4.11.06

BE KIND REWIND

Estados Unidos 2008.

Un film escrito y dirigido por Michael Gondry
Michael Gondry, uno de los más respetables directores independientes del cine americano (“The Science of Sleep”, “Eternal Sunshine of the Spotless Mind”, “Human Nature”), sorprende negativamente en su último y desafortunado film. Cuesta creer que él sea el mayor responsable mayor de un relato tan pobre en ideas y en ejecución como lo es Be Kind Rewind.
Las primeras secuencias parecen prometer algo mejor que lo viene después; en líneas generales el público se encuentra con una comedia muy mediocre y extremadamente insulsa debido en gran parte a un guión poco refinado y pedestre.
Queriendo insuflar un humor irreverente y absurdo, el director presenta a Jerry (Jack Black), un lunático y excéntrico perdedor que colabora en un video club de New Jersey manejado por su dueño Mr. Fletcher (Danny Glover) y Mike (Mos Def), un empleado que a su vez es amigo de Jerry.
Por un accidente –que por lo ridículo no vale la pena relatar cómo se produjo- Jerry súbitamente ve magnetizada su mente, de manera que al acercarse a los videos VHS del local, va eliminando el contenido de las cintas expuestas. Como de por sí el negocio, ubicado en un edificio decrépito a punto de ser demolido, no genera ingresos por su escasa clientela, el hecho de haberse dañado el stock completo de películas empeora aún más la situación económica de Fletcher. Para salir del apuro, Jerry y Mike deciden reconstruir películas clásicas y/o populares (“Ghostbusters”, “Driving Miss Daisy”, “Robocop”, “The Lion King”, etc.) recurriendo a una cámara video para filmar sus propias versiones de los casetes desaparecidos, donde cada uno de ellos no supera los 20 minutos de duración; eso no impide de que la operación sea un suceso total, ya que súbitamente una multitud comienza a invadir el negocio para alquilar los videos rehechos.

Para que la premisa inicial descripta pueda ser aceptada es necesario suponer que: 1) no existe obstáculo alguno para reproducir un centenar de títulos en escasos tres o cuatro días, y 2) el público es lo suficientemente ingenuo para suponer que las películas que ahora alquilan son auténticas.
El criterio de credibilidad puede obviarse cuando un relato que pretende ser cómico cumple con su propósito de divertir. Eso está ausente aquí porque Black, en especial, poco o casi nada entretiene al sobreactuar y parecerse más a un pobre payaso -en el sentido negativo del término-, que al eficiente comediante que ha demostrado ser.
La parte central del film es extremadamente aburrida y las tonteras de Jerry y Mike en lugar de provocar carcajadas generan bostezos, en gran parte porque las escenas filmadas carecen del dinamismo necesario como para ofrecer buenas caricaturas del calco que se está efectuando; para peor, múltiples secuencias sufren del efecto repetitivo que ponen a prueba la paciencia del público.
La historia pretende adquirir complejidad dramática cuando los abogados que representan a los estudios de Hollywood descubren que Fletcher, Mike y Jerry han infringido los derechos de autor de los filmes originales y son acusados de “piratería”. Pero Gondry utiliza esa vía para que el film adopte una moraleja de solidaridad humana; así se aprecia cómo el espíritu comunitario prevalece cuando todo un vecindario se congrega para filmar una auténtica película. Pero a no engañarnos; esa amable escena final carece de la poesía o emoción que Frank Capra solía infundir a sus fabulosos relatos; además, el desenlace no condice con lo que se muestra a lo largo de su decepcionante relato.
En materia interpretativa no hay mucho para rescatar ya que el guión no alienta ninguna posibilidad de trascender, excepto el aire juvenil aportado por Melonie Diaz; el elenco incluye a dos actores de la vieja ola como Mía Farrow, completamente desperdiciada, y Sigourney Weaver, en un rol menor.

<>

J.G.
P

No hay comentarios.:

Publicar un comentario