6.8.14

PELÍCULAS DE PERÚ Y MÉXICO COMPITEN EN FESTIVAL DE FILMES DEL MUNDO

Perro guardián de los directores Bacha Caravedo y Chinón Higashionna de Perú, y Obediencia perfecta de Luis Urquiza Mondragón de México, serán los representantes de la cinematografía latinoamericana en la sección competitiva del Festival de Filmes del Mundo de Montreal. En total 350 películas (entre largometrajes y cortos) provenientes de 74 países se exhibirán durante los once días del evento, desde el 21 de agosto al 1º de septiembre.
Crónica de Sergio Martínez

Los problemas de financiamiento de la 38ª edición del Festival de Filmes del Mundo de Montreal parecen no amilanar a los organizadores de este evento quienes el martes 5 de agosto dieron a conocer la lista de películas que estarán en pantalla durante el ya tradicional evento que cierra la temporada de festivales veraniegos en Montreal.

Como se sabe (ver artículo anterior a este respecto en nuestra sección Cine en La Plaza) las principales instancias gubernamentales que subvencionan estas actividades culturales, Telefilm Canada (federal) y Société de développement des enterprises culturelles, SODEC (de la provincia de Quebec) han recortado o eliminado sus respectivos apoyos financieros al Festival de Filmes del Mundo de Montreal (FFMM). En el caso de SODEC ello motivó un agrio intercambio entre la directora general del FFMM, Danièle Cauchard, y la directora ejecutiva de SODEC, Monique Simard.

Cabe recordar que ya en 2005 los burócratas federales y provinciales, intentaron desbancar al FFMM y levantaron en su lugar un festival alternativo que resultó un completo fracaso. Monique Simard fue parte del consejo de administración de ese frustrado evento y ahora en tanto que  poderosa burócrata como mandamás de SODEC (su puesto fue un típico caso de designación política, hecho por el previo gobierno provincial) parece estar poniendo todas sus energías e influencia en destruir el FFMM. 

Serge Losique, presidente del FFMM
Tanto Serge Losique como Mme. Cauchard sin embargo, flanqueados ahora por la nueva directora de comunicaciones del FFMM Lison Lescarbeau (Henry Welsh renunció a ese cargo en desacuerdo con la carta que Mme. Cauchard enviara al diario La Presse en respuesta a una entrevista de Mme. Simard) mostraron su mejor cara y reafirmaron su compromiso con “ofrecer una muestra de calidad”,  según palabras de Losique.

LA PRESENCIA LATINA
De las 19 películas compitiendo por el Gran Prix des Amériques en la principal categoría (Competencia Mundial) dos son latinoamericanas: Perro guardián dirigida por Bacha Caravedo y Chinón Higashionna de Perú, narra la historia de un
ex miembro de un grupo paramilitar que estuvo combatiendo a la guerrilla en los años 80. Amnistiado y convertido ahora en asesino a sueldo, en uno de sus trabajos y por extraña coincidencia llega a conectarse a una iglesia donde conoce a una mujer que tendrá un especial efecto sobre su conducta. Obediencia perfecta, del mexicano  Luis Urquiza Mondragón enfoca la vida del seminarista Sacramentos Santos, de 13 años que se ha unido a una nueva orden, Los Cruzados de Cristo (se trata ciertamente de una referencia a Los Legionarios de Cristo, la orden formada por el tristemente célebre abusador de menores, el cura Maciel). Sacramento es tomado bajo el alero protector del fundador de la orden, Ángel de la Cruz con quien entrará en una contradictoria relación. Años más tarde, más maduro y con más experiencia, Sacramento buscará justicia. Hay también dos filmes en la competencia de cortometrajes, ambos mexicanos: La última cena de Vanessa Quintanilla y Nunca regreses de Leonardo Díaz.


El film peruano Perro guardián es uno de los dos latinoamericanos
en la competencia principal del FFMM
En la Competencia de Primeras Obras hay cinco películas latinoamericanas así como algunas co-producciones. De Brasil viene Aya Arcos (co-producida con Alemania) dirigida por Maximilian Moll una historia de amor gay con la ansiedad del riesgo de VIH acechando. Los bañistas, de Max Zunino (México) es un film ambientado en tiempos de crisis y protestas, donde incluso hay una importante necesidad a cumplir: ellos necesitan una ducha. Otra situación de crisis es la que afecta al personaje que le da nombre a otro film mexicano, González, dirigido por Christián Díaz Pardo. Climas, dirigido por Enrica Pérez es una co-producción Perú-Colombia en que tres mujeres introvertidas, no conectadas entre sí, experimentan historias de descubrimiento marcadas por diferentes sociedades, geografías y climas en un país fragmentado. La hora azul de la peruana Evelyne Pegot-Ogier narra el caso de un próspero abogado que casualmente descubre un secreto de la vida de su padre, un ex oficial de la marina que participó en la represión a la guerrilla en Ayacucho en los años 80, y de la relación que su padre habría tenido con una detenida. El abogado decide buscar a esa mujer, ahora muchos años más tarde. Otra co-producción es la española-mexicana-alemana Todos están muertos, dirigida por Beatriz Sanchis, cuenta la historia de Lupe una mujer que es ahora una madre con un hijo que no la quiere y depende de su madre Paquita, pero nadie pensaría que ella en los 80 fue integrante de una banda de rock. En esta sección competitiva hay también una película española, Schimbare, dirigida por Álex Sampayo en la que los dos protagonistas, Luis y Elvira deben viajar a Rumania por orden de una organización criminal europea oriental, pero luego sus órdenes cambian y deben ir a Budapest a recoger otro cargamento, el cual será una dura sorpresa para ellos.

Danièle Cauchard, directora general
del FFMM
La sección Fuera de Competencia o Grandes Filmes, incluye a la co-producción española-colombiana Ciudad delirio. En tanto que en la sección Mirada al Cine del Mundo incluye varios filmes latinoamericanos: Ciudad sin sombra de Bernard Canizares Esguerra (Ecuador-Colombia), Silencio en la tierra de los sueños, de Tito Molina (Ecuador-Alemania), La Tirisia, de Jorge Pérez Solano (México), Mateo, de María Gamboa (Colombia-Francia), María y la araña, de María Victoria Meniz (Argentina-Ecuador-Francia), El Bumbún, de Fernando Bermudez (Argentina), Infancia, de Domingo Oliveira (Brasil), Choele, de Juan Sasiain (Argentina), Muerte en Buenos Aires, de Natalia Meta (Argentina), Ella, de Libia Stella Gómez (Colombia) y Las vacas con gafas, de Alex Santiago Pérez (Puerto Rico).
En la sección Documentales del Mundo, se presentan Como Dios nos trajo de Mauro Mercano (Argentina-Venezuela), Beyond the Walls, de Gayle Embrey (EE.UU.-Argentina), A ras del cielo de Horacio Alcalá (España-México-Portugal), Je vous écris par-delà les mers,  de Olivier Horn (Haiti-France) y Hasta el fin de los días, de Mauricio Bidault (México).

LOS DETALLES PRÁCTICOS
El Festival de Filmes del Mundo de Montreal se desarrolla desde el 21 de agosto al 1º de septiembre en el cine Imperial (1430 de Bleury. Metro Place des Arts) y el cine Quartier Latin (350 Emery, metro Berri-UQAM).

Cupones de 10 entradas se venden a $70 (30% de rebaja respecto del valor del ticket individual) en tanto que los Passes Cinephile cuestan $250 y el Passeport $100.

Para mayor información visitar el sitio del festival: www.ffm-montreal.org


24.7.14

FESTIVAL DE CINE DE MONTREAL BAJO ATAQUE

Un duro intercambio entre Danièle Cauchard, directora general del Festival de Filmes del Mundo de Montreal (FFMM) y Monique Simard, directora de la Société de développement des enterprises culturelles (SODEC) una agencia del gobierno provincial de Quebec, ha dejado a mucha gente en suspenso en lo que en todo caso parece la trama para un mal film.
Comentario de Sergio Martínez


La disputa—hasta ahora llevada en las páginas del diario La Presse—viene a echar luz sobre un viejo problema en el marco del cual se desarrolla la actividad cultural en Canadá y—uno bien puede decir en la mayoría del mundo con excepción de Estados Unidos, donde el financiamiento de gran parte de la actividad artística y cultural se hace por corporaciones privadas—el problema al que aludimos es el que los organizadores y creadores de eventos culturales no siempre están de acuerdo con aquellos encargados de financiar esos eventos.

Como ya señalábamos, en Canadá y así en cada una de sus provincias, el principal mecenas de la actividad artística toma la forma de una agencia gubernamental, no muy diferente de las agencias que supervisan la producción agrícola o miden el impacto de la industria sobre el medio ambiente, en otras palabras, una burocracia.

Como los burócratas no están instalados en una suerte de Olimpo neutro ellos también son susceptibles de influencias de variados factores y a veces van a favorecer a algunas organizaciones sobre otras. Es lo que se infiere de una controvertida decisión por parte de SODEC que a su vez motivó la furiosa réplica de Mme. Cauchard. Según un informe de SODEC, esa agencia informó al FFMM en carta del 30 de mayo pasado que no financiaría la presente edición del festival. Esto vino a confirmar una decisión tomada anteriormente. El comunicado agregaba que “en la eventualidad de un plan para una rectificación financiera mayor y su correspondiente implementación por parte del Festival de Filmes del Mundo, SODEC aceptará estudiar una solicitud de asistencia económica para su edición de 2015”.
Serge Losique, presidente del FFMM y
Danièle Cauchard durante conferencia
de prensa en 2013



El tema se agitó nuevamente cuando en una entrevista aparecida en La Presse, la directora de SODEC hizo referencias críticas directas al FFMM especialmente a su gobernanza y la deuda acumulada que el festival arrastra por algunos años. La respuesta vino en la forma de una fuerte carta de Mme. Cauchard publicada en el mismo diario y titulada “Yo acuso”. En la misiva, entre otras cosas, Mme. Cauchard le recuerda a Mme. Simard sus propias fallas en materia de gobernanza, apuntando al hecho que en 2005 Monique Simard formó parte del consejo de administración de un festival de cine lanzado con el propósito de competir y eventualmente reemplazar al FFMM, evento que fracasó rotundamente y sólo tuvo una edición. Danièle Cauchard también acusa a la jefa de SODEC de presentar a los medios de comunicación cifras del festival de una manera sensacionalista para dar la impresión que el festival se halla en una situación financiera peor que la que realmente tiene, en circunstancias que por lo demás esos problemas financieros serían resultado de los propios cortes que SODEC infligió al festival en 2005: si SODEC hubiera mantenido ese año el nivel de apoyo que brindó en el período 2000-2004 el festival no tendría deuda, afirmó su directora. En lo que parece como la más seria acusación, la directora general del FFMM acusa a la directora de SODEC de discriminar contra el festival e incluso de utilizar dineros públicos (con los cuales paga sus viajes) para sabotear el festival en el extranjero.

El fuerte lenguaje de la carta de Mme. Cauchard lamentablemente ha tenido el efecto de hacer que mucha gente se centre sobre el tono de ella más que en su contenido (hasta este momento no ha habido ni una simple refutación de los puntos que ella presentó, aunque claro, quizás de un modo muy confrontacional) lo que es desafortunado porque ahora es el futuro de uno de los más importantes eventos culturales de Montreal el que se halla en riesgo y con ello, el rol de Montreal como un lugar de encuentro para amantes del cine que pueden gozar de una amplia muestra de la cinematografía mundial. Si eventualmente el FFMM desapareciera—como parece ser que alguna gente y ciertos miembros de prensa quisieran—sería una pérdida irreparable para la ciudad.

Pero en todo esto hay algo más que la mera disputa entre un festival y la burocracia que opera como financista o mecenas de las artes. Hemos tenido oportunidad de cubrir el FFMM desde 1980 y una de las cosas que llama la atención es la existencia de una velada actitud de negatividad hacia el festival por parte de algunos comentaristas. Otro colega nos señaló en una ocasión que ello se debería a que para algunos de esos québécois situados en un nacionalismo extremo (y que habría unos cuantos en los medios locales) ni el presidente del festival, Serge Losique ni Danièle Cauchard serían “suficientemente québécois”. El énfasis sobre el carácter internacional del festival con centenas de películas de todas partes del mundo (precisamente para nosotros su principal mérito) es percibido por algunos de esos críticos como un “dejar de lado el cine de Quebec”, ha habido incluso quienes de tanto en tanto critican que una gran parte de los filmes extranjeros vengan con subtítulos en inglés (una crítica obviamente injusta ya que no es culpa del FFMM que la mayoría de los productores extranjeros—incluyendo a los de América Latina—colocados ante la disyuntiva de tener que optar, porque además traducir y subtitular es un proceso caro, prefieran hacerlo en inglés porque esa lengua les ofrece mejores oportunidades de distribuir sus películas en los mercados mundiales).

Monique Simard, mandamás de SODEC
fue parte de fracasado festival
competidor en 2005
El tono de la carta fue quizás muy duro y eso ha permitido que sea explotado para atacar al festival a través de un orquestado esfuerzo por aislarlo haciendo aparecer a Monique Simard como víctima de un ataque personal, sin detenerse a examinar sus antecedentes de manera más exhaustiva en tanto burócrata del medio cultural. Por ejemplo que su designación, a fines de 2013, fue típicamente una designación política hecha por el gobierno provincial de ese momento. Mme. Simard fue diputada provincial del Parti Québécois entre 1996 y 1998 habiendo tenido que renunciar por su presunto envolvimiento en un escándalo de fraude en una elección municipal. A este momento ella ha logrado el apoyo de la actual Ministra de Cultura así como del consejo de administración de SODEC, pero algunos apoyos hacen a cualquiera sospechar sobre sus verdaderos motivos, el ejemplo más obvio en este caso es el de la carta de apoyo firmada por una serie de cineastas y productores de la provincia. Por supuesto que ellos tenían que alinearse con Mme. Simard, ¡si dependen de SODEC para financiar sus películas!

Según informes del diario La Presse, Mme. Cauchard había anunciado en febrero que este sería su último año como directora general del FFMM y de ser así será lamentable que su partida vaya a coincidir con un momento crítico para el festival. Más allá de la percepción que ciertos medios de comunicación han proyectado tanto de ella como especialmente de Serge Losique, presidente del festival (quien ciertamente no es una persona que despierte gran simpatía entre los periodistas, cosa que por lo demás a él tampoco parece importarle gran cosa) lo cierto es que su “criatura”, el Festival de Filmes del Mundo de Montreal (para cuya supervivencia Losique incluso ha hipotecado sus bienes, según somos informados) ha hecho una gran contribución a esta ciudad y no merece ser destruido simplemente porque a algunos burócratas no les gusta la gente que lo administra.

El FFMM tendrá lugar este año entre el 21 de agosto y el 1º de septiembre. Nadie sabe qué ocurrirá el próximo año. Una cosa sí es cierta: si no hay festival en 2015, todos los amantes del cine en Montreal seremos los perdedores.

3.3.14

CRITERIOS Y DESCRITERIOS EN LOS OSCARS

Comentario de Sergio Martínez


12 Years Slave, película ganadora del Oscar

12 Years Slave (dirigido por Steve McQueen) ganó el Oscar a la mejor película del año 2013, a nuestro juicio un bien merecido galardón. El film cuenta la historia, basada en un hecho real, de Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor), un negro liberto particularmente talentoso como violinista que vive con su familia en el estado de Nueva York y que en una oportunidad durante un viaje a Washington, es secuestrado y enviado como esclavo a las plantaciones de Louisiana. Allí transcurren 12 años de su vida, sujeto a las indignidades que le prodigan sus amos blancos, siendo testigo también del trato que sus congéneres recibían. El film tiene un buen desarrollo dramático, el choque emocional que Solomon experimenta—de ser un hombre libre a pasar a ser un esclavo—es particularmente transmitido con todo el dolor que significa y que la audiencia es capaz de sentir también. En ese sentido la actuación de Ejiofor es clave pues confiere a su personaje todas las diversas instancias que el personaje sufre: la sorpresa ante su inesperado cambio de status, pero pronto también la toma de conciencia de que para sobrevivir tendrá que cumplir su nueva función, al mismo tiempo sin embargo, su actitud de no aceptación de esa condición y de la injusticia que tiene aparejada y con ella también la esperanza y la voluntad de recuperar su preciada libertad. Filmada en Louisiana, la fotografía de 12 Years Slave permite también a través de sus imágenes retratar muy bien la desolada situación del personaje en medio de la inmensidad del terreno de las plantaciones, así como el contraste entre ese paisaje y la crueldad humana.

LOS CRITERIOS Y DESCRITERIOS

El proceso de premiación por parte de los miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas siempre ha estado sujeto a polémicas, en ocasiones criterios comerciales parecen primar por sobre consideraciones estrictamente estéticas, por otro lado, los criterios que llevan a los miembros de la Academia a discernir los Oscar en una u otra forma pueden estar fuertemente influidos a veces por factores extra cinematográficos. Por ejemplo, si bien hemos elogiado el premio para 12 Years Slave, es por otro lado difícil justificar la premiación de Lupita Nyong’o como mejor actriz de reparto por su papel de la esclava Patsie en esa misma película. Especialmente si en esa categoría había por lo menos dos otras actrices cuyas actuaciones fueron superiores en todo sentido, nos referimos a Jennifer Lawrence como Rosalyn, la imprevisible esposa de Irving en American Hustle, y Julia Roberts encarnando a Barbara Weston en August: Osage County. ¿Primó en este Oscar para Lupita Nyong’o un tanto de political correctness? ¿Fue también ese criterio—o descriterio—que determinó que Alfonso Cuarón ganara el Oscar a la mejor dirección de manera de tener por primera vez a un latino ganando ese galardón? Cuarón ciertamente se vio beneficiado por la gigantesca máquina publicitaria que Warner Bros. puso para apoyar la postulación de Gravity.

A nuestro juicio sin embargo, Gravity que acumuló varios Oscar en categorías técnicas, adolecía de una insuficiencia clave: sus diálogos eran esencialmente anodinos, la trama misma—con lo trágico que pueda ser quedar súbitamente a la deriva en el espacio—presentaba un problema: ¿qué se puede hacer en esas circunstancias? o se reforzaba el posible potencial de acción en la historia subrayando la batalla del ser humano con la tecnología o se recurría a frases para llenar el vacío, como efectivamente se hizo. Hay quienes llegaron incluso a comparar Gravity con esa genial obra de Stanley Kubrick 2001 Odisea del Espacio, pero quienes hacen tal comparación están muy errados, mientras en 2001 había efectivamente un trasfondo filosófico profundo, en Gravity los diálogos son más bien pedestres, más cercanos a conversaciones de seguidores de la New Age que a búsquedas filosóficas. Es cosa de revisitar algunas de las líneas en Gravity: Dr. Stone (Sandra Bullock): “I know, we are all gonna die…” (“Lo sé, todos vamos a morir…”). Y en otro momento esta nueva perla de originalidad, también de la boca de la astronauta, la doctora Stone: “Either I make it down there in one piece and I have one hell of a story to tell...or I burn up in the next ten minutes. Either way, whichever way...no harm, no foul! Because either way...it'll be on helluva ride…” (“O llego abajo entera y tendré una historia fenomenal que contar… o me quemo en los siguientes diez minutes. Como sea, cualquiera sea la manera… ¡no hay daño, no hay falta! Porque de cualquier manera ¡qué viaje…!” N. de la R. Nuestra traducción)

Para escribir tales líneas el director Alfonso Cuarón y su hermano Jonás (autores del guión) no necesitaban mayor inspiración, tales expresiones uno puede escucharlas hasta entre los pasajeros del concurrido metro de Ciudad de México.

Por cierto si se trataba de premiar un trabajo creativo de dirección, el criterio adecuado hubiera dictado que la distinción fuera para Alexander Payne que con su original utilización de la fotografía en blanco y negro hizo de Nebraska una historia que transmitía ternura, a la vez que la necesidad de comunicarse y encontrarse. Pero ya lo señalamos, los criterios o descriterios indicaban otra cosa.

ACTORES Y ACTRICES

El Oscar para actor en rol principal fue para Matthew McConaughey, aun cuando con ello se postergó injustamente a un actor que hace ya tiempo viene haciendo méritos con notables performances, nos referimos a Leonardo DiCaprio que protagonizó The Wolf of Wall Street, ella misma una película que adoleció de fallas (innecesariamente larga, reiterativa) pero que tuvo en DiCaprio a su figura más destacada.

La Academia sí acertó plenamente con el premio a la mejor actriz en rol protagónico al adjudicárselo a Cate Blanchett por su actuación en Blue Jasmine. En esta categoría había fuertes contendoras: Meryl Streep estuvo muy bien como la matriarca Violet Weston en August: Osage County, Judy Dench desplegó gran talento en Philomena, en tanto que Amy Adams mostró su versatilidad al encarnar a la seductora Sydney Prosser en American Hustle.
El mejor actor en un rol de reparto fue Jared Leto por su actuación en Dallas Buyers Club. En esta categoría también había fuertes contendores como Jonah Hill (como el socio del corredor de la bolsa Jordan Belfort en The Wolf of Wall Street) y Barkhad Abdi (como el jefe de los piratas en Captain Phillips).

OTROS GALARDONEADOS


El film italiano La grande bellezza del director Paolo Sorrentino ganó el Oscar al mejor film en lengua extranjera, en tanto que Frozen dirigido por Chris Buck y Jennifer Lee ganó el Oscar en la categoría de animación. (Ambos filmes están en cartelera en Montreal).