Desde romances
prohibidos a temas políticos de palpitante actualidad estuvieron en la pantalla
de la 21ª edición del festival de cine francés Cinemania, entre el 5 y 15 de
noviembre pasado.
Crónica de Sergio
Martínez
CINEMANIA se ha convertido en un importante festival de cine francófono en el mundo |
En una ciudad de
mayoría francófona uno podría esperar una mayor presencia del cine originario
de Francia y otros países europeos como Bélgica, Luxemburgo o Suiza donde el
francés es también una de sus lenguas oficiales. No siempre es así, aparte de
la presencia del cine hecho en la provincia de Quebec, lo cierto es que la
mayoría de las pantallas en la ciudad ofrece más cine de Hollywood que de esos
países (además en su inmensa mayoría las películas hollywoodenses son dobladas en francés lo que de partida les
resta autenticidad). Ante esta carencia es pues importante la realización de
Cinemania un evento que como su directora y fundadora Maidy Teitelbaum señala en el catálogo de la
edición de este año: “Todos los filmes presentados tienen subtítulos en inglés
y son presentados por primera vez en Norteamérica, Canadá o Quebec”. Es decir, Cinemania
cumple además un importante rol como puente entre las “dos soledades”
lingüísticas de Montreal. Y por cierto se trata de un evento exitoso, al punto
que ha devenido uno de los más importantes festivales de cine francófono en el
mundo.
Entre los filmes
que tuvimos ocasión de ver debemos destacar los siguientes:
L’ENQUÊTE (THE CLEARSTREAM AFFAIR): Vincent Gareng
(Francia-Bélgica)
A nuestro juicio
una de las mejores películas presentadas, en cierto modo un tributo importante
al periodismo investigativo en la figura de Denis Robert (Giles Lellouche) que
desafía a poderosos hombres de negocio y políticos en lo que fue un sonado
escándalo en Francia en 2007, el que también alcanzó a figuras importantes en
otros países de la Unión Europea.
El film se inicia
con el momento en que Robert ve su casa allanada luego que algunos de los
individuos envueltos en el escándalo de la Clearstream Corporation le han hecho
juicio como una manera de acallar sus denuncias. La narración luego retrocede
al tiempo en que la investigación periodística comienza y cómo—sorprendentemente—de
un primer hilo se van descubriendo nuevas concomitancias con cada vez más
poderosos sujetos envueltos en el escándalo.
Este es un film
que oscila entre la narrativa documental y el thriller, manteniendo a la
audiencia siempre interesada.
MARGUERITE
ET JULIEN (MARGUERITE AND JULIEN): Valerie Donzetti (Francia)
Esta fue una de
las películas en competencia en Cannes este año, basada en una historia
renacentista, la directora optó por darle un carácter atemporal a la narración,
un recurso que a nuestro juicio sólo funcionó a medias ya que por momentos pudo
inducir a error a la audiencia o al menos hacerla perderse en un vano intento
de situar la historia en un tiempo preciso (los hechos sobre los cuales se basa
la película ocurrieron en el siglo 17 en Francia).
Escena de Marguerite et Julien |
Marguerite y
Julien son hermanos, el niño es un poco mayor, ambos viven con sus padres en su
casa de campo, la familia pertenece a un nivel bajo de la aristocracia
francesa. La cercanía afectiva y el amor fraternal de la niñez empiezan a tener
algunas manifestaciones que la familia ve como inquietantes, especialmente un
tío sacerdote, lo que hace que opte por enviar a Julien a estudiar a París. Pasarán
varios años antes que ambos hermanos vuelvan a verse, a ese entonces Marguerite
es una jovencita que ahora sí tiene claro qué quiere, simplemente ser la amante
de su hermano. Por cierto el caso incestuoso rompe muchos moldes y en última
instancia es considerado un crimen por el cual ambos deben pagar.
El tema tabú es
tratado con sobriedad, aunque sin restringir las expresiones pasionales que la
relación de los dos hermanos implica.
L’ANTIQUAIRE (THE
ART DEALER): François Margolin (Francia)
Esther Stegmann (Anna Sigalevich) enfrenta una difícil tarea tratando de descubrir un misterio del tiempo de la guerra |
Esther Stegmann
(Anna Sigalevich) es judía y nieta de un coleccionista de arte cuyas obras
fueron confiscadas por los nazis durante la Segunda Guerra cuando Francia fue
ocupada; casada con un comerciante de obras de arte, casualmente llega a
encontrarse con un cuadro que alguien ha encargado a su marido para su venta.
El cuadro era uno de los confiscados a su abuelo. Esther inicia todo un arduo
trabajo de investigación, para desentrañar el misterio de qué ocurrió con la
colección de su abuelo. Pero no será tarea fácil, ni siquiera su padre tiene
muchos deseos de ayudarla y aquellos en el círculo familiar o de los amigos de
la propia comunidad judía tampoco tienen mucho interés en remover esos viejos
temas. En asumir sobre sus hombros esa tarea la joven Esther también tiene que
lidiar con intrigas y traiciones. Un interesante thriller inspirado en la
historia real de Sophie Seligmann nieta de un comerciante de arte cuyas obras
fueron confiscadas por los nazis. También con otra secuela real importante: el
estado francés y los museos de Francia hasta ahora han sido muy renuentes
frente a los reclamos de obras que están en su poder y que habrían sido
confiscadas a coleccionistas o comerciantes judíos.
JE SUIS
MORT MAIS J’AI DES AMIS (I’M DEAD BUT I HAVE FRIENDS): Guillaume Malandrin, Stéphane
Malandrin (Bélgica-Francia).
Una comedia con
una conexión canadiense, en efecto, la historia comienza en Bélgica donde un
grupo de rockeros ya cincuentones se prepara para una gira a Estados Unidos. Un
accidente sin embargo, causa la muerte de su vocalista pero sus fieles amigos,
más quien era pareja del fallecido, deciden de todos modos hacer la gira y de
paso llevar la urna con las cenizas de su amigo para esparcirlas en un sitio
adecuado. Las cosas no resultan como habían planeado sin embargo, el avión
sufre un desperfecto y se ve obligado a aterrizar de emergencia en Sept Iles,
Quebec. Pensando que el tren de esa localidad los llevaría a Montreal, lo
abordan sin saber que terminarán en Schefferville, en el norte de Quebec.
Es una historia
bastante cómica, aunque también aborda el tema de la amistad como valor importante.
LES ANARCHISTES
(THE ANARCHISTS): Elie Wajeman (Francia)
Hay una buena
re-creación de la época en este film, pero su trama no es original: un agente
policial encargado de infiltrar una célula anarquista a fines del siglo 19 que
con el correr del tiempo empieza a sentirse atraído por una de las integrantes
del grupo y—hasta cierto punto—desarrolla una cierta amistad y simpatía por el
movimiento, aunque no es claro si ello es por una naciente conversión o por la
relación que mantiene con la muchacha anarquista. No se trata de un gran film,
pero mantiene adecuadamente interesada a la audiencia.
UN PLUS
UNE: Claude Lelouch (Francia)
Este fue el film
de clausura en Cinemania y ya habíamos tenido ocasión de verlo en el Festival
Internacional de Toronto, donde el realizador estuvo presente. El amor está
siempre presente en la filmografía de Lelouch, aunque por cierto nunca con esa
emotividad y fuerza de su primera obra Un hombre y una mujer hecha en 1965.
Esta vez el romance se traslada a India donde Antoine (Jean Dujardin) un
renombrado compositor de música para el cine colabora en la más reciente
realización de un director de ese país. Aunque poco tiempo antes de viajar Antoine
ha iniciado una fogosa relación con una joven pianista, ello no le impide
sentirse atraído por Anna (Elsa Zylberstein) la esposa del embajador francés.
La historia es más o menos predecible, y además condimentada con demasiado
sentimentalismo.
El festival
Cinemania llegó a su fin con el anuncio de la entrega de galardones, el Gran Premio Mel Hoppenheim
fue para la película Le goût des merveilles / The Sense of Wonder de Eric
Bernard (Francia) y el Premio del Público TFO fue para Voyage en Chine/Journey
Through China de Zoltan Mayer (Francia).
La 22ª edición de
Cinemania tendrá lugar del 3 al 13 de noviembre de 2016.
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