2.2.12

UN RELATO DE SUPERVIVENCIA MUY BIEN HECHO

THE GREY. Estados Unidos, 2012. Un film de Joe Carnahan. Elenco: Liam Neeson, Frank Grillo, Dermot Mulroney, Dallas Roberts, Joe Anderson, Nonso Anozie, James Badge Dale.

Comentario de Jorge Gutman

Al ver The Grey inmediatamente surge el recuerdo de un trágico accidente que tuvo lugar en octubre de 1971; en esa ocasión, un avión de la Fuerza Aérea de Uruguay conduciendo a 40 pasajeros –integrados mayoritariamente por estudiantes uruguayos de un equipo de rugby- y 5 tripulantes se había estrellado en la Cordillera de los Andes a 3500 metros de altura. Los 27 sobrevivientes tuvieron que enfrentarse a las duras inclemencias del tiempo imperante en las montañas congeladas hasta que 72 días después el mundo tuvo noticias de ellos. La película de Joe Carnahan enfoca una historia similar pero en un relato de ficción.


Basado en Ghost Walker, un cuento de Ian Mackenzie quien es también autor del guión escrito junto con el director, se centra en un grupo de trabajadores de una compañía refinadora de petróleo ubicada en una alejada zona de Alaska donde Ottway (Liam Neeson), uno de los empleados, se ocupa de proteger a los restantes de cualquier peligro que pudieran ofrecer los animales salvajes del área. Cuando estos trabajadores están regresando a sus hogares en un vuelo aéreo, una fuerte tormenta hace que el avión se estrelle en las laderas montañosas donde todos perecen, con excepción de 8 personas incluyendo a Ottway que milagrosamente se salvan. Aunque el cine haya ofrecido en numerosas oportunidades accidentes aéreos, en este caso es encomiable y terrorífico contemplar el realismo de lo que se vive en el interior del aparato poco antes de la tragedia.


A primera vista, uno aguarda un relato de aventuras sobre cómo sobrevivir. Algo de eso hay pero descripto de un modo totalmente fidedigno en un film que dista parecerse a los típicos relatos de acción. La excelente actuación de Neeson permite que su personaje se transforme de la manera más natural posible en líder del pequeño grupo a través de una combinación perfecta de cierta autoridad mezclada de persuasión y madurez. Desde el primer instante en que asiste a un moribundo en sus últimos minutos de vida hasta lo que seguirá después, Ottway sabe cómo desenvolverse en el contexto de la realidad que lo circunda donde a la inhóspita soledad de la región se agrega la amenaza de temibles lobos depredadores.


Carnahan convirtió una historia aparentemente simplista en un intenso drama en el que el individuo debe enfrentarse con las difíciles situaciones que ofrece la naturaleza, apelando a los más ingeniosos recursos para tratar de seguir viviendo. Gracias a personajes muy bien delineados, el espectador convive permanentemente con la suerte que van experimentado los personajes; así y a lo largo de dos horas, que de ningún modo se hacen sentir, se acopla al grupo siguiendo el derrotero de una ruta plagada de peligros donde los temibles lobos comienzan a cobrar vidas de algunos de los forzados expedicionarios.


Frente a la intriga de saber qué es lo que acontecerá con cada uno de los que van sobreviviendo, el relato introduce momentos de tensión cuando uno de sus integrantes (Frank Grillo) se dispone a desafiar la natural autoridad de Ottway; tampoco están ausentes los momentos íntimos cuando en los instantes de vigilia nocturna reunidos en torno al fuego, surgen conversaciones personales de los integrantes del grupo quienes frente a un incierto futuro se solazan relatando episodios en donde quedan reflejados los lazos familiares; en tal sentido, en forma intermitente y tratando de no desesperar, los recurrentes recuerdos que Ottway tiene de su esposa (Anne Openshaw) le brindan necesaria fortaleza para seguir adelante.


El film está maravillosamente filmado con la fotografía de Masanobu Takayanagi captando la belleza y majestuosidad de la agreste naturaleza que es un personaje fundamental en esta historia. Al propio tiempo cabe mencionar la presencia de los salvajes lobos gracias al efecto logrado por la eficiente combinación de títeres, imágenes logradas por computación y animales amaestrados.


Conclusión: Una historia de supervivencia en un thriller introspectivo e inteligentemente realizado.

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