23.12.11

UNA EXCEPCIONAL ARTISTA DE LA DANZA

PINA. Alemania, 2011. Un film de Wim Wenders

Comentario de Jorge Gutman


Para quienes no hayan oído hablar de ella, vale aclarar que Pina Bausch fue una extraordinaria coreógrafa alemana, además de eximia bailarina, profesora y directora de ballet. Con su distintivo estilo conjugando movimientos, sonidos y excepcionales puestas escénicas, se convirtió en una de las personas de mayor influencia en el género de la danza moderna desde los años 70.


Por la razón que antecede, el prominente realizador Wim Wenders, desde hacía tiempo deseaba efectuar un documental sobre la artista, donde la magia del cine pudiera amalgamarse con la riqueza artística de su ballet. El destino dispuso algo diferente porque cuando en junio de 2009 todo estaba preparado para el rodaje del film, Bausch sucumbe de un cáncer dos días antes de su comienzo. A pesar de esa gran pérdida, y en lugar de anular el proyecto, Wenders decidió llevarlo a cabo a través de sus intérpretes y como un homenaje póstumo a su arte creador; por esa razón lleva como subtítulo Un film para Pina Bausch de Wim Wenders.


De este modo el realizador decidió concentrarse en los integrantes de la compañía Tanztheater de la ciudad de Wuppertal que Bausch dirigía desde 1973 seleccionando algunas de sus famosas coreografías que incluyen Cafe Müller, La Consagración de la Primavera, Vollmond y Kontakthof. Para que el documental adquiera dinamismo cinematográfico, las cámaras además del escenario teatral enfocan el desplazamiento de los bailarines actuando en las calles y parques de Wuppertal.

El film se complementa con algunos materiales de archivo y con entrevistas de los artistas expresando sus comentarios sobre la labor que realizan, la experiencia de haber trabajado con su inolvidable maestra y lo que para ellos significó en términos de aprendizaje y enriquecimiento artístico la presencia de Pina.

Por primera vez en su filmografía, Wenders utiliza la técnica 3D para que el espectador sintiera una experiencia diferente a la de visualizar un espectáculo de ballet filmado en formato 2D. Aunque hasta el presente la tercera dimensión es generalmente utilizada para resaltar los efectos especiales de las producciones espectaculares de Hollywood, la decisión del realizador ha sido acertada; lejos de querer impresionar con imágenes que salen de la pantalla, el documental crea la sensación de estar apreciando un espectáculo de danza con la profundidad del escenario así como logra reforzar la intensidad dramática y la variada gama de emociones emanadas de la coreografía de Bausch en los fragmentos de los ballets representados.

Conclusión: Un film poético y de cautivante poder visual que la inolvidable Pina habría aprobado sin reserva alguna.


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