Festival du Nouveau Cinéma (FNC)

Crónica de Jorge Gutman

Una nueva edición del FNC comienza en Montreal el miércoles 13 de octubre y se prolongará hasta el 24 del corriente. El más viejo de los festivales de cine de Canadá incluye en su trigésima novena edición 295 filmes provenientes de 51 países y en donde según sus programadores, se destacan “la calidad y la diversidad”. El film inaugural es 10 ½ del realizador quebequense Podz en tanto que el film de clausura es otra producción de Quebec, CURLING, de Denis Côté. En total se presentan 39 primicias mundiales y 64 títulos presentados por primera vez en América del Norte.

Este Festival se distingue por privilegiar obras de directores innovadores y poco conocidos como así también algunos de los títulos más sobresalientes que se hayan presentado durante el año en otros festivales, especialmente el de Cannes, Venecia, Locarno y San Sebastián.

Entre los 19 filmes independientes que compiten por el “Louve d’Or” figuran títulos de Alemania, Austria, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, Georgia, Israel, Italia, México, Polonia, Portugal, Serbia, Rumania, Sri Lanka.

Habiendo visto aproximadamente unos 30 filmes de lo que se habrá de exhibir, he aquí siete filmes que merecen mi recomendación. En una historia profundamente humana WHEN WE LEAVE (Alemania), ópera prima de la realizadora austríaca Feo Aladag, explora las dificultades que atraviesa una joven mujer casada de origen turco que no estando dispuesta a seguir tolerando las humillaciones y abusos físicos de su marido en Estambul, lo abandona con su pequeño hijo para trasladarse a Berlín donde viven sus padres; su intento de emancipación constituirá un acto deshonroso para su núcleo familiar y el dramático desenlace demuestra la gran dificultad de conciliar tradiciones arcaicas donde la sumisión de la mujer no condice con la lograda independencia y emancipación femenina de la época actual.

DES HOMMES ET DES DIEUX (Francia) de Xavier Beauvois, considera un dramático episodio que tuvo lugar en Argelia en 1996; su tema se refiere a los últimos meses de un grupo de monjes cristianos establecidos en ese país que convivían pacíficamente con sus hermanos musulmanes. Cuando un equipo de trabajadores extranjeros es masacrado por una célula fundamentalista, el terror comienza a adueñarse de la región y estos religiosos reciben amenazas para que abandonen el país; sin embargo, su profunda convicción los impulsa a quedarse para proseguir con su misión de fe hasta que la violencia fanática termina abatiendo a 7 de ellos. Film austero y de gran contenido espiritual, el relato describe con precisión la vida monástica y la atrocidad de la violencia de grupos extremistas; alcanza a trascender por su sobriedad, la manera en que el tema se desarrolla y por una buena interpretación global encabezada por Lambert Wilson.

Dentro del campo poético y para un público restringido es el film UNCLE BOONMEE WHO CAN RECALL HIS PAST LIVES (Tailandia) de Apichatpong Weerasethakul que ha ganado la Palma de Oro en el último Festival de Cannes. El realizador considera el tema de la reencarnación y de los espíritus de los muertos que rodean a los vivos para narrar la historia del tío Boonmee (Thanapat Saisaymar) quien sufre de una insuficiencia renal y desea terminar sus días alrededor de los suyos en una zona campestre. Así, van emergiendo los fantasmas de su mujer muerta (Natthakarn Aphaiwonk) y de su hijo desaparecido que retorna en una forma no humana. Meditando sobre las razones de su enfermedad mientras va pasando por sus vidas anteriores, su familia habrá de acompañarlo a través de la jungla hasta llegar a una gruta que se halla en la cima de una colina, lugar de nacimiento de su primera vida. Como budista que es y creyendo en la transmigración de las almas entre los hombres, las plantas, animales y fantasmas, el director concibió una historia de carácter sensual y profundamente lírica que atrae y sorprende, siempre y cuando el espectador se deje llevar por esta arriesgada y radical propuesta.

En un tono melancólico ANOTHER YEAR (Gran Bretaña) capta la vida de un matrimonio maduro (Ruth Shenn y Jim Broadbent), y de los parientes y amigos que los acompañan durante el transcurso de las cuatro estaciones del año. El amor, la soledad, la búsqueda desesperada de afecto, la relación de padres e hijos, son algunos de los temas que el realizador Mike Leigh considera en forma afectiva a través de varios personajes que no siempre están adecuadamente equilibrados dentro de la narración; así, por ejemplo, uno de ellos, la divorciada Mary (Lesley Manville), prácticamente monopoliza la atención de casi todo el relato, dejando a otros (Imelda Staunton) poco margen de atención. Como de costumbre, Leigh destila en este film una alta dosis de humanidad aunque su narrativa estática brinda la impresión de asistir a una pieza teatral filmada. El resultado es una buena crónica de la vida ordinaria y sentimientos que animan a los personajes expuestos, aunque en este caso, el realizador no logra alcanzar el nivel de otros trabajos superiores (“Secret and Lies”, “Vera Drake”) brindados en su importante carrera de cineasta.

De una negrura total es BIUTIFUL (España-México), el reciente trabajo de Alejandro González Iñárritu. Pocas veces se ha visto en la pantalla un relato tan triste como el que aquí se describe, enfocando el vía crucis de un hombre frente a la inminencia de su muerte. El protagonista es Uxbal (Javier Bardem), un individuo que en el plano familiar asume el rol de padre monoparental de sus dos hijos porque su mujer (Maricel Alvarez), afectada de bipolaridad pronunciada, no vive con su familia; en el plano laboral, este individuo se desenvuelve en las barrios marginales de Barcelona, donde su ingreso proviene como intermediario entre una empresa que explota a inmigrantes orientales trabajando y viviendo en condiciones miserables, y africanos que venden la mercadería producida. Cuando le es diagnosticado un cáncer terminal de próstata, Uxbal debe emprender las diligencias necesarias para dejar todo en orden antes de partir. El film no ofrece momento alguno de respiro y la visión de Iñárritu, autor del guión juntamente con Armando Bo y Nicolas Giacobone, no ofrece margen alguno de redención ni tampoco existe alguna nota de humor que alivie la tensión. Lo que en cambio cabe remarcar es la actuación antológica de Bardem quien se sumerge en cuerpo y alma en la piel de su personaje y por la cual el film merece de ser visto.

NOSTALGIA DE LA LUZ (Francia-Alemania-Chile) es un bello documental del director chileno Patricio Guzmán quien llevando su cámara hasta el desierto de Atacama a una altura de 3000 metros, en donde se encuentra ubicado uno de los más importantes telescopios del mundo, el realizador vincula su amor por la astronomía con los restos de personas desaparecidas durante el régimen de Pinochet que se encuentran en el lugar. A través de entrevistas realizadas que profundizan el misterio del universo, el espectador asiste a un relato poético, altamente fascinante.

Otro film importante es BALADA TRISTE DE TROMPETA (España), el último trabajo de Alex de la Iglesia donde el realizador y guionista pasa revista a hechos de un pasado histórico no muy lejano de España. La trama, después de un prólogo que comienza en 1937, en plena guerra civil, se desplaza a 1973 durante los años finales de Franco. En ese contexto, se contraponen las personalidades de dos payasos trabajando en una misma compañía circense. Uno de ellos es Javier (Carlos Areces) quien asume el rol de Payaso Triste y el otro es Sergio (Antonio de la Torre) quien representa el papel de Payaso Gracioso a pesar de que en la realidad es un ser agresivo que humilla a Javier, aterroriza a sus otros compañeros y se comporta con violencia con su mujer Natalia (Carolina Bang) que es la acróbata del circo. El drama radica en el vínculo sentimental entre Javier y Natalia que origina el inevitable enfrentamiento con Sergio, originándose de ese modo un difícil triángulo amoroso. De excelente realización, este film de inusitada violencia y en muchas instancias francamente grotesco, llega a seducir por su tono provocativo, humor y horror que el director imprime al relato tratando de ofrecer metafóricamente la confrontación de una España dividida ideológicamente durante los años del régimen franquista. La batalla final entre los dos payasos enloquecidos adquiere un clima alucinante, patético e irreverente que deja una profunda huella en el ánimo del espectador.
Los filmes son exhibidos en los cines Imperial, Ex Centris, Parallèle, Quartier Latin, ONF y la Cinemateca de Quebec de Montreal (http://www.nouveaucinema.ca/).