Comentario de Sergio Martínez
12 Years Slave, película ganadora del Oscar |
12 Years Slave (dirigido por Steve McQueen) ganó el Oscar a la mejor película del año 2013, a nuestro juicio un bien merecido galardón. El film cuenta la historia, basada en un hecho real, de Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor), un negro liberto particularmente talentoso como violinista que vive con su familia en el estado de Nueva York y que en una oportunidad durante un viaje a Washington, es secuestrado y enviado como esclavo a las plantaciones de Louisiana. Allí transcurren 12 años de su vida, sujeto a las indignidades que le prodigan sus amos blancos, siendo testigo también del trato que sus congéneres recibían. El film tiene un buen desarrollo dramático, el choque emocional que Solomon experimenta—de ser un hombre libre a pasar a ser un esclavo—es particularmente transmitido con todo el dolor que significa y que la audiencia es capaz de sentir también. En ese sentido la actuación de Ejiofor es clave pues confiere a su personaje todas las diversas instancias que el personaje sufre: la sorpresa ante su inesperado cambio de status, pero pronto también la toma de conciencia de que para sobrevivir tendrá que cumplir su nueva función, al mismo tiempo sin embargo, su actitud de no aceptación de esa condición y de la injusticia que tiene aparejada y con ella también la esperanza y la voluntad de recuperar su preciada libertad. Filmada en Louisiana, la fotografía de 12 Years Slave permite también a través de sus imágenes retratar muy bien la desolada situación del personaje en medio de la inmensidad del terreno de las plantaciones, así como el contraste entre ese paisaje y la crueldad humana.
LOS CRITERIOS Y DESCRITERIOS
El proceso de premiación por parte de los miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas siempre ha estado sujeto a polémicas, en ocasiones criterios comerciales parecen primar por sobre consideraciones estrictamente estéticas, por otro lado, los criterios que llevan a los miembros de la Academia a discernir los Oscar en una u otra forma pueden estar fuertemente influidos a veces por factores extra cinematográficos. Por ejemplo, si bien hemos elogiado el premio para 12 Years Slave, es por otro lado difícil justificar la premiación de Lupita Nyong’o como mejor actriz de reparto por su papel de la esclava Patsie en esa misma película. Especialmente si en esa categoría había por lo menos dos otras actrices cuyas actuaciones fueron superiores en todo sentido, nos referimos a Jennifer Lawrence como Rosalyn, la imprevisible esposa de Irving en American Hustle, y Julia Roberts encarnando a Barbara Weston en August: Osage County. ¿Primó en este Oscar para Lupita Nyong’o un tanto de political correctness? ¿Fue también ese criterio—o descriterio—que determinó que Alfonso Cuarón ganara el Oscar a la mejor dirección de manera de tener por primera vez a un latino ganando ese galardón? Cuarón ciertamente se vio beneficiado por la gigantesca máquina publicitaria que Warner Bros. puso para apoyar la postulación de Gravity.
A nuestro juicio sin embargo, Gravity que acumuló varios Oscar en categorías técnicas, adolecía de una insuficiencia clave: sus diálogos eran esencialmente anodinos, la trama misma—con lo trágico que pueda ser quedar súbitamente a la deriva en el espacio—presentaba un problema: ¿qué se puede hacer en esas circunstancias? o se reforzaba el posible potencial de acción en la historia subrayando la batalla del ser humano con la tecnología o se recurría a frases para llenar el vacío, como efectivamente se hizo. Hay quienes llegaron incluso a comparar Gravity con esa genial obra de Stanley Kubrick 2001 Odisea del Espacio, pero quienes hacen tal comparación están muy errados, mientras en 2001 había efectivamente un trasfondo filosófico profundo, en Gravity los diálogos son más bien pedestres, más cercanos a conversaciones de seguidores de la New Age que a búsquedas filosóficas. Es cosa de revisitar algunas de las líneas en Gravity: Dr. Stone (Sandra Bullock): “I know, we are all gonna die…” (“Lo sé, todos vamos a morir…”). Y en otro momento esta nueva perla de originalidad, también de la boca de la astronauta, la doctora Stone: “Either I make it down there in one piece and I have one hell of a story to tell...or I burn up in the next ten minutes. Either way, whichever way...no harm, no foul! Because either way...it'll be on helluva ride…” (“O llego abajo entera y tendré una historia fenomenal que contar… o me quemo en los siguientes diez minutes. Como sea, cualquiera sea la manera… ¡no hay daño, no hay falta! Porque de cualquier manera ¡qué viaje…!” N. de la R. Nuestra traducción)
Para escribir tales líneas el director Alfonso Cuarón y su hermano Jonás (autores del guión) no necesitaban mayor inspiración, tales expresiones uno puede escucharlas hasta entre los pasajeros del concurrido metro de Ciudad de México.
Por cierto si se trataba de premiar un trabajo creativo de dirección, el criterio adecuado hubiera dictado que la distinción fuera para Alexander Payne que con su original utilización de la fotografía en blanco y negro hizo de Nebraska una historia que transmitía ternura, a la vez que la necesidad de comunicarse y encontrarse. Pero ya lo señalamos, los criterios o descriterios indicaban otra cosa.
ACTORES Y ACTRICES
El Oscar para actor en rol principal fue para Matthew McConaughey, aun cuando con ello se postergó injustamente a un actor que hace ya tiempo viene haciendo méritos con notables performances, nos referimos a Leonardo DiCaprio que protagonizó The Wolf of Wall Street, ella misma una película que adoleció de fallas (innecesariamente larga, reiterativa) pero que tuvo en DiCaprio a su figura más destacada.
La Academia sí acertó plenamente con el premio a la mejor actriz en rol protagónico al adjudicárselo a Cate Blanchett por su actuación en Blue Jasmine. En esta categoría había fuertes contendoras: Meryl Streep estuvo muy bien como la matriarca Violet Weston en August: Osage County, Judy Dench desplegó gran talento en Philomena, en tanto que Amy Adams mostró su versatilidad al encarnar a la seductora Sydney Prosser en American Hustle.
El mejor actor en un rol de reparto fue Jared Leto por su actuación en Dallas Buyers Club. En esta categoría también había fuertes contendores como Jonah Hill (como el socio del corredor de la bolsa Jordan Belfort en The Wolf of Wall Street) y Barkhad Abdi (como el jefe de los piratas en Captain Phillips).
OTROS GALARDONEADOS
El film italiano La grande bellezza del director Paolo Sorrentino ganó el Oscar al mejor film en lengua extranjera, en tanto que Frozen dirigido por Chris Buck y Jennifer Lee ganó el Oscar en la categoría de animación. (Ambos filmes están en cartelera en Montreal).
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