Comentario de Jorge Gutman
La 60a edición del festival de Berlín (familiarmente conocido como “la Berlinale”) que concluyó el 21 de febrero pasado ha sido un gran éxito, a juzgar por los casi 300 mil espectadores concurrentes que pudieron optar entre 400 cortos y largometrajes que incluyó su programación. Ahora bien, si se consideran solamente las 20 películas que compitieron para el premio máximo (Oso de Oro), solamente pocos títulos sobresalieron.
A pesar del gran número de filmes, la programación de las películas en competencia ha sido bastante desigual y da la impresión de que algunos títulos fueron elegidos exclusivamente en función del nombre de directores que participaron exitosamente en anteriores oportunidades. Ese ha sido el caso de Zhang Zimou quien presentó A WOMAN, A GUN AND A NOODLE SHOP, una mediocre caricatura del logrado film de los hermanos Coen “Blood Simple” y también el de Michael Winterbottom que a pesar de ser un reputado realizador su película THE KILLER INSIDE ME es de una inenarrable e injustificada violencia, reuniendo pocos valores destacables. Sin mencionar otros filmes adicionales que no tuvieron mayor trascendencia, pasaré a nombrar aquéllos que a mi juicio han sido los mejores títulos de la sección competitiva.
La ópera prima del realizador rumano Florian Serban IF I WANT TO WHISTLE, I WHISTLE narra la historia de un muchacho de 18 años que, a punto de cumplir con su condena de reclusión en un centro de rehabilitación por un delito que no se menciona, estropea sus posibilidades con un estallido de violencia al querer impedir que su madre de licenciosa conducta se vaya a Italia llevando consigo a su hermano menor al que quiere mucho; la posibilidad de que el niño pueda correr su misma suerte por la influencia maléfica de la madre, desencadena un drama con un final completamente inusual y convincente. Narrado con mucha solvencia y dentro del espíritu de la nueva ola del cine rumano, el film se beneficia con una excelente interpretación de George Pistereanu.
La última película de Roman Polanski THE GHOST WRITER es un apasionante relato político de suspenso que concentra permanentemente la atención. El film ofrece episodios que tienen asombrosos parecidos con hechos que han ocurrido en los últimos años; así, no resulta difícil establecer paralelos entre el desempeño de Tony Blair y el personaje del ex primer ministro de la novela de Robert Harris en que está basado el guión. En la trama, Ewan McGregor anima a un autor fantasma que es contratado por una editorial para escribir las memorias de quien fuera primer ministro de Gran Bretaña (Pierce Brosnan). A medida que va cumpliendo con su cometido él se da cuenta que reemplaza a otro escritor que realizando el mismo trabajo fue muerto por razones poco claras; además descubre que su cliente podría ser incriminado por crímenes cometidos contra la humanidad al haber colaborado con la CIA después del 11 de septiembre en actos de secuestros, torturas y ejecuciones efectuados a sus conciudadanos. La impecable realización de Polanski y la participación de un muy buen elenco encabezado por un eficiente McGregor en el rol del escritor proporcionan el placer de contemplar un film artístico altamente entretenido.
La película china APART TOGETHER del director chino Wang Quan’an que hace unos años logró el Oso de Oro con “Tuya’s Marriage” es un conmovedor relato sobre los efectos de la separación que se produce en el seno de una familia cuando 50 años atrás un soldado viviendo en Shangai estuvo obligado a luchar en Taiwán sin poder regresar después a su hogar; cuando ahora en el crepúsculo de su existencia, puede hacerlo, comprueba que su compañera rehizo su vida con otro hombre. Aunque la pasión que los unió hace tiempo aún subsiste, él se da cuenta que no puede pretender que su ex mujer lo siga a Taiwán dejando a su marido actual, hijos y nietos. Navegando entre el drama y la comedia, el director logra un relato costumbrista y emotivo que sin llegar a ser excepcional cautiva por su humanidad y además involucra al espectador en las delicias de la cocina china.
Otro cálido film es ROMPECABEZAS, el único latinoamericano en la competición, en donde Natalia Smirnoff hace su debut como realizadora. En un tono de comedia familiar narrada con mucha sutilidad, la audiencia se identifica de inmediato con su protagonista, una mujer de hogar de clase media oficiando de tradicional ama de casa y que aunque bien integrada a su familia, conformada por un marido que la quiere bien y sus dos hijos a punto de independizarse, se da cuenta de que algo le falta para realizarse al haber llegado a los 50 años de vida. Todo parece cambiar cuando por azar descubre su gran pasión por el armado de rompecabezas, recibiendo como estímulo el apoyo de un individuo un tanto excéntrico pero de buenas intenciones que trata de ayudarla al entrenarla para que participe en un concurso internacional de ese juego. Aunque expresado en la letra escrita la anécdota parezca banal, lo que atrae de este pequeño pero sincero film es la forma en que Smirnoff cuenta su historia con clara sensibilidad femenina y evitando caer en estereotipos caprichosos o finales predecibles. Con todo, es la notable actuación de María Onetto en el rol central quien logra dramatizar los sentimientos del personaje central al convertirla en un ser diferente que llega a vislumbrar su existencia de otra manera al sentir que hay algo importante para ella que pueda modificar el orden cotidiano de su vida.
No menos interesante es la película de Bosnia ON THE PATH de la directora Jasmila Zabanic cuya obra “Grbavica” obtuvo el máximo premio en Berlín hace 4 años. El relato enfoca a una joven pareja, Luna y Amar, que aunque feliz atraviesa algunos problemas porque después de dos años de vida en común ella no ha logrado aún quedar embarazada, en tanto que él es suspendido de su trabajo de controlador aéreo del aeropuerto local por beber mientras desempeña su tarea. El amor que los une podría superar los inconvenientes sino fuera porque Amar se ha vinculado con un grupo musulmán fundamentalista que cambia por completo sus hábitos de vida e influyendo negativamente en la relación de pareja. Abordando un tema muy delicado como el de la fe musulmana, el film demuestra cómo la diferente actitud que dos personas pueden mantener en materia religiosa constituye una valla imposible de superar para seguir recorriendo un mismo sendero. En líneas generales, la directora transmite su visión personal aunque lo más objetiva posible sobre el clásico conflicto que se produce entre una forma de vida moderna y secular y otra diferente que está apegada a las reglas impuestas por el islamismo tradicional. Muy buenas interpretaciones de Zrinka Cvitesic y Leon Lucev.
Dirección, guión e interpretaciones confieren calidad a un film sobre la familia que precisamente lleva ese nombre. A FAMILY de la directora danesa Pernille Fisher Christensen es un relato sobre el último telón de la vida enfocando el difícil dilema que se le presenta a una chica que trabaja en una galería artística de Dinamarca y que debe sacrificar sus sueños de viajar con su pareja a Nueva York para un cargo de alto nivel en su especialidad cuando su padre cae enfermo de un cáncer incurable. Como ella representa la generación más joven de una renombrada familia de panaderos que incluso ha llegado a ser el proveedor de la familia real, el moribundo padre quiere que ella se encargue de la marcha del establecimiento para que la empresa, con más de 100 años de existencia, siga funcionando a pesar de todo. Aunque la joven decide renunciar a su viaje, sin embargo no puede enfrentar una nueva actividad por falta de experiencia y de vocación a la misma. La película constituye una profunda investigación sobre la dinámica que prima en las relaciones familiares cuando uno de sus integrantes se está muriendo, planteando no solamente el dolor del afectado sino también la situación de los que lo rodean enfrentando esa dramática situación. Cualquier espectador que haya atravesado ese trance comprenderá perfectamente la actitud de cada uno de los personajes no solo por estar muy bien descriptos sino porque la narrativa utilizada por la directora cala profundamente en el ánimo del espectador. Aunque muy dura, pocas veces el tema de la muerte ha sido tratado con tal madurez.
Por un conflicto de horarios no he tenido oportunidad de ver la película que obtuvo el máximo galardón del Festival. Se trata de HONEY del director turco Semih Kaplanoglu cuya historia central gira en torno de un niño que se interna en un bosque con la intención de ubicar a su padre perdido. De acuerdo con la opinión de mis colegas, el film cuenta con escaso diálogo y desarrollo argumental, pero parece ser que el jurado oficial presidido por Werner Herzog se sintió atraído por la forma poética en que su director ha transmitido el relato minimalista. En todo caso la crítica recibió positivamente la adjudicación del premio.
Berlín goza del prestigio de ser uno de los festivales de cine más importantes de Europa; de allí que sería deseable que en el futuro las películas en competencia fueran seleccionadas con un criterio más riguroso. No debe olvidarse que la personalidad o la identidad de un festival que otorga premios depende de la calidad de los filmes que participan en dicha contienda, dado que su valor artístico tiene posteriormente repercusión internacional.
Más allá de la observación anterior, cabe señalar que el público pudo gozar de buenos filmes presentados en secciones paralelas y que además tuvo la oportunidad de disfrutar de la importante retrospectiva realizada con los mejores títulos exhibidos por el Festival a lo largo de sus 60 ediciones. El fervor del público asistente resultó permanentemente contagioso, sobre todo cuando en una gélida noche invernal y haciendo caso omiso del frío se aglomeró en la Puerta de Brandemburgo (el símbolo de la ciudad unificada) para asistir a la proyección de METROPOLIS, la obra maestra restaurada de Fritz Lang; contemplar ese fenómeno, llegó a emocionar y es una prueba concluyente de que el buen cine jamás morirá y que este Festival tiene su razón de ser.
A continuación la lista de los premios más importantes:
Oso de Oro para la película turca HONEY de Semih Kaplanoglu
Gran Premio Especial para el film rumano IF I WANT TO WHISTLE, I WHISTLE de Florin Serban
Mejor Director: Roman Polanski por THE GHOST WRITER
Mejor Actriz: ShinobuTerajima por su interpretación en CATERPILLAR de Koji Wakamatsu
Mejor Actor: Compartido por Grigori Dobrygin y Sergei Puskepalis por el film ruso HOW I ENDED THIS SUMMER de Alexei Popogrebsky.
Mejor Guión: Wang Quanan y Na Jin por APART TOGETHER del director Wang Quan’an
Mejor Contribución Artística: Pavel Kostomarov por su trabajo de cámara en HOW I ENDED THIS SUMMER.
La 60a edición del festival de Berlín (familiarmente conocido como “la Berlinale”) que concluyó el 21 de febrero pasado ha sido un gran éxito, a juzgar por los casi 300 mil espectadores concurrentes que pudieron optar entre 400 cortos y largometrajes que incluyó su programación. Ahora bien, si se consideran solamente las 20 películas que compitieron para el premio máximo (Oso de Oro), solamente pocos títulos sobresalieron.
A pesar del gran número de filmes, la programación de las películas en competencia ha sido bastante desigual y da la impresión de que algunos títulos fueron elegidos exclusivamente en función del nombre de directores que participaron exitosamente en anteriores oportunidades. Ese ha sido el caso de Zhang Zimou quien presentó A WOMAN, A GUN AND A NOODLE SHOP, una mediocre caricatura del logrado film de los hermanos Coen “Blood Simple” y también el de Michael Winterbottom que a pesar de ser un reputado realizador su película THE KILLER INSIDE ME es de una inenarrable e injustificada violencia, reuniendo pocos valores destacables. Sin mencionar otros filmes adicionales que no tuvieron mayor trascendencia, pasaré a nombrar aquéllos que a mi juicio han sido los mejores títulos de la sección competitiva.
La ópera prima del realizador rumano Florian Serban IF I WANT TO WHISTLE, I WHISTLE narra la historia de un muchacho de 18 años que, a punto de cumplir con su condena de reclusión en un centro de rehabilitación por un delito que no se menciona, estropea sus posibilidades con un estallido de violencia al querer impedir que su madre de licenciosa conducta se vaya a Italia llevando consigo a su hermano menor al que quiere mucho; la posibilidad de que el niño pueda correr su misma suerte por la influencia maléfica de la madre, desencadena un drama con un final completamente inusual y convincente. Narrado con mucha solvencia y dentro del espíritu de la nueva ola del cine rumano, el film se beneficia con una excelente interpretación de George Pistereanu.
La última película de Roman Polanski THE GHOST WRITER es un apasionante relato político de suspenso que concentra permanentemente la atención. El film ofrece episodios que tienen asombrosos parecidos con hechos que han ocurrido en los últimos años; así, no resulta difícil establecer paralelos entre el desempeño de Tony Blair y el personaje del ex primer ministro de la novela de Robert Harris en que está basado el guión. En la trama, Ewan McGregor anima a un autor fantasma que es contratado por una editorial para escribir las memorias de quien fuera primer ministro de Gran Bretaña (Pierce Brosnan). A medida que va cumpliendo con su cometido él se da cuenta que reemplaza a otro escritor que realizando el mismo trabajo fue muerto por razones poco claras; además descubre que su cliente podría ser incriminado por crímenes cometidos contra la humanidad al haber colaborado con la CIA después del 11 de septiembre en actos de secuestros, torturas y ejecuciones efectuados a sus conciudadanos. La impecable realización de Polanski y la participación de un muy buen elenco encabezado por un eficiente McGregor en el rol del escritor proporcionan el placer de contemplar un film artístico altamente entretenido.
La película china APART TOGETHER del director chino Wang Quan’an que hace unos años logró el Oso de Oro con “Tuya’s Marriage” es un conmovedor relato sobre los efectos de la separación que se produce en el seno de una familia cuando 50 años atrás un soldado viviendo en Shangai estuvo obligado a luchar en Taiwán sin poder regresar después a su hogar; cuando ahora en el crepúsculo de su existencia, puede hacerlo, comprueba que su compañera rehizo su vida con otro hombre. Aunque la pasión que los unió hace tiempo aún subsiste, él se da cuenta que no puede pretender que su ex mujer lo siga a Taiwán dejando a su marido actual, hijos y nietos. Navegando entre el drama y la comedia, el director logra un relato costumbrista y emotivo que sin llegar a ser excepcional cautiva por su humanidad y además involucra al espectador en las delicias de la cocina china.
Otro cálido film es ROMPECABEZAS, el único latinoamericano en la competición, en donde Natalia Smirnoff hace su debut como realizadora. En un tono de comedia familiar narrada con mucha sutilidad, la audiencia se identifica de inmediato con su protagonista, una mujer de hogar de clase media oficiando de tradicional ama de casa y que aunque bien integrada a su familia, conformada por un marido que la quiere bien y sus dos hijos a punto de independizarse, se da cuenta de que algo le falta para realizarse al haber llegado a los 50 años de vida. Todo parece cambiar cuando por azar descubre su gran pasión por el armado de rompecabezas, recibiendo como estímulo el apoyo de un individuo un tanto excéntrico pero de buenas intenciones que trata de ayudarla al entrenarla para que participe en un concurso internacional de ese juego. Aunque expresado en la letra escrita la anécdota parezca banal, lo que atrae de este pequeño pero sincero film es la forma en que Smirnoff cuenta su historia con clara sensibilidad femenina y evitando caer en estereotipos caprichosos o finales predecibles. Con todo, es la notable actuación de María Onetto en el rol central quien logra dramatizar los sentimientos del personaje central al convertirla en un ser diferente que llega a vislumbrar su existencia de otra manera al sentir que hay algo importante para ella que pueda modificar el orden cotidiano de su vida.
No menos interesante es la película de Bosnia ON THE PATH de la directora Jasmila Zabanic cuya obra “Grbavica” obtuvo el máximo premio en Berlín hace 4 años. El relato enfoca a una joven pareja, Luna y Amar, que aunque feliz atraviesa algunos problemas porque después de dos años de vida en común ella no ha logrado aún quedar embarazada, en tanto que él es suspendido de su trabajo de controlador aéreo del aeropuerto local por beber mientras desempeña su tarea. El amor que los une podría superar los inconvenientes sino fuera porque Amar se ha vinculado con un grupo musulmán fundamentalista que cambia por completo sus hábitos de vida e influyendo negativamente en la relación de pareja. Abordando un tema muy delicado como el de la fe musulmana, el film demuestra cómo la diferente actitud que dos personas pueden mantener en materia religiosa constituye una valla imposible de superar para seguir recorriendo un mismo sendero. En líneas generales, la directora transmite su visión personal aunque lo más objetiva posible sobre el clásico conflicto que se produce entre una forma de vida moderna y secular y otra diferente que está apegada a las reglas impuestas por el islamismo tradicional. Muy buenas interpretaciones de Zrinka Cvitesic y Leon Lucev.
Dirección, guión e interpretaciones confieren calidad a un film sobre la familia que precisamente lleva ese nombre. A FAMILY de la directora danesa Pernille Fisher Christensen es un relato sobre el último telón de la vida enfocando el difícil dilema que se le presenta a una chica que trabaja en una galería artística de Dinamarca y que debe sacrificar sus sueños de viajar con su pareja a Nueva York para un cargo de alto nivel en su especialidad cuando su padre cae enfermo de un cáncer incurable. Como ella representa la generación más joven de una renombrada familia de panaderos que incluso ha llegado a ser el proveedor de la familia real, el moribundo padre quiere que ella se encargue de la marcha del establecimiento para que la empresa, con más de 100 años de existencia, siga funcionando a pesar de todo. Aunque la joven decide renunciar a su viaje, sin embargo no puede enfrentar una nueva actividad por falta de experiencia y de vocación a la misma. La película constituye una profunda investigación sobre la dinámica que prima en las relaciones familiares cuando uno de sus integrantes se está muriendo, planteando no solamente el dolor del afectado sino también la situación de los que lo rodean enfrentando esa dramática situación. Cualquier espectador que haya atravesado ese trance comprenderá perfectamente la actitud de cada uno de los personajes no solo por estar muy bien descriptos sino porque la narrativa utilizada por la directora cala profundamente en el ánimo del espectador. Aunque muy dura, pocas veces el tema de la muerte ha sido tratado con tal madurez.
Por un conflicto de horarios no he tenido oportunidad de ver la película que obtuvo el máximo galardón del Festival. Se trata de HONEY del director turco Semih Kaplanoglu cuya historia central gira en torno de un niño que se interna en un bosque con la intención de ubicar a su padre perdido. De acuerdo con la opinión de mis colegas, el film cuenta con escaso diálogo y desarrollo argumental, pero parece ser que el jurado oficial presidido por Werner Herzog se sintió atraído por la forma poética en que su director ha transmitido el relato minimalista. En todo caso la crítica recibió positivamente la adjudicación del premio.
Berlín goza del prestigio de ser uno de los festivales de cine más importantes de Europa; de allí que sería deseable que en el futuro las películas en competencia fueran seleccionadas con un criterio más riguroso. No debe olvidarse que la personalidad o la identidad de un festival que otorga premios depende de la calidad de los filmes que participan en dicha contienda, dado que su valor artístico tiene posteriormente repercusión internacional.
Más allá de la observación anterior, cabe señalar que el público pudo gozar de buenos filmes presentados en secciones paralelas y que además tuvo la oportunidad de disfrutar de la importante retrospectiva realizada con los mejores títulos exhibidos por el Festival a lo largo de sus 60 ediciones. El fervor del público asistente resultó permanentemente contagioso, sobre todo cuando en una gélida noche invernal y haciendo caso omiso del frío se aglomeró en la Puerta de Brandemburgo (el símbolo de la ciudad unificada) para asistir a la proyección de METROPOLIS, la obra maestra restaurada de Fritz Lang; contemplar ese fenómeno, llegó a emocionar y es una prueba concluyente de que el buen cine jamás morirá y que este Festival tiene su razón de ser.
A continuación la lista de los premios más importantes:
Oso de Oro para la película turca HONEY de Semih Kaplanoglu
Gran Premio Especial para el film rumano IF I WANT TO WHISTLE, I WHISTLE de Florin Serban
Mejor Director: Roman Polanski por THE GHOST WRITER
Mejor Actriz: ShinobuTerajima por su interpretación en CATERPILLAR de Koji Wakamatsu
Mejor Actor: Compartido por Grigori Dobrygin y Sergei Puskepalis por el film ruso HOW I ENDED THIS SUMMER de Alexei Popogrebsky.
Mejor Guión: Wang Quanan y Na Jin por APART TOGETHER del director Wang Quan’an
Mejor Contribución Artística: Pavel Kostomarov por su trabajo de cámara en HOW I ENDED THIS SUMMER.
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