su forzada salida habría contribuido al empeoramiento de su salud. Probablemente había exacerbado también su sentido crítico y el tono iracundo de sus intervenciones. A esa altura de su vida, él también estaba bregando con el avanzado cáncer a su mandíbula.

No hay registro alguno que ese encuentro entre el padre del psicoanálisis y el escritor C.S. Lewis (Matthew Goode) haya tenido lugar, pero eso no es obstáculo para el desarrollo de la trama del film. Lo importante es que ambos personajes encarnan posiciones encontradas respecto del tema central de la sesión: la existencia de Dios.

C.S. Lewis (Matthew Goode) y Sigmund Freud
(Anthony Hopkins) debaten  acaloradamente
sobre la existencia de Dios


Freud, un judío que ha adoptado el ateísmo como su concepción de vida, se ve envuelto así en un diálogo con Lewis, que ha hecho un camino desde el ateísmo a una adhesión muy profunda al cristianismo. Cuestiones como la mortalidad, el rol de Dios en el mundo y la presencia del mal son abordadas de un modo bastante apasionado por parte de Freud, mientras su interlocutor mantiene un tono más relajado, aunque no menos vehemente en la defensa de su posición.

Como ilustraciones concretas de estos temas, en un momento el diálogo es interrumpido y Freud y su visitante deben acudir rápidamente a un refugio subterráneo ante la alarma de un ataque aéreo sobre Londres. Reanudada la conversación, en el trasfondo transcurren otros eventos que de algún modo afectan a Freud. Su hija Anna (Liv Lisa Fries) debe confrontar su propia compulsiva dedicación a su padre, la que incluso interfiere de algún modo con su trabajo y con la relación lesbiana que mantiene con Dorothy Tiffany Burlingham (Jody Balfour).

Freud sobre la muerte de su nieta: 
“¿Qué clase de Dios permitiría tal cosa?”

Sin duda uno de los momentos más fuertes de la confrontación con Lewis  a propósito de Dios ocurre cuando Freud saca a colación la muerte de su pequeña  nieta, sólo de cinco años. “¿Qué clase de Dios permitiría tal cosa?”

Freud, que percibe que pronto morirá aborda también el tema de qué ocurre después de ese momento con especial vehemencia: ciertamente para él eso es el fin de todo. Lewis, por su parte, tendrá también su réplica sobre el tema, aunque sonará menos fuerte que la aguda visión crítica de Freud. La ciencia, la fe, el amor y la condición humana se enfrentan o complementan, según el punto de vista de cada cual de los interlocutores, de un modo elocuente y que deja a la audiencia ponderando sus propios juicios sobre el tema.

C.S. Lewis habia hecho el camino desde
el ateismo al cristianismo

Con escenas mayoritariamente en interiores, el film subraya su carácter intimista y el ambiente más teatral que cinematográfico. Eso sí, ello permite apreciar las sólidas actuaciones de ese gran maestro que es
Hopkins y de Goode, ambos resaltando las contradictorias aristas de los personajes.

La última sesión de Freud es un film que seguramente encantará a quienes les interese estos temas filosóficos de la existencia humana y los aspectos psicológicos y religiosos que también envuelve esta discusión.

Duración: 118 min.

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