28.9.15

Festival Internacional de Cine de Toronto: Celebridades y mucho más

Crónica de Sergio Martínez

El Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF en inglés) ha sido descrito generalmente como un evento que sirve como plataforma de lanzamiento para los posibles ganadores de un Oscar y un lugar de reunión para las estrellas. Las celebridades estuvieron en todas partes esos días en Toronto. Sin embargo, para ser justos, esa no es toda la historia. De hecho, el TIFF también ofrece una perspectiva interesante sobre otros aspectos de la cultura del cine. Es decir, algo más que las celebridades caminando sobre la alfombra roja o posando delante de la pared TIFF en la entrada de la sede del festival en la calle King West.
Toronto estuvo de fiesta con la nueva
edición del Festival Internacional de Cine (TIFF)

Por supuesto, la presencia de celebridades también contribuye a la repercusión internacional del TIFF que es considerado el segundo festival de cine más importante del mundo después de Cannes. En nuestra opinión, las celebridades, en este caso los actores y actrices, agregan al cine ese elemento de fácil popularidad aunque, después de asistir a muchas conferencias de prensa, en general, ellas no son personas particularmente interesantes. O, mejor dicho, los personajes que interpretan en la pantalla son los interesantes, no ellos como personas reales. Alfred Hitchcock decía que en realidad los actores son sólo el material con el que un director pone en pie una película. En eso tiene razón, no importa qué tan popular o incluso buen actor o actriz podrían ser sus intérpretes, si la película es mala, nadie podrá salvarla...

Escena de The Martian
Vamos entonces a hablar de los filmes comenzando con un éxito de taquilla potencial: El marciano, dirigido por Ridley Scott tiene todos los méritos de una producción muy bien hecha y sin excesos innecesarios, de hecho adaptado de una muy popular novela, sigue estrictamente el presente conocimiento científico sobre Marte. Durante una misión tripulada al planeta rojo, el astronauta Marcos Watney (Matt Damon) es dado por muerto después de una tormenta de arena feroz y es abandonado por su tripulación. De hecho, Watney aunque herido por un trozo de la antena, sigue vivo, y ahora tiene que sobrevivir por sí mismo en un ambiente hostil. Su conocimiento de la botánica le ayuda a improvisar un mini-huerto donde siembra papa. Su principal preocupación, sin embargo cómo ponerse en contacto con la Tierra usando el equipo básico dejado en la base. Una vez que él es capaz de establecer contacto, se lanza una frenética carrera para tratar de salvarlo. Aunque eso no es siempre una cosa segura: el burócrata principal de la NASA tiene algunas dudas acerca de si tal misión sería posible. 

La película pronto será estrenada comercialmente. Es una buena historia presentada de una manera realista.

Michael Moore estuvo en Toronto también presentando su más reciente documental: Where to Invade Next? (¿Adónde invadir la próxima vez?) un título irónico que apunta a la tendencia estadounidense de invadir países para afirmar su dominio sobre el mundo. Esta vez sin embargo, la invasión a la que Moore nos lleva es amable: Italia, Eslovenia, Portugal, Francia, Alemania, Islandia y Noruega son los países "invadidos" por Moore, pero no con el propósito de eliminar algún gobierno o tomar algo de ellos por la fuerza, sino por el contrario, como una manera cordial de tomar de ellos algo que esos países están haciendo bien y que por lo tanto sería bueno tenerlo en Estados Unidos, así, los derechos de los trabajadores incluyendo un período de vacaciones decente de cuatro semanas se "toman" de los italianos, la educación universitaria gratuita de los eslovenos, una política muy racional hacia las drogas de Portugal, un almuerzo escolar muy saludable y delicioso de Francia, una actitud más respetuosa de las corporaciones hacia los empleados, incluyendo una importante representación de los trabajadores en su juntas de directores de Alemania, un moderno sistema de rehabilitación de presos de Noruega y un papel significativo para las mujeres en la política y en los negocios de Islandia. 

Michael Moore conversando después de la proyección
En una fiesta después de la proyección, Moore se explayó sobre algunos de estas ideas: "Es necesario contar con más mujeres en posiciones de poder como en el consejo de administración de las empresas", dijo, "pero no una sola que es token, ni dos, el número debería ser de tres hacia arriba para tener un efecto".

El director francés Claude Lelouch estuvo presente con su película Un plus une precisamente cincuenta años después de que él hiciera el clásico Un hombre y una mujer. El tema es el amor, por supuesto, aunque en nuestra opinión, en este caso Lelouch fue demasiado lejos en dar una versión azucarada en el tratamiento del tema.

Dos películas latinoamericanas interesantes que habían ganado premios en otros festivales estuvieron aquí también: El Club, del director chileno Pablo Larraín, que fue distinguida en el Festival de Berlín, y que describe la vida cotidiana de cuatro sacerdotes que han sido separados de sus parroquias a causa de diversas faltas graves. Una película que toca una situación acuciante hoy en la Iglesia Católica. Se nos informó que esta película se proyectará en Montreal en el Festival de nouveau cinéma en octubre. La otra película latinoamericana fue Desde allá, recientemente distinguida en el Festival de Venecia y dirigida por el cineasta venezolano Lorenzo Vigas la que narra una historia interesante de un hombre que busca jóvenes en los barrios pobres con propósitos sexuales, pero que al final en su búsqueda tenía algo más en mente que el el mero placer sexual.

Michael Caine y Havey Keitel en la excelente
película Youth, dirigida por Paolo Sorrentino
De todas las películas vistas en los primeros días del TIFF la que nos ha gustado más es Youth (Juventud), dirigida por Paolo Sorrentino. El título puede ser una paradoja, ya que cuenta la historia de dos amigos, ya jubilados, Fred (Michael Caine), un retirado y bien conocido director de orquesta y compositor, y Mick (Harvey Keitel) un famoso director de cine ahora en declive. Esta es una película que hace reflexionar sobre la noción de juventud y el período de envejecimiento, la relación entre los jóvenes y los viejos, los remordimientos que puedan surgir de vez en cuando, especialmente en lo que respecta a su vida familiar. Una película que contiene buenos elementos de emoción y  reflexión sobre la vida. Será estrenada en Montreal en noviembre. 

FESTIVAL DE FILMES DEL MUNDO 2015

Películas de Francia, China, Turquía y Canadá galardonadas

Crónica de Sergio Martínez

La historia de amor tumultuoso de un sacerdote en la Francia rural a finales de la década de 1950—la que terminó en tragedia— fue el tema de Fou d'amour (Loco de amor) la película que ganó el Gran Premio de las Américas en la ceremonia de clausura del Festival de Filmes del Mundo de Montreal (FFM). Dirigida por Philippe Ramos, que no estuvo presente pero envió un mensaje en video agradeciendo la distinción, Fou d’amour causó bastante impresión en el jurado presidido por el escritor quebequense Dany Laferrière para obtener el primer premio en la competencia oficial. En nuestra opinión, una buena elección, aunque hubiéramos preferido para ese premio la película española Feliz 140 de Gracia Querejeta, pero así es como son las cosas en estos eventos donde al final hay muchos factores (más o menos subjetivos) en la determinación de los resultados de la competencia. El Premio Especial del Jurado fue para la película turca Misafir (La visitante) una obra minimalista por Mehmet Eryilmaz que reabre viejas heridas en una relación familiar con motivo de una mujer que visita la casa de sus padres después de una larga ausencia, con el fin de ver a su madre moribunda.

En la competencia de Primeras Obras la película china Chuyi (El Funeral) de Qi Wang ganó el Zenit de Oro (primer premio), el Zenit de Plata fue para la película brasileña Para Minha Amada Morta (Para mi amada) por Ali Muritiba y el Zenit de Bronce para La Delgada Línea Amarilla de Celso García (México). El premio al mejor cortometraje fue ganado por La Voz de David Uloth (Canadá).

Hubo un empate por el premio al mejor director: Mikko Kuparinen quien dirigió la película 2 Nights 'Til Morning (Finlandia / Lituania) compartió honores con Georgi Balabanov, director de El Archivo Petrov (Bulgaria / Alemania). El premio al mejor guión fue otorgado a Michal Rogalski (Polonia / Alemania) por la película Solsticio de Verano (de hecho una historia muy buena, aunque con un final extraño). En la categoría de Mejor Contribución Artística el ganador fue Xing Jian por su película Siete días (China). El premio a la Innovación fue dado a Un instante en La Habana de Guillermo Iván Dueñas (EE.UU. / Cuba / México / Colombia), en nuestra opinión, un premio inmerecido ya que no había elementos innovadores en esta película: ni la historia, ni su narrativa eran particularmente "nuevas" y en cambio caía demasiado en el sentimentalismo (una tendencia que a veces ha dañado la reputación de las películas latinas).

Por supuesto las películas dependen mucho de las actuaciones de sus actores, que también son reconocidos por el FFM. El premio a la mejor actriz fue para Malin Buska por The Girl King (La niña rey) de Mika Kaurismäki (Canadá / Finlandia / Alemania / Suiza), quien encarnó muy sólidamente a la reina Kristina de Suecia en este relato histórico de una monarca muy interesante e ilustrada del siglo 17. El premio al mejor actor fue para Wolfram Berger por Rider Jack de This Lüscher (Suiza).

Misafir (La visitante) el film turco que ganó el premio del jurado
Otros premios fueron los otorgados por el Jurado Ecuménico basado en los valores humanísticos de las películas: la principal distinción fue para Midnight Orchestra (Orquesta de Medianoche) de Jérôme Cohen Olivar (Marruecos), este jurado también confirió dos menciones especiales, a En el camino a Berlín, de Sergei Popov ( Rusia) y Un instante en La Habana (de Guillermo Iván Dueñas); y luego los premios otorgados por la FIPRESCI (Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica) a Misafir (La visitante) dirigida por Mehmet Eryilmaz (Turquía) en la Competencia Mundial, y Rosa Chumbe de Jonatan Relayze Chiang (Perú) en la competencia de primeras obras.

Si uno tiene que hacer un balance del evento, diríamos que la calidad general de la muestra de las películas en competencia (vimos la mayoría de ellos) fue ligeramente inferior en comparación con años anteriores. Pero eso es una apreciación muy subjetiva y en este sentido siempre hay variaciones de año en año. En lo que el FFM sigue brillando es en ser la más extensa (es decir, en cantidad de películas), completa (es decir, continentes y culturas presentes), y representativa (es decir, el número de países presentes) muestra de cine del mundo que se puede ver en Montreal. Ningún otro festival ofrece tal cosa.
Serge Losique durante el cierre del festival


Como siempre al final de la ceremonia de clausura Serge Losique, presidente del FFM se dirigió al público y con el mismo tono desafiante que hemos escuchado desde hace algún tiempo, nos invitó a todos para la próxima edición del festival, que se celebrará entre el 26 de agosto y el 6 de septiembre de 2016. Esa también será una ocasión especial: la 40ª edición del evento que ha estado sufriendo de una serie de infortunios en los últimos años, básicamente, el resultado de los problemas financieros causados principalmente por la decisión de las principales agencias de gobierno, federal, provincial y locales, de cortar sus aportes financieros. Por otra parte, la asistencia al FFM sigue siendo bastante buena, en muchos casos con la gente haciendo cola en la calle para entrar al Teatro Imperial, la sede principal del evento. Uno puede preguntarse entonces: ¿tienen los burócratas culturales que poseen control discrecional sobre el dinero público, derecho a retirar su apoyo a un evento que, después de todo, y a pesar de todas las críticas que algunos pueden hacer, todavía goza de un apoyo masivo del mismo público cuyo dinero esos burócratas administran?