27.6.22

LES PASSAGERS DE LA NUIT: El encanto de la temporalidad

Comentario de Sergio Martínez

Desde el título, Les passagers de la nuit (Los pasajeros de la noche), hay un cierto sentido poético en este film dirigido por Mikhaël Hers. El hecho que se sitúe en los años 80 en París, agrega además un dejo de nostalgia que es reforzado por la belleza de las imágenes (excelente fotografía de Sébastien Buchmann) que captan muy bien tanto el entorno urbano en que se mueven los personajes –el distrito XV de la capital francesa, conocido como Beaugrenelle, con construcciones levantadas principalmente en los años 70– como la intimidad de sus vidas.

Elisabeth Davies (Charlotte Gainsbourg) se halla sola, con sus dos hijos, la mayor en la universidad y el menor en la escuela secundaria, luego que su marido la ha dejado. Ella debe enfrentar ahora una situación para la que no estaba preparada, o al menos así lo creía. Su primera tarea será buscar trabajo.

La hija mayor, Judith (Megan Northam), es una fervorosa activista estudiantil y su envolvimiento político le deja poco tiempo para ocuparse de otra cosa. Para la madre, será la compañía de su hijo Mathias, la que será relativamente más cercana. Esto, aunque el muchacho está más interesado en escribir poesía que en las materias de sus cursos.

Por eso mismo tiempo, ha aparecido en París otro personaje que también parece perderse en la ciudad: Talulah (Noée Abita), una joven de 18 años que no tiene domicilio fijo y que es adicta a las drogas.



Elisabeth (Charlotte Gainsbourg) es contratada por Vanda (Emmanuel Béart) 
como operadora telefónica para el programa radial nocturno que ella anima

Los esfuerzos por encontrar trabajo le rinden frutos a Elisabeth, cuando es contratada como operadora de llamadas telefónicas para un programa radial que se emite toda la noche, justamente “Los pasajeros de la noche”, que combina llamados de noctámbulos solitarios con espacios musicales. El programa lo anima Vanda Dorval (Emmanuel Béart), quien le tomará simpatía a Elisabeth, aunque le advierte que el sueldo no es mucho. Eventualmente, para aumentar sus ingresos, Elisabeth encontrará otro trabajo a tiempo parcial en una biblioteca.

Talulah es una de las entrevistadas en uno de los programas nocturnos y cuando Elisabeth sale de la radio la encuentra sentada en el banco de un parque. La joven no tiene donde ir y eventualmente la mujer la invita a quedarse en su casa durante unos días.

Las vidas de Talulah y Elisabeth, y especialmente la de Mathias se entrelazarán, cuando cuatro años más tarde ellos vuelven a encontrarse. Judith ya no vive con su madre y Mathias trabaja haciendo aseo en un gimnasio. Por su parte, Elisabeth, aunque con reticencias y dudas, intentará reiniciar su vida sentimental.

Después de 4 años, Talulah (Noée Abita) y los destinos de la familia
de Elisabeth se entrecruzan nuevamente

Les passagers de la nuit es interesante como propuesta de la fluidez y temporalidad de nuestras existencias, con un énfasis en lo importante de vivir cada uno de esos instantes, pues sabemos que sólo durarán un tiempo. Y justamente ese es su valor.

Es un film que recomendamos por su sentido poético, la belleza de sus imágenes y cómo a partir de simples premisas, el director y los guionistas concluyen entregando un momento de encanto y nostalgia.

Se exhibe en versión original francesa y con subtítulos en inglés.

Duración: 1 h 51 min.

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