Comentario de
Sergio Martínez
La 49ª edición
del Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF por su sigla en inglés) ha
llegado a su fin el domingo 15 de septiembre con el anuncio de los diversos
galardones otorgados en diversas categorías. Los premios del público han sido
para The Life of Chuck (Mike Flanagan), The Substance (Coralie
Fargeat) y The Tragically Hip: No Dress Rehearsal (Mike Downie). Naturalmente, uno en cuanto crítico a veces
coincide con el sentir del público—en este caso de acuerdo por The Life of
Chuck—en otras ocasiones no.
NUESTRAS
APRECIACIONES: LO MEJOR
Este film tiene
el mérito de hacer de una trama sencilla, una historia con connotaciones
profundas en que confluyen la búsqueda de identidad y el deseo de lidiar con un
pasado que sigue acechando a los protagonistas. La vida de la joven Soo-Ha
(Bella Kim) una joven que ha estudiado y habla francés tendrá un sorpresivo
vuelco cuando a la pequeña posada donde ella trabaja llega Yan Kerrand (Roschdy
Zem), un francés de edad mediana y que es un artista bien conocido en su país.
La visita, en pleno invierno es un tanto extraña, más aun para Soo-Ha, cuyo
padre era un francés al que ella nunca conoció.
Este es el primer
largometraje en inglés que ha realizado este renombrado director español.
Ingrid (Julianne Moore), una reconocida escritora se reencuentra con Martha
(Tilda Swinton), una ex corresponsal de guerra con quien había cultivado una
fuerte amistad, pero a quien no veía hacía tiempo. Martha tiene una enfermedad
terminal y va a pedir a su amiga que la acompañe en el momento en que va a
emprender una decisión final sobre su vida. El film capta de modo impecable las
dudas y aprensiones que la movida de Martha va a tener, al mismo tiempo que su
fotografía retrata el ambiente de delicado y bello ambiente en el cual el drama
tendrá su desenvolvimiento final. Excelente actuación por parte de ambas
actrices contribuye a que el espectador no sólo disfrute de un notable
despliegue de imágenes de gran impacto, sino que además reflexione sobre el
tema de la muerte como un hecho a ser aceptado, parte de la vida, después de
todo.
The Life of Chuck (La vida de Chuck)—Dir. Mike Flanagan (Estados Unidos)
Adaptada de una
novela corta de Stephen King, esta es una historia de corte surrealista que narra
la vida de un personaje que, de ser un oscuro contador, se convierte en celebridad.
Por lo menos eso es lo que parece en el primer capítulo de la historia. El personaje,
sin embargo, guarda otros misterios que la película sólo nos entregará al
final. Una obra que divierte y a la vez deja al espectador un tanto perplejo y
que le valió ser la favorita del público en el Festival.
La novela de Juan
Rulfo ya está estructurada en una forma muy cinematográfica, con saltos en el
tiempo y en los lugares donde transcurre la acción. En este sentido se puede
decir que era una obra prácticamente lista para ser llevada a la pantalla.
Rodrigo Prieto hace un muy buen trabajo en esta adaptación que mientras se
mantiene muy fiel al texto original, al mismo tiempo traduce en imágenes ese
mundo fantasmagórico que Rulfo creó en 1955, considerado como uno de los
antecedentes del realismo mágico.
Emilia Pérez—Dir. Jacques Audiard (Francia)
Este sorprendente
film francés es ambientado en México y la mayor parte hablado en español. Una
muy interesante trama nos muestra a la brillante abogada Rita Moro (Zoe
Saldaña) cuyos servicios son requeridos por el capo narcotraficante Manitas del
Monte (Karla Sofía Gascón) quien para despistar a las autoridades ha planeado
un elaborado plan en el que cambiará de sexo, allí nacerá Emilia Pérez, completamente
limpia de la vida previa, pero con su fortuna aun en sus manos. Eventualmente,
sin embargo, algunos elementos del pasado volverán para interferir en su nueva
vida. La película es un thriller que además contiene escenas musicales, lo que la
hace difícil de clasificar. Al mismo tiempo refleja de un modo crudo la
violencia envuelta en el negocio de la droga.
TAMBIÉN BUENAS
Faithless—Tomas
Alfredson (Suecia)
Riff Raff—Dir.
Dino Montiel (Estados Unidos)
Los valores
familiares en tiempos violentos, podríamos decir respecto de este film en que,
a pesar de los cambios en estilo de vida, el pasado no dejará de penar a un
retirado gangster, especialmente cuando su hijo y la novia de éste, junto a su
primera mujer, llegan a su bien disimulada casa donde pasa su tiempo de retiro
en compañía de su nueva y joven mujer.
Esta es una película
muy agradable de ver por la simpatía que despierta Sara (Kim Ho-jung) una madre
viuda que viaja desde Corea a ver a su hija que ha sufrido una caída en el
hielo –hablamos del invierno de Winnipeg— y que a consecuencia de ello se
mantiene en estado de coma en un hospital. El choque de valores culturales está
muy presente, especialmente cuando ella busca un novio para su hija. En este
empeño al final habrá un desenlace inesperado.
Un film con un
poderoso mensaje de denuncia de la injusticia a la que son sometidos miles de
residentes en viviendas precarias en Nigeria que son expulsados de sus tierras
para dar lugar a nuevos proyectos inmobiliarios. Jawu (Temi Ami Williams) que
lleva el signo de los guerreros, una humilde mujer de esos campamentos, se
transformará en un símbolo en la lucha contra la injusticia y la corrupción.
Excelente actuación y una presencia colectiva de los pobladores hacen de esta
película una muy buena muestra del cine como medio de protesta.
Paul Anka: His
Way (Paul Anka: A su manera)—Dir. John Maggio (Estados Unidos)
Este documental
aporta una muy interesante visión de este artista canadiense que se mantiene
como figura prominente del rock desde los años 50 (debutó en la televisión a
los 15 años) y que se mantiene vigente además por su talento como autor de
innumerables canciones.
The Friend (El
amigo)—Dir. David Siegel, Scott McGehee (Estados Unidos)
Un perro, un gran
danés, puede decirse que es el verdadero protagonista de esta historia. Luego que el escritor y profesor Walter (Bill
Murray) muere, deja su perro Apolo en manos de su amiga Iris (Naomi Watts). Se
trata de un film que, a partir de esa incidencia, profundiza en el sentido de
la amistad.
Este film de
animación nos lleva a reflexionar sobre la relación entre naturaleza y
tecnología. Un robot (su voz la hace Lupita Nyong’o) ha caído accidentalmente
en una isla sólo habitada por animales. Cuando es activado, el robot se
convierte rápidamente en un factor de terror para los animales, pero eso empezará
a cambiar cuando, también de modo involuntario, el robot “adopta” a un gansito
que ha quedado huérfano. La presencia del zorro Fink (voz de Pedro Pascal)
ayudará a limar las diferencias entre el personaje producto de la tecnología, y
los de la naturaleza.
NO MUY BUENAS, PERO QUE SE PODÍAN VER
I, the Executioner (Yo, el ejecutor)—Dir. Ryoo
Seung-wan (Corea del Sur)
Historia interesante, con mucha acción y gran
fotografía, pero previsible.
Addition (Adición)—Dir. Marcelle Lunam (Australia)
Una profesora de matemáticas que además tiene una
fijación con los números y sus operaciones. La historia es argumentalmente
débil.
Jay (Romain Duris) es un francés que vive en Tokio
donde trabaja como chofer en una compañía de automóviles. Su razón de ser es
encontrar a su hija, la que él tuvo con una japonesa, pero que por impedimentos
legales él no tiene acceso a verla.
FRANCAMENTE, LO
PEOR
Bonjour
Tristesse—Dir. Durga Chew-Bose (Canadá, Alemania)
La novela
homónima en que este film se basa fue un bestseller en los años 50, Françoise
Sagan, su autora, lo escribió cuando tenía 18 años. La historia, centrada en la
vida de una adolescente cuya madre ha muerto y que está de vacaciones en la
costa con su padre y la novia de éste, intentaba retratar la angustia
existencial de una juventud asediada entonces por la vacuidad de la vida en una
Francia de postguerra que gozaba de una creciente posteridad, mientras el
espectro de la Guerra Fría parecía ensombrecer su futuro. En este film, la
directora Durga Chew-Bosse, no sabemos si intencionalmente, introduce elementos
incongruentes: la moda, especialmente los trajes de baño de las actrices y los
modelos de los automóviles evidencian que se trata del período en que se
escribió la historia—los años 50—sin embargo, incoherentemente, hay también
teléfonos celulares en escena, los que por lo demás no tienen uso alguno en la
historia. ¿Una simple inconsecuencia y falta de conocimiento de la directora?
¿Un recurso deliberado, aunque sin claro objetivo? Muchas de las escenas son
extremadamente tediosas: ¿cuántas veces queremos ver a los protagonistas
nadando en el mar o tomando el sol en la playa? En suma, una versión de una
novela cuya temática está por lo demás envejecida y la directora fracasa en su
intento—si es que lo tuvo—de hacer la historia relevante nuevamente.
The Assessment
(La evaluación)—Dir. Fleur Fortuné (Reino Unido, Alemania, Estados Unidos)
Películas
ambientadas en un mundo distópico son muy frecuentes estos días, y en general
tienen buena acogida en parte porque sirven como depositarias de nuestros
propios temores ante posibles escenarios apocalípticos, sea por efectos de una
guerra nuclear o del cambio climático. En este caso, en un esfuerzo por
contener el crecimiento demográfico, la sociedad del futuro pondrá como
requisito a las parejas que quieran tener hijos, el pasar una evaluación. En el
caso de Mia (Elizabeth Olsen) y Aaryan (Himesh Patel) que piensan que tendrían
todo a su favor para ser autorizados a procrear, la evaluadora enviada por las
autoridades es Virginia (Alicia Vikander) que hará todo lo posible por hacerles
la vida imposible. La evaluadora actúa de un modo pueril, es innecesariamente
provocadora e insoportable invasiva en la vida la pareja. Lo que sucede es que
la historia misma se hace implausible, a veces incluso ridícula.
Under the Volcano
(Bajo el volcán)—Dir. Damian Kocur (Polonia)
Una idea que tenía potencial es sin embargo malgastada en una historia marcada por lo banal. Una familia ucraniana está de vacaciones en las Islas Canarias justo en los días en que se produce la invasión rusa a su país. Súbitamente impedidos de volver a Ucrania, la familia se ve enfrentada a la incertidumbre y tensiones internas también afloran. Sin embargo, la película de Damian Kocur, ya sea por insuficiente expresividad de los actores o por un guión superficial, termina por ser un recuento banal de una vacaciones en medio de la incertidumbre, pero sin un retrato más profundo de lo que una tal situación realmente representaría. Los ucranianos pasan de vacacionistas a refugiados, pero ello lejos de causarles mucha inquietud, sólo los hace continuar su estada como si nada pasara, peor aun, a pesar de la buena voluntad de la gente local, la familia no interactúa mucho con ellos y en una de sus salidas sus miembros terminan perdidos en un lugar desolado, donde ningún turista se aventura porque no tiene interés ni encanto alguno.
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