26.5.11
FESTIVALES INTERNACIONALES DE TEATRO
- teatro
RETORNO DEL CIRQUE DU SOLEIL
EL CIRQUE DU SOLEIL RETORNA CON TOTEM
¿Qué es TOTEM? Un espectáculo que aborda un tema que nunca deja de fascinar: la evolución humana, sus mitos y leyendas. Después de haber colaborado con el circo por primera vez en KA, el gran director escénico Robert Lepage ha concebido un proyecto que causa admiración, sobre todo por la forma en que emplea la tecnología al servicio de la historia propuesta. A ello se aúna la competencia de extraordinarios artistas participantes en una odisea plena de color y emoción, ilustrando los comienzos primitivos del hombre desde su condición de anfibio hasta su voluntad última de volar en el espacio.
- Eventos
25.5.11
FESTIVAL DE CANNES (13)
Crónica de Jorge Gutman
LOS PREMIOS MÁS IMPORTANTES ADJUDICADOS
El Festival de Cannes que concluyó el domingo pasado será recordado por un escándalo inusitado que, como ya se anunciara, originó la inmediata partida de Lars von Trier por sus “jocosos” comentarios señalando que era nazi y que además sentía un poco de simpatía hacia Hitler. Tratando de establecer una demarcación entre la obra y su autor, con atinado criterio el Comité Directivo del Festival decidió que su película MELANCHOLIA siguiera participando en competición a pesar de que el director fuese considerado “persona non grata”. En todo caso, esta 64va. Edición se distinguió por su muy buen nivel de calidad y eso es lo que realmente interesa en el momento de su evaluación.
He aquí mi apreciación de los filmes competitivos que han merecido los más importantes premios.
El film que despertó la mayor expectativa fue THE TREE OF LIFE de Terrence Malick. Una hora antes de comenzar la proyección para los críticos en la mañana del lunes 16 de mayo, ya había una larga cola ansiosa de poder ingresar a la sala del Teatro Lumière para poderlo ver. Después de su proyección la reacción fue mixta puesto que los cálidos aplausos de un sector del público se confundieron con los silbidos por parte de algunos espectadores que no gustaron del mismo. De todos modos, el jurado oficial presidido por Robert De Niro se adhirió a su favor recompensándolo con la Palma de Oro, el máximo galardón de la muestra. Se trata de una obra de gran ambición y belleza visual con una narrativa elíptica de gran complejidad y no lineal acerca de la vida de una familia americana durante la década del 50 cuyas querellas internas pueden ser comparadas con el poder creador y destructor del cosmos. En forma permanente se manifiestan las inquietudes de Malick sobre la vida y la muerte e implícitamente sobre el concepto de un Dios todopoderoso, omnipresente y fuente de la creación. Pero lo que más subyuga y produce admiración es la forma inusual en que el autor expresa sus ideas en imágenes hipnóticas y sensoriales dentro del contexto de un poema filosófico y espiritual.
El Gran Premio, segundo en orden de importancia, fue otorgado ex-aequo a ONCE UPON A TIME IN ANATOLIA de Nury Bilge Ceylan y LE GAMIN AU VÉLO de los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne.
ONCE UPON IN ANATOLIA es un relato de más de dos horas y media donde en sus primeros 90 minutos se asiste al procedimiento de una investigación criminal. En las estepas del sur de Anatolia, un médico forense, un procurador oficial y un equipo policial acompañan al hombre inculpado de asesinato para que indique dónde se encuentra el cadáver de la víctima; en lo que resta del metraje, el cuerpo es desenterrado, posteriormente identificado por su viuda y finalmente comienzan los procedimientos necesarios para practicar la autopsia médica. Bellamente filmado con atmosféricos planos-secuencia, el relato expone una burocracia que tiene que lidiar con la situación planteada y va revelando gradualmente algunas idiosincrasias culturales de la sociedad turca. En líneas generales el realizador logró un reparto que desempeña un impecable juego actoral; además, resulta bienvenida la presencia de cierto humor que permite distender las tensiones y disimular parcialmente su ritmo lento que en ciertas ocasiones puede poner a prueba la paciencia del espectador.
LE GAMIN AU VELO aborda el caso de un niño de 12 años abandonado por su padre que lo ha colocado en un centro infantil de Bélgica. Cuando escapa del mismo para ubicar a su progenitor, siente una gran frustración al saber que éste quiere desentenderse de él. La buena voluntad de una joven peluquera dispuesta a darle afecto y cariño durante los fines de semana servirá para que el chico encuentre en su protectora al hada madrina que habrá de salvarlo del delito y la violencia callejera. En un conciso relato de 87 minutos, esta pequeña joya sobre la infancia desamparada se asemeja a los mejores filmes del neorrealismo italiano de los años 40 y 50 pero expresado con la sencillez y profundidad que caracteriza a los relatos de los hermanos Dardenne. Es excelente la actuación de Thomas Doret en el rol central quien está acompañado eficientemente por Cécile de France y Jérémie Renier.
El Premio al Mejor Director fue adjudicado a Nicolas Winding Refn por DRIVE, un film que en principio no reúne las características de cine de autor pero que sin embargo se impone por su calidad. A pesar de que aparenta ser un típico film hollywoodense de acción y suspenso, Refn sabe cómo eludir los estereotipos del género y construir ingeniosamente un buen thriller. El protagonista es Drive, un joven hombre solitario que actúa como un doble de riesgo para filmes de Hollywood, además trabaja en un taller mecánico y también ofrece sus servicios de diestro conductor para ponerse al frente del volante de un coche y trasladar con gran pericia a asaltantes que necesitan una rápida vía de escape una vez cometido el delito, sin que él participe en el mismo. Cuando llega a conocer a Irene, una joven que vive con su hijito en un departamento del mismo piso que el suyo cuyo marido está por salir de la cárcel, su rutina se complica al involucrarse involuntariamente con una banda de mafiosos y asesinos que ponen en peligro la vida de la chica y su vástago. Con logrado suspenso, acción y mucha adrenalina, el director mantiene un ritmo ágil y entretenido, favorecido por la muy buena participación de Ryan Gosling y Carey Mulligan. Éste es el típico ejemplo de un film capaz de atraer tanto al espectador selectivo como al gran público; en tal sentido ha sido un verdadero acierto de la programación del Festival el haberlo incluido en la competencia oficial.
POLISSE, tercer largometraje de la actriz francesa Maïwenn Le Besco, recibió el Premio del Jurado. Su tema versa sobre el trabajo cotidiano realizado en Francia por los policías de la Brigada de Protección de Menores (BPM). Entre varios de sus casos se encuentra la acción emprendida contra pedófilos, los arrestos de carteristas menores, las audiencias que tienen lugar sobre padres que maltratan a sus hijos y las deposiciones realizadas por los chicos, aspectos vinculados con el despertar sexual de los adolescentes y sobre todo las relaciones solidarias y/o tensas que existen entre los miembros de la brigada. Dado que el número de incidentes considerados excede la posibilidad de ser englobados dentro del marco de un solo film, algunos de los mismos son resueltos precipitadamente. Con todo, la directora logra un relato honesto sobre la realidad enfrentada por la organización y hay algunas situaciones que realmente impactan emocionalmente; por ejemplo, el caso de una mujer sin recursos que duerme en la calle con su hijito y que quiere dejarlo en la BPM para que se ocupe del mismo; es desgarrante observar al pequeño cuando es obligado a separarse de su madre. El casting es excelente y está integrado entre otros, por la propia realizadora, Karin Viard, Marina Foïs, Nicolas Duvauchelle y Sandrine Kiberlain.
La rivalidad académica es lo que considera el realizador y guionista israelí Josef Cedar en FOOTNOTE, que recibió el Premio al Mejor Guión. Aunque el nivel de competitividad en el mundo académico es bien conocido, sin embargo este tema no ha sido tratado con frecuencia y aquí Cedar lo enfoca en una historia donde los dos rivales son padre e hijo. Eliezer Shkolnik (Shlomo Bar Aba) es un sabio minucioso que dedicó gran parte de su carrera profesional como investigador talmúdico. Por su parte su hijo Uriel (Lior Ashkenazi), ha seguido sus mismos pasos analizando los sagrados textos judíos. La única diferencia entre ambos reside en que el hijo es más comunicativo y fácil de agradar, en tanto que Eliezer no lo es tanto; de allí la existencia de latentes celos por parte de su padre que no considera a Uriel un investigador tan competente como lo es él. Durante gran parte de su vida, Eliezer anheló recibir el Premio Israel, que es el más prestigioso que el Estado de Israel otorga a personalidades o instituciones científicas o artísticas del país. Precisamente, el conflicto central se produce cuando el comité encargado de otorgar la distinción anual, decide que Uriel sea el destinatario; sin embargo, al producirse la notificación oficial, debido a un grave error administrativo, la comunicación es dirigida al padre en lugar del hijo. ¿Cómo rectificar la grave falta cometida sin dañar la sensibilidad del veterano investigador? En líneas generales, el tema apasiona pero la narración no guarda el mismo nivel que el guión que lo sustenta al volverse innecesariamente errático; pero en todo caso esta historia de celos, resentimientos, egos y envidias entre intelectuales se deja ver aunque más no fuera por la remarcable actuación de Ashkenazi.
Dejando atrás el affaire Lars von Trier, Robert DeNiro y sus colegas del jurado valoraron objetivamente su film MELANCHOLIA decidiendo otorgar el Premio de Interpretación Femenina a Kirsten Dunst. Su actuación animando a Justine, que a causa de su inestabilidad mental transforma la fiesta de su casamiento en una pesadilla, es un completo acierto. Estéticamente apreciable con algunas imágenes sublimes, el relato dividido en dos partes está sujeto a controversias. En su primera sección centrada en Justine, se aprecia la riqueza de sus diálogos y se disfruta de las situaciones jocosas producidas por algunos de los discursos pronunciados por los familiares de la novia durante la cena nupcial; la segunda mitad enfocando a su hermana Claire (Charlotte Gainsbourg) es menos efectiva; así, la angustia que evidencia aguardando el momento en que el planeta “Melancholia” se desmorone en la Tierra con la llegada del fin del mundo no llega a repercutir emocionalmente y tampoco hay un convincente enlace entre las dos secciones del relato. En los papeles de apoyo merece destacarse la excepcional participación de Charlotte Rampling y Jonh Hurt.
Una agradable sorpresa ha sido THE ARTIST de Michel Hazanavicius donde Jean Dujardin, su protagonista, obtuvo el Premio de Interpretación Masculina. La originalidad de esta película filmada en blanco y negro es que es prácticamente muda, con excepción de algunos efectos sonoros y sus escenas finales. En tal sentido, el desafío de concebir al film de este modo resultó grande pero el resultado es decididamente satisfactorio al haber recreado inteligentemente el mundo visual de los comienzos de la cinematografía. Su anécdota se refiere a las desventuras vividas por un famoso actor del cine mudo frente a la aparición del sonoro, mientras que la joven chica (Bérénice Béjo) que ingresó en su momento como extra se convierte en una estrella cinematográfica de gran popularidad. Frente a un guión tan esquemático como el descripto, resulta sorprendente apreciar cómo este film, genuino homenaje al cine mudo de antaño, resulta placentero dejando al público una sensación de bienestar y gratificación no exenta de legítima emoción.
LAS ACACIAS, film de Argentina dirigido por Pablo Giorgelli, recibió el Premio Cámara de Oro. Esta distinción es otorgada al mejor primer film presentado en Cannes en cualquiera de las categorías existentes, en donde este año han competido 23 ópera primas. A través de una ruta de 1500 kilómetros desde Asunción (Paraguay) a Buenos Aires (Argentina), un camionero (Germán de Silva) transporta a una mujer (Hebe Duarte) que no conoce y a su bebita (Nayra Calle Mamani). A primera vista nada pasa, pero a medida que transcurre el metraje y el camión se va aproximando al lugar de destino, se aprecia en las expresiones faciales de sus dos personajes adultos una transformación con respecto a lo que fueron antes de iniciar el recorrido. Así él descubrirá en ella la belleza de su alma, la importancia de una vida familiar y la responsabilidad que implica la paternidad, en tanto que la chica podrá atisbar la posibilidad de convivir con alguien para sentirse protegida y ahuyentar la soledad. Este es un ejemplo excelente de un cine sencillo, que a base de miradas y silencios se van revelando los sentimientos que muchas veces permanecen adormecidos sin que lleguemos a saberlo hasta que se produce el milagro de un encuentro como el de los protagonistas de esta poética historia.
Finalmente cabe mencionar dos filmes de la competencia oficial que habiendo merecido la adhesión de la mayoría de los críticos, sin embargo fueron ignorados por el jurado. Uno de ellos es LE HAVRE de Aki Kaurismäki cuya acción transcurre precisamente en la ciudad portuaria de Le Havre, al noroeste de Francia. El drama de la inmigración ilegal es abordado a través de la figura de un ex escritor retirado (André Wilms), convertido en bohemio lustrabotas cuya vida cambia súbitamente cuando encuentra y decide proteger a un niño indocumentado proveniente de Gabón que huyó de un contenedor. Como en toda su filmografía, este gran realizador finlandés recurre a un humor frío y convincente, en un relato de encomiable fraternidad. Todo el film discurre como una fábula impregnada de entrañable humanidad que sutilmente critica la política represiva de Francia con respecto a la inmigración proveniente de África. Uno de los mejores filmes vistos en Cannes.
El otro film olvidado a la hora de los premios ha sido HABEMUS PAPAM del director italiano Nanni Moretti. Tratando de humanizar la figura del Papa, Moretti relata el trauma psicológico de un cardenal (Michel Piccoli) que al ser designado Papa entra en un estado de completa angustia al creer que no podrá cargar sobre sus hombros la gran responsabilidad que le aguarda. Para destrabar la situación creada, el nuevo Pontífice es tratado por un psicoanalista (Nanni Moretti) quien tampoco encuentra el modo de solucionar el problema. De allí en más el guión escrito por el realizador junto a Francesco Piccolo y Federica Pontremoli hace que el electo Papa salga del Vaticano y deliberadamente deje atrás a sus escoltas para deambular incógnitamente por la ciudad de Roma. Los contactos circunstanciales mantenidos con los pasajeros de un bus, un sacerdote y un grupo de actores representando una obra de Chejov que le hace recordar su pasión por el teatro, irá aclarándole que es lo que más desea en su vida y la decisión final que debe adoptar de acuerdo a sus principios morales. Aunque algunas escenas de tono caricaturesco atenúan el tono dramático del relato, Moretti ha logrado un film de calidad con importantes reflexiones personales sobre la fe y la religión. La interpretación de Piccoli es estupenda así como los excelentes diseños de producción reproduciendo entre otros escenarios los aposentos internos del Vaticano incluyendo el de la Capilla Sixtina.
14.5.11
FESTIVAL DE MÚSICA DE CÁMARA: LA CONTAGIOSA VITALIDAD DE LOS SWINGLE SINGERS
Crónica de Sergio Martínez
Desde su fundación en 1963 el grupo británico The Swingle Singers ha marcado un hito en cuanto a lo que es la interpretación a capella, introduciendo no sólo una provocativa fusión de jazz, barroco y otras expresiones de la música clásica, sino además llevando lo que pudiera llamarse “el arte de tararear” a un grado de insuperable excelencia.
Quienes tuvimos la oportunidad de asistir al concierto ofrecido por este grupo este 12 de mayo en la iglesia Saint George, en el marco del 16º Festival de Música de Cámara de Montreal, hemos podido comprobar de primera mano la calidad y a la vez, esa contagiosa vitalidad que el grupo exuda en cada uno de los temas que interpretó.
Sin duda los organizadores de este festival escogieron bien cuando decidieron traer a este grupo, pues su repertorio así como su carácter exploratorio de estilos y técnicas lo hacen un muy interesante ejemplo de las posibilidades de la música de cámara, música ejecutada en un ambiente más íntimo que permite examinar en detalle cada matiz de las interpretaciones ofrecidas.
Interpretar música a capella entraña desafíos grandes, sobre todo si se ha de hacer en la forma como la hacen Los Swingle Singers. La voz humana, de algún modo el instrumento elemental de toda música si uno piensa que los primeros seres humanos empezarían a hacer música primeramente imitando con ella los sonidos de la naturaleza, tiene la suficiente versatilidad como para dar una vasta gama de sonidos y tonalidades.
Los Swingle Singers lo saben muy bien y su lograda técnica les permitió en el concierto que comento abordar desde una delicada canción de cuna (Nana, del español Manuel de Falla), hasta la exuberante sonoridad de la Overtura 1812 de Tchaikovsky, sin olvidar por cierto le extraordinaria versión que nos dieron de Libertango, de Astor Pizzolla. También fueron destacadas las interpretaciones de una canción folklórica turca, las jazzeadas re-creaciones de los temas de Johann Sebastián Bach, así como los temas que inmortalizaron Los Beatles, creaciones de Lennon y McCartney, y por cierto el barroco de Vivaldi.
Ciertamente uno de los eventos musicales de mayor envergadura en lo que va de este año en Montreal, trasladando esa noche una vitalidad y originalidad que a casi cincuenta años, aun mantiene la vigencia de este excepcional grupo musical.
12.5.11
DVDs RECIENTEMENTE APAREC IDOS
Comentarios de Jorge Gutman
GENOVA. Gran Bretaña, 2008. Dirección: Michael Winterbottom. Distribución: Entertainment One (2011)
El director británico Michael Winterbottom, generalmente involucrado en abordar temas socio-políticos, aquí enfoca un género completamente diferente.
El film es un drama familiar describiendo los esfuerzos que realiza un padre (Colin Firth) para mantener unida a su familia después de la muerte de su mujer que se produjo por un accidente causado involuntariamente por una de las dos hijas. Para revitalizar el lazo familiar decide transitoriamente dejar el hogar de Chicago para viajar acompañado por sus hijas a Génova por un período de un año.
Como es de esperar, sentimientos de dolor, culpa y remordimiento más el reacomodamiento a una nueva forma de vivir, están aquí expuestos pero lo que está ausente es la existencia de un foco dramático preciso. Los acontecimientos se suceden en forma anecdótica sin que exista un convincente hilo conductor y en ciertas instancias, la ciudad italiana donde la acción transcurre adquiere más preponderancia que la historia en sí misma. Queda como resultado un film aceptable por su nivel interpretativo, sobre todo por la presencia de Colin Firth, pero sin otros elementos que le otorguen especial relevancia.
Entre sus extras, el DVD incluye entrevistas realizadas al elenco y equipo de filmación. La banda audio es en inglés y francés con subtítulos optativos en inglés.
L’AFFAIRE FAREWELL. Francia, 2009. Dirección: Christian Carion. Distribuidora: Seville Films-Entertainment One (2011)
Christian Carion ha logrado un cautivante film sobre un caso de espionaje que tuvo lugar en la Unión Soviética en los primeros años de la década del 80 y que fue considerado como de uno e los más importantes del siglo pasado.
Emir Kusturica, el director serbio participando aquí como actor, anima a un coronel de la KGB que a pesar de sus simpatías con el comunismo se siente desilusionado con la corrupción existente durante la era Brezhnev; para vengarse de la situación imperante, y con la participación de un ingeniero francés (Guillaume Canet), transmite informaciones de la Unión Soviética de extrema confidencialidad al gobierno de Francia quien a su vez se las comunica a la Casa Blanca. Además de la muy buena caracterización de los personajes de Kusturica y Canet, acompañados eficientemente por Willem Dafoe y Diane Kruger, la sobria dirección de Christian Carion ha permitido que el público goce de un buen thriller con todos los ingredientes propios de un relato del género donde no faltan las traiciones, las mentiras y los juegos de poder dentro del contexto de la Guerra Fría. La banda audio es en inglés y francés con subtítulos optativos en ambos idiomas.
TCM GREATEST CLASSIC LEGENDS. MARLON BRANDO. Distribuidora: Warner Bros Pictures (2011)
Marlon Brando es ampliamente considerado como uno de los actores más importantes de la historia del siglo pasado. Desaparecido en 2004 dejó en su filmografía títulos de notable calidad como fueron, por ejemplo, “Nido de Ratas”, la serie de “El Padrino”, “Ultimo Tango en París” y “Queimada” donde uno de los factores claves fue precisamente su excepcional interpretación. Para los cinéfilos de Brando, acaba de aparecer una colección de cuatro filmes donde él ha participado. El más importante de los títulos incluidos es Un Tranvía Llamado Deseo (1951) de Elia Kazan basado en la célebre obra de Tennessee Wiliams; después de haberlo representado magistralmente en la versión teatral de Broadway, Brando logró en el cine una interpretación consagratoria animando al colérico y violento Stanley Kovalsky; es acompañado por Vivien Leigh quien ganó el Oscar por la memorable caracterización de la vulnerable Blanche Dubois.
En Julio César (1953) de Joseph Mankiewicz, basado en la celebrada obra de Shakespeare sobre el asesinato del líder militar y político romano y su repercusión posterior, Brando ofrece otro buen trabajo animando a Marco Antonio, amigo leal y comandante en jefe del ejército de Julio César; ese film reúne además un reparto estelar integrado por John Gielgud, James Mason, Louis Calhern, Greer Garson y Deborah Kerr.
Otro film de la serie es La Casa de Té de la Luna de Agosto (1956) de Daniel Mann, donde es una de las raras veces en que el actor interviene en un rol no dramático; el film es una comedia de ambiente militar donde Brando anima a un avispado intérprete japonés realizando su trabajo para las tropas americanas de ocupación en Japón, inmediatamente después de finalizada la segunda guerra Mundial; sin que se trate de una película excepcional, siempre perdura la actuación de este gran actor.
El último título es Reflejos en un Ojo Dorado (1967), un drama excelentemente dirigido por John Huston, ambientado en un fuerte militar de Georgia donde Brando ofrece otra destacable interpretación como un militar homosexual reprimido cuya mujer lo engaña con un colega. En esta oportunidad el actor compartió el cartel con la recientemente desaparecida Elizabeth Taylor, quien demostró que además de su radiante belleza también exhibía considerable talento interpretativo tal como lo evidenció en “¿Quién le teme a Virginia Woolf?”
Cada uno de los 4 filmes viene acompañado de material adicional; el más relevante es el que se encuentra en el dirigido por Elia Kazan con comentarios del actor Karl Malden y los historiadores de cine Rudy Behlmer y Jeff Young.
El audio de los filmes es en inglés y francés con subtítulos en inglés, francés y español (los extras no están subtitulados).
TAXI DRIVER. Estados Unidos, 1976. Dirección: Martin Scorcese. Distribución: Sony Pictures Home Entertainment (2011)
Aunque este film ha sido editado en varias oportunidades, ésta es la primera vez que lo es en formato Blu-ray ofreciendo una visión más nítida y pura. Taxi Driver fue una de las películas claves de la década del 70 y hoy día sigue siendo un clásico de visión imprescindible para la nueva generación de cinéfilos.
Pocas veces el cine ha retratado con tanta profundidad la psicología de un psicópata y potencial asesino como lo ha logrado el excelente realizador Martín Scorcese valiéndose del muy buen guión de Paul Schrader. Robert DeNiro, quien a través de los años se convirtió en el actor fetiche de Scorcese, caracteriza magistralmente a Travis Bickle, un joven ex-marine y veterano de la guerra de Vietnam con ciertas perturbaciones psíquicas. Solitario y sin saber exactamente lo que quiere hacer, decide combatir su insomnio convirtiéndose en chofer nocturno de taxi. Recorriendo las calles de una Nueva York sombría e inhospitalaria siente deseos de “querer limpiarla” y ser su vigilante. Al ser rechazado por Betsy, una chica que colabora en la campaña de un candidato presidencial y por quien está infatuado, vuelca su frustración pasando directamente a la violencia para rescatar a una adolescente de 13 años que ha caído en la prostitución por una banda insensible de explotadores.
Además de De Niro, Cybill Shepherd, Jodie Foster, Albert Brooks y Harvey Kettel, entre otros, contribuyen a enriquecer el relato. Como un estudio de la soledad, incomunicación y la sordidez del lado oscuro de la más importante ciudad del mundo, Scorcese ha logrado un film excepcional.
Entre los extras se encuentran los comentarios originales de la edición de 1986 que en esta ocasión han sido actualizados con la participación de Schrader, el profesor Robert Kolker y Scorcese; también se incluyen detalles sobre el proceso de rodaje, los cambios experimentados por Nueva York desde 1975 hasta el presente, y muchos otros agregados de gran interés para los cinéfilos. La banda audio es en inglés, francés, español y portugués con subtítulos en numerosos idiomas incluyendo el español.
LA NOSTRA VITA. Italia, 2010. Dirección: Daniele Luchetti. Distribución: Mongrel-Métropole (2011)
Esta última película de Daniele Luchetti abarca demasiados temas pero sin que ninguno de ellos esté logradamente resuelto; por eso es que La Nostra Vita solo satisfaga parcialmente.
El comienzo es demasiado placentero y todo hace presumir, para luego confirmarse, de que algo malo habrá de acontecer. Claudio, (Elio Germano) un obrero de la construcción viviendo en Roma, es feliz de compartir su vida con sus dos hijos y con su atractiva esposa Elena (Isabella Ragonese) quien está esperando a su tercer vástago. El infortunio quiere que su mujer muera en el parto y así este desconsolado marido debe asumir por sí solo la responsabilidad de atender a su familia.
Después de una presentación adecuada, uno alienta expectativas positivas sobre lo que acontecerá. Sin embargo, los efectos dramáticos aguardados no permiten satisfacer las promesas iniciales. Además de padre de familia monoparental, Claudio debe lidiar como capataz de una obra en construcción que está atravesando problemas financieros, está involucrado en negocios nada limpios con dinero de la mafia, trabaja con obreros indocumentados a quienes no les paga y para peor se encuentra seriamente comprometido por la muerte de uno de los mismos al ocultar su cuerpo en lugar de reportar el deceso. En la medida que sus deudas van aumentando, el hombre se siente como caminando en un pantano donde se va hundiendo progresivamente.
En líneas generales, el relato trata de proporcionar una pintura de la sociedad italiana contemporánea donde el afán de alcanzar un nivel superior de consumo privilegia al dinero como lo único que cuenta para ese fin sin reparar que en la vida imperan otros factores importantes que deberían ser considerados. A pesar de las buenas intenciones de ilustrar críticamente el medio social, Luchetti no alcanza a redondear lo que expone porque su tratamiento es blando sin lograr la profundidad necesaria que requiere ese tema. A su favor, el film resalta la importancia de los valores familiares a través de la tierna y cariñosa relación que Claudio mantiene con sus hijos.
El Festival de Cannes 2010 distinguió a Germano con el premio al mejor actor que fue compartido con Javier Bardem por su actuación en “Biutiful”. Aunque el actor italiano se desempeña bien, de ningún modo su interpretación alcanza el nivel descollante de su colega español.
El video es presentado en italiano con subtítulos en inglés
LE CONCERT. Francia-Italia-Rumania-Bélgica-Rusia, 2009. Dirección: Radu Mihaileanu. Distribución: Seville/Entertainment One
Este film es una hermosa fábula donde el realizador Radu Mihaileanu lanza sus dardos contra los regímenes opresores de una época no muy lejana. Habiendo sufrido en carne propia la tiranía de Ceaucescu de la cual terminó huyendo para afincarse en Francia, utiliza al cine como medio de expresión para exponer una fantasiosa y divertida historia, a pesar de su naturaleza dramática.
Andrei Filipov (Alekseï Guskov), un renombrado director de orquesta del Bolshoi, cayó en desgracia durante la época del gobierno de Leonid Brezhnev cuando a pedido de los jerarcas de la Unión Soviética rehusó a despedir a los músicos judíos de la agrupación; luego de ser cesado en sus funciones fue degradado para ocupar el cargo de encargado del edificio de la famosa institución cultural. El azar quiere que treinta años este hombre encuentre la oportunidad de vengar esa injusticia cuando llega a interceptar un fax proveniente de Francia donde se invita a la famosa orquesta del Bolshoi para ofrecer un concierto en el Chatelet de París. Sin dudarlo demasiado, Filipov asume la falsa representación de la orquesta asumiendo el carácter de director de la misma y responde el fax aceptando la invitación. Inmediatamente, reagrupa a sus ex músicos para participar en el inesperado evento donde la falsa agrupación tiene la intención de ejecutar el Concierto para Violín de Tchaikovsky con la participación como solista de una joven virtuosa violinista (Mélanie Laurent) por quien Filipov siente gran admiración.
A través del relato existen ciertos clisés, -por ejemplo, el comportamiento indisciplinado y caótico de los integrantes del conjunto que en parte bordea la caricatura- que podrían resultar inapropiados. Sin embargo, esta intrigante fantasía está compensada por la ternura que ofrece, por el espontáneo humor de situaciones hilarantes muy bien urdidas y por el emotivo desenlace que deja una grata sensación de bienestar para quien lo contempla. Sin ser un film excepcional, queda como saldo una historia donde siempre prevalece el tono cálido y humanista que Mihaileanu suele imprimir a sus relatos.
La banda audio es en francés/ruso con subtítulos optativos en inglés y francés
CASINO JACK. Estados Unidos, 2010. Dirección de George Hickenlooper. Distribución: Entertainment One (2011)
Un drama de contenido social es lo que expone Casino Jack, el film póstumo del director George Hickenlooper, enfocando el ascenso y caída de Jack Abramoff, uno de los más poderosos e influyentes individuos a nivel político que haya tenido los Estados Unidos.
Aunque formalmente, el poder político en los Estados Unidos descansa fundamentalmente en su presidente y el congreso de la nación, los lobistas también lo ejercen -aunque sea de manera no oficiosa- y en su desenvolvimiento no se diferencian mucho de los políticos de la capital estadounidense; así, deben desarrollar su destreza en el arte de la comunicación y guiarse permanentemente a través de la sagacidad, el olfato, la astucia y sobre todo el fingimiento para lograr sus propósitos. Eso no quiere decir que los que practican el “lobby” sean deshonestos, pero en su accionar pueden llegar a serlo como ocurrió con el caso del personaje central de este relato, quien utilizó su aguda habilidad de influir en varios congresales americanos para su exclusivo interés personal orquestando ingeniosas actividades fraudulentas.
El guión de Norman Snider no abarca la completa trayectoria delictiva de Abramoff sino que se refiere sólo a algunas de sus más comentadas estafas. Para su cometido contó con la colaboración de su asociado Michael Scanlon, un especialista en relaciones públicas que antes había sido asistente del congresal de Texas Tom DeLay. Así, el film muestra cómo Abramoff logra impresionar a un grupo de gente autóctona que estaba interesada en poseer las necesarias licencias para operar sus propios casinos haciéndoles pagar unos cuantos millones de dólares a fin de influir ante DeLay y otros congresales para que legislen a favor de sus clientes; naturalmente, como nada es gratuito, la contrapartida implicaba el aporte de importantes sumas de dinero para sus campañas políticas. Pero el producido más importante tiene lugar cuando este dúo adquiere control de una cadena de casinos flotantes manejados por un mafioso griego, mediante un falaz giro telegráfico de 23 millones de dólares.
De algún modo la excesiva ambición y arrogancia de Abramoff llegaría a hundirlo y desemboca en el escándalo que estalla en 2003 a través de las divulgaciones periodísticas del Washington Post lo que conduce a que el FBI tome cartas en el asunto.
Si bien Barry Pepper impresiona en el mejor papel de su carrera por su notable caracterización de Scanlon, la verdadera atracción del film es Kevin Spacey quien logra fascinar en el rol protagónico componiendo extraordinariamente a un complejo individuo que a pesar de su baja catadura moral no llega a ser completamente detestable; eso se debe a que entre otras facetas de su personalidad se lo ve como un buen observante de la fe judía, cariñoso marido, e incluso como un respetable filántropo. El resto del elenco –entre ellos Kelly Preston, Rachelle Lefevre, Adam Kidan y Spencer Garrett- contribuye a realzar los valores de este documento.
El mensaje del film deja un sabor amargo al contemplar la realidad del mundo en que se vive. Por ejemplo, cuando Abramoff debe testimoniar ante una audiencia del comité del senado y se niega a responder invocando la 5ta. enmienda de la constitución americana, el guión introduce una secuencia de fantasía donde el acusado denuncia a sus inquisidores haciéndoles ver de qué manera ellos también se beneficiaron enriqueciéndose en base a sus operaciones ilícitas. Siendo esto así, cuando un pueblo no puede confiar en sus legítimos representantes, es muy difícil esperar que la acción de los lobistas como los aquí descriptos tienda a desaparecer.
Los suplementos de la presente edición incluyen algunas escenas eliminadas en el montaje original y un diario del director con fotos durante el proceso de rodaje.
El DVD es en inglés o francés en tanto que los subtítulos optativos lo son en español e inglés.
FIDDLER ON THE ROOF. Estados Unidos, 1971. Dirección: Norman Jewison. Distribución: 20th. Century Fox Home Entertainment (2011)
Celebrando el cuadragésimo aniversario de su estreno, Fiddler on the Roof se edita por primera vez en Blu-ray una de las comedias musicales más populares del siglo pasado. Norman Jewison tuvo a su cargo la responsabilidad de trasladar al cine la obra musical de Broadway que estuvo basada en las historias del famoso novelista ruso Sholom Aleichem sobre el personaje de “Tevye, el lechero”. Su tema trata la azarosa e inestable existencia de la comunidad judía en la opresiva Rusia zarista quien enfrentando un antisemitismo creciente debía vivir tratando de mantener un equilibrio semejante al de un violinista tocando su instrumento en un tejado y evitando caerse.
En la línea seguida por los grandes musicales de Broadway de la era de oro que imperó hasta mediados de los años 70, el film capta por completo el espíritu de la versión teatral donde las canciones, danzas y esplendor musical se funden en un gran espectáculo, que aquí se ve aún más reforzado en la excelente transferencia lograda en el formato Blu-ray. Tanto la música de Jerry Bock como la letra de Sheldon Harnick son nada menos que gloriosas y sus bien recordadas melodías como “Tradición”, “La Casamentera”, “Si yo fuese rico”, “Amanecer, Atardecer”, “Anatevka”, “Salud, Salud, Lejaim”, entre otras, además de ser gratificantes al oído se recuerdan y tararean con gran facilidad. Además de los valores musicales, este hermoso y emotivo film se prestigia con la actuación de Topol quien alcanzó la cumbre de su carrera profesional interpretando al paupérrimo lechero y jefe de una familia judía de la aldea rusa de Anatevka que se aferra a las tradiciones de sus mayores. Topol no toca el violín pero es doblado por el virtuoso violinista ya desaparecido Isaac Stern.
El video comprende dos discos, uno en Blu-ray y el otro en DVD, con importante material suplementario que contiene, entre otras facetas, un comentario en audio de Jewison y Topol, una canción eliminada (“Any Day Now”), un conjunto de cortos, una secuencia de la famosa escena del sueño de Tevye, así como los antecedentes que originaron al film. Audio: inglés, francés, español. Subtítulos optativos en más de 10 idiomas, incluyendo el español.
- dvd
CINE EN LA PLAZA
Comentarios de Jorge Gutman
Este documental de Morgan Spurlock tiene como propósito exponer en qué consiste y cómo se logra el “product placement”. El mencionado término inglés, que podría ser traducido en español como “posicionamiento de productos”, consiste en utilizar la publicidad a través de un método no convencional. En lugar de publicitar avisos comerciales sin que quede la mínima duda que se trata de un servicio pagado, el producto que se desea destacar aparece en las películas, series televisivas e incluso programas periodísticos de TV en forma sutil y aparentemente escondido evitando la impresión de que se trata de publicidad paga.
La táctica descripta no es nueva, prácticamente tiene difusión mundial y en ciertos países de América Latina se la conoce en la jerga televisiva con el nombre de “chivo”. Dicho lo que antecede, lo que el film de Spurlock ofrece como real novedad es que además de ilustrar el “detrás de la escena” de todo el marketing involucrado para que el “product placement” tenga lugar, él mismo no tiene empacho en utilizarlo para obtener el financiamiento necesario de su film; en otras palabras, el hecho singular consiste en realizar dos actividades simultáneamente donde el cineasta “predica con su ejemplo” para mostrar lo que se propone.
Consecuentemente con lo apuntado, Spurlock –después de haber logrado un gran impacto con su ingenioso documental “Super Size Me” retorna ahora con renovado brío para mostrarnos al comienzo de qué modo va cortejando a potenciales auspiciadores para que colaboren en su film haciéndoles ver las ventajas que habrán de obtener. Todo ese proceso involucra entrevistas con posibles interesados donde las réplicas de algunos de ellos originan momentos de franca comicidad. Entre otros encuentros, resulta de interés la consulta que efectúa a un prestigioso abogado para estar seguro que no será objeto de ninguna demanda judicial una vez que el film esté realizado; también efectúa indagaciones con los ejecutivos de publicidad de ciertas marcas comerciales aunque sin obtener respuestas concretas o específicas debido al recelo que despierta en ellos. Finalmente, el documentalista concreta la participación de varias empresas bien conocidas donde se destaca la compañía Pom Wonderful, dedicada a la explotación de un jugo de granada de propiedades antioxidantes, que decide efectuar una importantísima contribución con la condición de que el film se estrene en no menos de 200 cines y logre convertirse en un éxito de boletería.
Como Spurlock desea que su proyecto exude transparencia, va demostrando a sus asociados financieros el modo en que sus productos aparecerán en el documental que está rodando y para agradecer la generosidad de su principal financista decide titular al film con el nombre de dicha empresa. De ahí en más, se contempla al realizador bebiendo el jugo de referencia, durmiendo en los hoteles de la cadena auspiciadora, promocionando el coche que maneja, destacando la compañía de aviones en que vuela, las zapatillas que utiliza, y toda otra actividad que permita destacar los productos de las firmas contribuyentes.
Al finalizar la proyección uno se queda pensando si es posible que el trabajo de un artista pueda estar condicionado a la aprobación de quienes lo financian. Sin embargo, después de meditarlo –al menos en mi caso- se puede concluir que aquí poco importa este factor dado que el documental no pretendió ser ni es una obra de arte. En cambio, lo que aquí importa es que, a pesar de que su relato a veces se estira demasiado y que el ritmo pueda ser demasiado vertiginoso, el público se enfrenta con una película muy amena, agraciada de un sutil humor y con entrevistas que acrecientan su interés como las realizadas a Noam Chomsky, Donald Tramp, Ralph Nader y Quentin Tarantino, entre otras personalidades, con referencia al tema de la comercialización encubierta.
El veterano actor Robert Redford se ubica nuevamente detrás de la cámara para abordar un episodio histórico no muy conocido vinculado con el asesinato del presidente Lincoln en Abril de 1865.
Después del asesinato, siete hombres y una mujer son arrestados acusados de conspirar el asesinato del Presidente así como también del Vicepresidente y del Secretario de Estado. Sin embargo la única mujer convicta fue Mary Surrat (Robin Wright) por haber sido la dueña de una casa de huéspedes donde John Wilkes Booth (Toby Kebbell), el asesino que disparó el gatillo contra Lincoln- y otros conspiradores -entre ellos John (Johnny Simmons), el hijo de Mary- se reunían para preparar el siniestro crimen.
En sus primeros 20 minutos, el film recrea eficientemente los acontecimientos previos al drama que se viviría en el Teatro Ford de Washington D.C. donde se produjo el sangriento asesinato, para pasar inmediatamente al arresto de Mary. De algún modo, la acusación contra ella podía entenderse como una carnada para que denunciara el paradero de su hijo, el único que logró fugarse y escapar de la justicia. Frederick Aiken (James McAvoy) un joven idealista abogado, acepta con reluctancia asumir la defensa de Mary a instancias de su mentor, el ex procurador general Reverdy Johnson (Tom Wilkinson). Aunque en un principio Aiken no cree en la inocencia de su cliente, gradualmente va cambiando de opinión cuando su hija Anna Surrat (Evan Rachel Wood) va proporcionando evidencias exculpatorias.
Queda claro que el veredicto del tribunal militar que la juzgó en lugar de haber sido enjuiciada por el fuero civil garantizado por la constitución, lejos estuvo de haber sido justo e imparcial al haberla condenado a la pena capital. De este modo, Mary se convirtió en el chivo expiatorio necesario para calmar las iras de un pueblo ávido de venganza. Declarando ser inocente hasta el último momento, todo habría cambiado para ella de haber suministrado información sobre el paradero de su hijo, hecho que naturalmente resulta inconcebible de admitir puesto que ninguna madre puede quedar obligada a delatar a su propio vástago.
En esencia, el espectador asiste a un drama judicial que no se diferencia de muchos otros ya vistos en innumerables películas. Aunque cabe reconocer el esfuerzo volcado por el guionista James Solomon al haber elaborado un relato que fue fruto de la investigación que realizó a través de las transcripciones del juicio y otros registros históricos que tuvo posibilidad de acceder, lo que se expone resulta de interés didáctico pero sin alcanzar una envergadura dramática que llegue a conmover como debiera. Con todo, Redford ofrece un film de estructura clásica, realizado con sumo esmero, interpretado impecablemente y con una excelente reproducción de época.
Como coda del film el espectador se impone de una ironía del destino; así, cuando John Suratt fue finalmente arrestado en Egipto después de la ejecución de su madre, el tribunal civil que lo juzgó no pudo llegar a un veredicto y en consecuencia quedó absuelto y en libertad.
Este film que tuvo su primera presentación en el Festival de Cannes del año pasado obteniendo el Premio del Jurado en la categoría “Un Certain Regard”, confirma el surgimiento de nuevos valores del cine peruano a través de la madurez demostrada por sus nóveles realizadores Daniel y Diego Vera.
Uno de sus aciertos es haber retratado excelentemente la personalidad de su personaje principal. El guión de los hermanos Vera presenta a Clemente (Bruno Odar) un hombre taciturno, cercano a los 50 años de edad viviendo en Lima y que poco ha logrado en su vida para estar satisfecho. Siguiendo la tradición de su padre, es un prestamista usurero donde el dinero es lo único que cuenta para él; en su vida personal no tiene amigos, nunca se casó y se gratifica sexualmente con prostitutas de los bajos fondos de la ciudad.
Su rutina habitual se ve interrumpida una noche cuando regresa a su casa y descubre que alguien penetró en su ausencia sin que haya habido robo alguno pero dejándole en cambio una criatura de pocos meses. Ahí comienza la odisea de Clemente frente a las dificultades que encuentra para ocuparse de la bebita; con todo, logra la ayuda de Sofía (Gabriela Velásquez), una noble vecina del barrio para que se ocupe de ella. La llegada de estos dos personajes obliga a que este individuo comience a cuestionar y revalorar el estilo de vida que hasta ese momento había llevado.
Aunque el film permite detectar las condiciones de vida de las clases menos privilegiadas de la ciudad, su propósito no es reflejar un drama social aunque el relato adquiera connotaciones ásperas; con todo, hay un convincente humor seco proveniente de la conducta de nuestro antihéroe y de otros personajes pintorescos que contribuyen a atenuar su arista lúgubre.
El relato es narrado con gran eficacia y a pesar de su deliberado ritmo pausado, de ningún modo llega a afectarlo; por el contrario, el relativo suspenso creado para ubicar a la madre del bebé, la responsabilidad personal que le incumbe a Clemente en todo este entuerto y los giros imprevisibles que va adoptando su trama, permiten concentrar la atención del espectador en todo su desarrollo hasta llegar a un final abierto pero persuasivo.
Tanto la notable interpretación de Odar y Velásquez como la esmerada puesta en escena de los hermanos Vera valorizan a Octubre. También cabe destacar la magnífica fotografía de Fergan Chávez-Ferrer captando diferentes ambientes limeños que reflejan la austera belleza de la ciudad, con especiales tomas durante la tradicional procesión religiosa del Señor de los Milagros que tiene lugar durante el mes de Octubre y que da título al film. En suma, un film sencillo, honesto y emotivo de dos promisorios directores cuya carta de presentación no pudo haber sido más satisfactoria..
IN A BETTER WORLD. Dinamarca, 2010. Un film de Susanne Bier
Susanne Bier continúa ofreciendo dramas que siempre despiertan gran interés por la forma cómo los expone y porque sus historias sobre tópicos candentes están siempre abiertas a la discusión. Sin llegar al nivel de “Open Hearts” (2002) y/o “Brothers” (2004), posiblemente sus dos mejores filmes, In a Better World considera temas inquietantes que son relevantes tales como la violencia y la venganza; al así hacerlo, plantea aspectos morales de no fácil resolución.
En esta historia, los verdaderos protagonistas son dos adolescentes viviendo en un mundo complejo y donde sus respectivos padres no han sabido o no han podido prepararlos para afrontar los males a los que están expuestos.
Escrito en colaboración con Anders Thoman Jensen el guión de Blier expone en sus primeras imágenes a Anton (Mikael Persbrandt), un médico danés separado de su mujer que se encuentra en Africa realizando una abnegada labor en un hospital para refugiados. Comprobando las sádicas y genocidas acciones de un poderoso hombre local, al estar en estado de gravedad lo deja morir. He ahí el primer conflicto entre lo moralmente justo y lo incorrectamente ético en términos del mandato socrático al que todo médico responde.
Mientras tanto en Dinamarca, Elías (Markus Rygaard), el hijo de Anton de 12 años que vive con su madre (Trine Dyrholm) también médica, sufre los acosos físicos por parte de algunos de sus compañeros de clase liderados por Sofus (Simon Maagard Holm). Allí llega Christian (William Johnk Nielsen), un niño que acaba de perder a su madre víctima de cáncer y que regresa con su padre (Ulrich Thomsen) de Londres donde estaba viviendo; cuando comprueba cómo Elías es brutalmente castigado por Sofus, Christian le propina una tremenda paliza para que no lo siga molestando. De este modo se establece un sólido vínculo entre ambos que tienen en común de pertenecer a familias disgregadas. El acto de violencia ejercido por Christian volverá a reflejarse ulteriormente cuando por circunstancias no queridas, estos dos amiguitos son testigos de la humillación que sufre Anton, después de haber retornado de Africa, por parte de un mecánico pendenciero (Kim Bodnia).
Aunque los niños son bien queridos por sus padres y éstos insisten en que los actos de violencia no pueden ser combatidos con acciones similares, Elías y sobre todo Christian están convencidos de que cualquier medio es válido para aplastar la injusticia de quien utiliza la fuerza para imponer su voluntad..
En un relato de gran humanidad el film ofrece amplio campo para meditar sobre variados aspectos. ¿Es posible concebir un mundo mejor ofreciendo la otra mejilla para quien nos castiga? ¿No constituye un acto de debilidad responder pasivamente ante quien nos provoca o abusa de nosotros? ¿Es siempre el perdón el mejor modo de convivencia frente al ataque ajeno? He aquí algunas de las preguntas desde la óptica de los niños de este relato donde sus respuestas en términos de acción no coinciden con las de sus mayores frente a un mundo cada vez más convulsionado y complejo.
Bier no ofrece respuestas a los problemas expuestos porque resultaría presuntuoso brindar recetas de aplicación sencilla. Lo concreto es que In a Better World, ganador del Oscar al mejor film extranjero de 2010, es un drama intenso, inquietante y perturbador, sólidamente construido y magníficamente actuado que confirma a Blier como una de las mejores realizadoras del cine europeo contemporáneo.
Otro recuento de las atrocidades que tuvieron lugar durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, más precisamente durante el gobierno títere del despreciable mariscal Pétain en Francia, es lo que se aprecia en La Rafle Aunque se trate de un relato de ficción, la directora y guionista Roselyne Bosch ha tratado de ilustrar personajes verdaderos a través de las investigaciones que realizó para concretar este film.
El eje de su trama es la dramática redada que tuvo lugar en las aciagas jornadas del 16 y 17 de julio de 1942. En ese entonces, durante la ocupación alemana en Francia, se produjo la detención masiva de 13000 judíos franceses parisinos por parte del régimen de Vichy a fin de cumplir con las exigencias demandadas por el Tercer Reich. Después de su arresto en centros de internación de Francia, esta gente fue enviada al trágico campo de concentración de Auschwitz en Polonia para su exterminación.
La parte inicial del relato considera la amistad entablada entre 3 niños judíos del vecindario de Montmartre pertenecientes a dos familias (portando la obligada y resaltante estrella amarilla para identificar a quien era judío) cuyos integrantes - confiando inocentemente en el gobierno francés- ignoraban por completo lo que la suerte les habría de deparar.
En un elenco homogéneo y eficaz se destacan Melanie Laurent animando a una abnegada enfermera cristiana brindando cariño y calidez a los niños prisioneros, así como Jean Reno encarnando a un médico judío que se preocupó por la atención de sus compañeros de prisión.
Realizado con aplomo y mesura es posible que algunas situaciones del relato hayan quedado simplificadas sin alcanzar la dimensión de otros filmes vinculados con el holocausto. Sin embargo, hay que reconocer que Bosch nos hace conocer un doloroso episodio no muy divulgado y que puede servir de buena lección histórica para las nuevas generaciones; al hacerlo, produce un documento honesto y sólido que evita caer en notas sensacionalistas o artificialmente melodramáticas, a pesar de contener escenas que llegan a impresionar por su verídica crudeza.
CARANCHO. Argentina, 2010. Un film de Pablo Trapero
Pablo Trapero es un realizador comprometido en documentar dramáticamente los problemas de la sociedad contemporánea dentro del contexto de Argentina, su país de origen. En Carancho repite esa experiencia a través de un testimonio social sobre la forma de explotar la desgracia ajena.
Asimilando su título al del pájaro rapaz, el relato se centra en un abogado sin muchos escrúpulos que aprovecha la desgracia ajena para tratar de lograr un beneficio económico. Teniendo en cuenta que en Argentina se registran más de 8000 muertes por año y alrededor de 120 mil heridos por accidentes de tránsito, Trapero se inspira en esa realidad para brindar una historia de ficción de gran interés.
Sosa (Ricardo Darín), el personaje principal, es un abogado venido a menos que ha perdido su matrícula profesional pero que se las ingenia para seguir trabajando como tal. Forma parte de una empresa cuyo propósito es identificar a las víctimas accidentadas o a sus deudos, para representarlos ante las compañías aseguradoras, cobrar las indemnizaciones pertinentes, para finalmente restituir a los afectados una mínima parte del producido. Para peor, en algunas circunstancias los accidentes son orquestados dado que la situación económica impulsa a gente humilde a prestarse a ese juego aún cuando tengan que exponer su vida.
En este relato de cine negro el director expone un mundo turbio y amoral donde la fragilidad del marco legal se combina con una marcada corrupción de los que participan del negocio mencionado. La historia central se ve intercalada con la nota íntima a través de la relación que Sosa entabla con Luján (Martina Gusman), una médica ambulatoria encargada de socorrer a los accidentados; el vínculo amoroso impulsará a que el abogado trate de redimirse, convirtiéndose en menos cínico y humanamente más sensible.
Darín, el más importante actor argentino de su generación, brinda una impecable caracterización de su personaje logrando de este modo un nuevo éxito después de su suceso con “El Secreto de sus Ojos”. El resto del elenco (Gusman, Carlos Weber, José Luis Arias, Fabio Ronzano, José Espeche, Gabriel Almirón, Loren Acuña) cumple airosamente el compromiso asumido. En los aspectos técnicos, sobresale el trabajo de fotografía y cámara de Julián Apezteguía captando la atmósfera sórdida del Gran Buenos Aires donde transcurre importante parte de la acción.
Trapero, uno de los más importantes realizadores del actual cine argentino, ratifica su talento profesional con una crónica realísticamente dura, perturbadora, impiadosa y de notable contenido social, que se agrega a la lista de sus títulos más logrados como lo fueron “Mundo Grúa”, “El Bonaerense” y “Leonera”.
Muy buena impresión causa este primer largometraje de Deborah Chow. No solo se asiste a un relato impecablemente narrado sino que la historia concebida por la novel directora tiene solidez dramática y permite que el público fácilmente se identifique con ella.
Con un escenario que transcurre en la ciudad de Montreal y con diálogos bilingües en donde nada resulta extraño o curioso para el oído, sus dos personajes principales se desenvuelven en ambientes completamente diferentes. Uno de ellos es Nathalie (Isabelle Blais), una futura madre en avanzado estado de gravidez que aguarda con gran ansiedad el nacimiento de su primer hijo; a primera vista, todo aparenta normalidad en su confortable hogar salvo que su marido (Patrick Labbé) al dedicarse excesivamente a su trabajo profesional no le dispensa todo el tiempo y atención que ella aguarda de él creando de este modo una cierta distancia en la relación conyugal. El otro personaje es Henry (Zach Braff), un joven de los Estados Unidos que se ha mudado a Montreal y que se dedica a la entrega de productos farmacéuticos ilegales, además de llevar una vida un tanto disipada en sus ratos libres.
El factor que desencadena el drama se produce cuando Henry conduciendo su automóvil en horas nocturnas y en estado de ebriedad atropella a Nathalie y presa del pánico que lo acosa huye del lugar sin prestarle asistencia alguna; aunque ella resulta ilesa, el impacto del golpe sufrido produce la muerte de la criatura que llevaba en sus entrañas. El profundo sentimiento de culpa que embarga a este joven lo impulsa a establecer contacto con la pobre mujer aunque ocultándole haber sido el responsable del inmenso dolor que ella está padeciendo.
Casi todo el metraje está centrado en la delicada y tierna relación que se establece entre estas dos personas. La abnegación y preocupación de Henry conmueve sinceramente a Nathalie, sobre todo porque de algún modo este desconocido es capaz de brindarle un inusitado afecto que no lo cree recibir de su esposo. A medida que la amistad se va intensificando y cediendo paso a algo más íntimo, Henry se ve más arrinconado por no saber cómo enfrentar a Nathalie para confesarle su verdadera identidad y liberar su conciencia del tremendo peso que carga.
Chow ha contado con dos muy buenos intérpretes para transmitir los sentimientos de sus personajes. Blais provee a su Nathalie toda la devastación que siente tras ver destruido su sueño maternal y Braff –a pesar de todo- logra obtener la conmiseración del espectador en el trance emocional que atraviesa enfrentando al ser que despertó en él una nueva sensación de vida.
En resumen, un drama humano y realista de connotaciones morales donde no hay una respuesta sencilla o exacta para determinar hasta qué punto Henry puede ser objeto del perdón que ansía a pesar de sus buenas intenciones de enmendar un daño que es imposible de reparar. Más allá de cualquier debate al respecto, el público se encuentra con un film de calidad y eso es lo que realmente cuenta.
En su tercera película como realizador, Guillaume Canet retrata a un grupo de gente amiga entre 30 y 40 años de edad que todos los años comparte sus vacaciones. El resultado es una historia que alterna comedia con drama en un relato que aunque bien dirigido se alarga demasiado.
Para Max (François Cluzet) y su esposa Verónique (Valérie Bonneton) ya se transformó en costumbre durante la época de vacaciones recibir en su casa de playa a varios amigos de larga data para disfrutar del mar, hacer jogging, pasear en bote y gozar de todas las posibilidades que el lugar y la compañía ofrecen. Pero en esta ocasión y a punto de partir, Ludo (Jean Dujardin) –uno de los integrantes del grupo- sufre un grave accidente al haber tenido un violento choque que lo deja en estado de coma; la noticia conmueve a sus restantes amigos que al principio no están muy seguros de emprender el viaje de vacaciones pero finalmente lo hacen al saber que en nada pueden contribuir para ayudar al desafortunado moribundo dada su crítica condición.
De allí en más, Canet abandona el tono dramático para retornar al mismo hacia el final del relato. El resto del film muestra cómo el grupo va exteriorizando sus emociones y diferentes reacciones así como la forma en que van interactuando. Como guionista, el realizador estuvo indudablemente influido por la película “The Big Chill” (1983) donde un grupo de amigos de escuela se reunían después de varios años durante un fin de semana en ocasión del funeral de uno de ellos; sin embargo en ese film las situaciones pertinentes a cada uno de sus personajes resultan mucho más intrigantes que las expuestas en esta ocasión dado que no hay situaciones innovadoras que agreguen variantes a lo “deja vu”.
Dentro de las características de un relato coral, lo más relevante está centralizado en la confesión que Vincent (Benôit Magimel) le hace a Max al señalarle que siempre estuvo enamorado de él. La personalidad conservadora del dueño de casa hace que reciba la noticia con gran fastidio de su parte, en tanto que Vincent evidencia su conflicto entre lo que realmente siente y la necesidad de guardar las apariencias públicamente; ese hecho se intensifica más teniendo en cuenta su condición de hombre casado y padre de familia sin que su señora (Pascale Arbillot) esté al tanto de su ambigua orientación sexual. A pesar de querer empatizar con la situación descripta, se hace muy difícil creer que ese hecho se exteriorice después de tantos años de amistad y que Vincent haya elegido un lugar y momento tan inoportuno para expresar lo que siente.
Los demás personajes, demasiado numerosos y sin estar muy bien elaborados, son utilizados para efectuar un estudio de caracteres donde sus fobias, neurosis, problemas emocionales y sentimientos reprimidos quedan expuestos; gradualmente irán surgiendo algunas mentiras y secretos ocultos, conduciendo a que cada uno de sus integrantes adopte diferentes reacciones -algunas graciosas y otras no tanto-, hasta que en ciertas oportunidades las tensiones corren el riesgo de explotar.
A su favor, Canet ha contado con un elenco muy bueno; además de Clauzet y Magimel, se lucen Marion Cotillard, Gilles Lallouche, Laurent Lafitte, entre otros nombres. Con todo, el film de dos horas y media de duración hace sentir su peso; así, la línea narrativa languidece en su última parte debido a que las situaciones se tornan repetitivas y porque en su intención de ratificar el valor de la amistad Canet acude a un desenlace forzadamente melodramático.
RIO. Estados Unidos, 2010. Un film de Carlos Saldanha
El director brasileño Carlos Saldanha ofrece un liviano pero efectivo film de animación que es un sincero homenaje a Río de Janeiro. Teniendo en cuenta que el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 tendrán lugar en esa ciudad, no hay duda que al margen de sus cualidades intrínsecas, la película constituye una buena fuente de promoción artística para visitar el lugar.
La anécdota del film es mínima pero lo suficientemente agradable como para pasar una amena hora y media con los simpáticos animalitos que lo animan. Todo gira en torno de Blu (Jesse Eisenberg), un guacamayo macho de color azul, cuidado y protegido por su dueña Linda (Leslie Mann), quien posee una librería en una pequeña localidad de Minessota. La rutina se interrumpe con la llegada de Tulio (Rodrigo Santoro), un ornitólogo brasileño, que al visitar la librería le dice a Linda que Blu es el último ejemplar de su especie; de allí que la convence para que ella viaje con su mascota a Río de Janeiro donde se encuentra la guacamaya Jewel (Anne Hathaway) –asimismo el último pájaro hembra existente- a fin de que ambas aves se acoplen para su reproducción, evitando de este modo la extinción de la especie.
La verdadera aventura comienza al llegar a destino, cuando Blu y Jewel son víctimas de unos traficantes de animales que los capturan y encadenan; si bien logran huir, la situación se complica al ser perseguidos y, sobre todo, porque el guacamayo no sabe volar. Lo que continúa es una excusa para deleitarse con la explosión de colores que el film ofrece a través de las vistas aéreas de la fascinante ciudad apreciando su foresta tropical, las playas, el Cristo Redentor, Pan de Azúcar, las calles serpenteantes, etc. Además el deleite es aún mayor teniendo en cuenta que la acción transcurre en el marco del célebre y fascinante carnaval carioca con los desfiles de las bien conocidas escolas do samba ofreciendo un singular y florido espectáculo.
La buena caracterización de sus atrayentes personajes ayudados por las acertadas voces prestadas por Hathaway, Eisenberg, Mann, Santoro y Jamie Foxx, entre otros, una animación de primer nivel, el despliegue visual reflejando la belleza de la ciudad, la agradable música al compás del trepidante ritmo brasileño y algunos momentos de chispeante humor, aseguran que el fluido relato filmado en 3D nunca decaiga; así, esta atrayente y colorida fantasía permite un buen entretenimiento que el público, sobre todo el infantil, sabrá apreciar.
Este primer film de Mike Goldbach decepciona tanto por la forma en que narra la historia imaginada así como por un contenido desenfocado al no concretar lo que se propone.
En su comienzo se tiene la impresión de que el realizador quiere enfocar la angustia o ansiedad de una adolescente que afronta un período crítico de su vida, pero al poco tiempo se concluye que no es ese el propósito del film aunque al final de la proyección tampoco se llega a saber cuál era.
A través de la narración efectuada en primera persona por Caroline Wexler (Kat Dennings), el personaje principal de 16 años, el público se entera que debido a desafortunadas circunstancias ella y su padre viudo (Ted Whittall) se han visto obligados a cambiar de residencia para vivir ahora en una pequeña ciudad sin muchos atractivos. El primer choque lo encuentra en la nueva escuela a la que asiste al estar rodeada de estudiantes que además de no considerarla demasiado distan de tener la madurez que ella supuestamente posee; por lo tanto no es extraño que se encuentre fuera de contexto.
Repentinamente, la trama cambia de giro cuando Caroline se convierte en una seductora que ávida de sexo trata de conquistar a Mr. Anderson (Josh Lucas), uno de sus elegantes profesores; a pesar de la delicada situación existente entre profesor y alumna, Anderson finalmente no resiste a los encantos de su discípula y así comienza un affaire que a pesar de querer mantenerlo discreto se ventila fácilmente en la escuela creciendo aún más la poca estima de la cual Caroline gozaba. Para peor, uno de sus compañeros, Thurston (Reece Thompson), gusta de ella y para complacerlo esta desubicada jovencita no tiene reparos en mantener con él relaciones sexuales a pesar de estar ligada a su amante instructor.
El film sigue desmoronándose frente a los giros ridículos que cobra el relato, introduciendo la existencia de un asesino en serie –que nunca se hace presente- que va eliminando a jovencitas de la zona incluyendo a una alumna del establecimiento. Ese hecho, es completamente incidental dado que no crea suspenso alguno y está totalmente desvinculado del triángulo amoroso central.
Al promediar el relato ya no queda posibilidad alguna de salvar al film salvo empeorarlo y eso es precisamente lo que sucede con las situaciones absurdas del guión. Por ejemplo, es inimaginable pensar que la madre de Thurston (Andie MacDowell) trate de conquistar al padre de Caroline para que éste permita que el muchacho pueda visitarla, así como resulta risible el intento de suicidio del serio profesor cuando Caroline lo abandona.
A pesar de su duración de poco más de hora y media, esta descabellada y olvidable historia resulta altamente frustrante, lamentando el tiempo insumido en su visión.
A pesar de tratarse de un documental de escasos 40 minutos, este film reúne varios factores que lo distinguen de otros del género por la originalidad de su tema, por su didáctico tratamiento y porque además es un buen ejemplo de amor a la naturaleza y al reino animal.
El foco del film descansa en animales salvajes que, por diferentes razones, al momento de nacer se encuentran abandonados y desprovistos de la protección maternal lo que motiva que se encuentren indefensos para manejarse en su habitat natural. Dentro de ese contexto resulta interesante saber de que existen centros de asistencia que se ocupan de esos bebés para suministrarles la alimentación y ayuda adicional que requieren hasta que llegado el momento de poder manejarse por su cuenta sean dejados libres en el ambiente al que pertenecen.
El documental de David Lickley, un científico convertido en cineasta, sigue los pasos de dos hadas madrinas que en su compleja y difícil labor han fomentado cálidos lazos de comunicación entre humanos y animales. Una de ellas es la renombrada primatóloga Birute Mary Galdikas y la otra es Daphne M. Sheldrick. Ambas están localizadas en diferentes espacios geográficos pero tienen en común la noble tarea mencionada habiendo dedicado gran parte de sus vidas para tal propósito.
La doctora Galdikas se ocupa de orangutanes abandonados en Indonesia, más precisamente en las zonas boscosas de la isla de Borneo; para ello se ha preocupado de crear un ambiente especial a fin de que los primates puedan ser criados y nutridos de acuerdo a sus necesidades naturales. Es tierno observar el modo en que el equipo de guardianes va cantándoles melodías para que se duerman, del mismo modo que –salvando la distancia con humanos- una madre lo haría con sus hijitos.
Paralelamente el film va ilustrando la labor de la señora Sheldrick tomando a su cargo la protección de huérfanos elefantitos en las áridas sabanas de Kenia. Así entre algunas de las declaraciones de esta mujer altruista, uno se va enterando del largo tiempo que fue necesario a fin de lograr la fórmula de la leche necesaria para nutrir a los bebés y el modo de preservarlos sanos para que puedan crecer y desarrollarse adecuadamente.
Aunque muchas veces resulte imprevisible la reacción de los orangutanes como la de los paquidermos en el proceso descripto, ambas especies parecen reconocer la abnegación y cariño que sus amos le suministran. Queda entendido que no se trata de animales a los que se intenta domesticar como si fueran mascotas que se tienen en un hogar; a medida que crecen se vuelven salvajes y es por ello que respetando lo que su naturaleza ha determinado que sean, al estar lo suficientemente formados y rehabilitados para actuar por sí mismos llega el nostálgico momento de la despedida para ser restituidos al medio al cual pertenecen.
Aunque no siempre el uso de la tercera dimensión logra realzar la importancia de un film, en este caso cumple muy bien su objetivo que reforzado con la dimensión del IMAX permite que el espectador viva con intensidad la preocupación, abnegación y cariño que estas mujeres y los miembros de sus respectivos equipos realizan para preservar estas especies que de otro modo podrían correr el riesgo de extinción.
Lickley ha logrado un excelente documental; además de estar bien escrito por Drew Fellman y narrado en off por la serena voz de Morgan Freeman, la película transporta al espectador en un viaje de apasionante aventura; si hay algo que lamentar es que uno quisiera que el film continúe para seguir gozando del mismo.
8.5.11
FESTIVAL DE CANNES (12)
Crónica de Jorge Gutman
ULTIMOS FILMES AGREGADOS A LA LISTA DE LA SELECCIÓN OFICIAL
El comité organizador del Festival anunció los últimos 4 títulos incluidos en la programación oficial. Para la competencia oficial el título agregado es THE ARTIST (Francia) de Michel Hazanavicius con John Goodman, Missy Pyule, James Cromwell y Penelope Ann Miller en los principales roles. Se trata de un film de época filmado en blanco y negro cuya acción transcurre en Hollywood en 1927.
El otro film que también participará en Un Certain Regard es GOOD BYE (Irán) de Mohammad Rasoulof y fue rodada en forma semiclandestina. Se trata de un relato de ficción que se centra en un joven abogado de Teherán que trata de obtener una visa que le permita dejar el país.
La película que habrá de verse el 20 de mayo relata cómo Panahi está viviendo desde hace meses su odisea de aguardar un veredicto de la Corte de Apelaciones que está reconsiderando su condena; al propio tiempo, a través de la representación de una jornada de su vida cotidiana, él y su antiguo asistente Mirtahmasb ofrecen una visión de la situación actual del cine iraní.
Jafar Panahi ha enviado un mensaje donde señala textualmente “nuestros problemas son nuestras fortunas. La comprensión de esta paradoja prometedora nos invita a no perder la esperanza y a proseguir nuestro camino. Los problemas más o menos serios persisten en todo el mundo; sin embargo, nuestro deber nos incita a no ceder y a buscar soluciones”