9.7.10

FUEGOS ARTIFICIALES: LA PRESENCIA PORTUGUESA

Con un ecléctico acompañamiento musical, la firma Macedos Pirotecnia de Portugal hizo su presentación en el Festival de Fuegos artificiales de Montreal, su despliegue sin embargo no fue todo lo impactante que se podría haber esperado.

Crónica de Sergio Martínez

Este pasado sábado 3 de julio L’International des Feux Loto-Québec recibió al tercer país competidor, Portugal, el que estuvo representado por la firma Macedos Pirotecnia, que ya había estado en una anterior oportunidad en esta competencia. El espectáculo ofrecido esa noche llevaba por título Euphoria.

El despliegue de fuegos propiamente tal no tuvo nada de especial, un comienzo con proyectiles de mediana altura con predominancia de tonos blancos haciéndose acompañar por los dos primeros temas musicales, Only About Us con Tatoo y La tortura, interpretado por Shakira y Alejandro Sanz. Con la irrupción del tema portugués Barco negro, a cargo de Mariza, el despliegue se volcó más hacia fuegos de mayor alcance y variación en color.

Por el resto de la presentación el despliegue pirotécnico alternó entre proyectiles de mediano y alto alcance, siempre con predominio de tonos claros. Sólo hacia el final se introdujeron elementos pirotécnicos a nivel de la plataforma de lanzamiento y sobre el agua del Lago de los Castores (escenario del espectáculo) constituyendo la parte más interesante del despliegue.

Técnicamente bien, sin problemas de sincronización y con un acompañamiento musical variado, el espectáculo presentado por portugueses no estuvo mal, pero dejó una cierta sensación de no ser nada de lo ordinario. Ciertamente no estuvo a la altura de la presentación inaugural hecha por la firma italiana Soldi el pasado 12 de junio.

Como comentario adicional puede mencionarse que precisamente uno de los aspectos que hizo interesante la presentación italiana fue su acertada selección musical, toda basada en temas de ópera. Los portugueses en cambio, se apoyaron en una selección internacional de temas principalmente en inglés que por otro lado no ofrecían una gran posibilidad de un contrapunto entre la pirotecnia y la música. Pensamos que esto es doblemente lamentable considerando la riqueza del repertorio musical portugués con sus cadenciosos fados que estamos seguros hubieran sido un más adecuado acompañamiento para el despliegue del país peninsular que los Amy Winehouse o Linkin Park, usados en este caso y que no tuvieron la resonancia necesaria para hacer un buen complemento para el despliegue luminoso y sonoro de la pirotecnia que en todo caso fue más bien discreto.

6.7.10

DEL SAN LORENZO AL RÍO DE LA PLATA

Concierto de Quartango en el Festival Internacional de Jazz afirmó interesante conexión emocional entre los puertos fluviales de Montreal y Buenos Aires.

Crónica de Sergio Martínez


¿Qué puede haber de común entre Montreal y Buenos Aires? Para empezar, ambos son puertos fluviales, Montreal a orillas del San Lorenzo en tanto que Buenos Aires se sitúa en el Río de la Plata; en ambas – se podría agregar – los veranos ven reforzado su calor por una persistente humedad, aunque el verano montrealés es por cierto mucho más breve que el de la capital argentina; en ambas ciudades-puertos se puede acceder a una variada y rica gastronomía; y por último, ambas urbes, con callejuelas estrechas en sus áreas más antiguas, con un cierto aire europeo y con una cualidad magnética para atraer gente de todos lados del planeta, han encontrado un común gusto por el tango, por cierto para los montrealeses un producto importado, pero que aquí se ha avecindado muy bien.

Una muestra de ese común gusto por el tango la dan cuatro canadienses que desde hace veinticinco años han estado dando vida a la música ciudadana de Buenos Aires, aquí a orillas del San Lorenzo. No sólo Quartango ha hecho interesantes arreglos de temas porteños tanto clásicos como modernos, sino que algunos de sus integrantes han incursionado en crear sus propios temas tangueros también.

Por todo esto fue muy grato enterarse de que el Festival Internacional de Jazz de Montreal presentaría un concierto de este cuarteto como parte de su serie Les couleurs SAQ en el Club Soda. Al término de las casi dos horas que duró el concierto este domingo 4 de julio, nuestras expectativas se vieron plenamente cumplidas. No sólo el cuarteto formado por Richard Hunt (piano, uno de los fundadores del grupo), René Gosselin (contrabajo, el otro miembro fundador), Douglas Schmidt (bandoneón) y Charles Etienne Marchand (violín) entregó a la audiencia una memorable actuación sino que adicionó a su presentación a una vocalista y a los bailarines Roxana y Fabián.

Quartango no se limita a hacer una simple transposición de la música rioplatense al San Lorenzo sino que la re-crea con matices que le dan un carácter muy único, su ejecución de temas clásicos como el famoso Taquito militar o La cumparsita por ejemplo, adquieren un sello especial en el que las cuerdas juegan un rol más sonoro que el bandoneón, marcando aquí una sutil pero interesante diferencia con los grupos porteños.


Ese tratamiento de las obras clásicas se manifiesta de otro modo en la ejecución de los temas de Astor Piazzolla, donde por cierto el elemento más jazzístico de la improvisación de los ejecutantes puede encontrarse más a gusto. Algo similar en la ejecución del tema de Juan Carlos Cáceres, Tango negro (cabe consignar aquí que Cáceres en una reciente entrevista en el diario argentino Página 12 justamente reivindicó ese aspecto jazzístico de la improvisación en el tango, y renovó su tesis largamente sostenida sobre las raíces negras del tango, algo que crea aun notables polémicas).

Quartango también presentó creaciones de algunos de sus miembros como la Milonga céltica, compuesta por su pianista Richard Hunt la que puede verse como una interesante conexión entre las raíces irlandesas de gran parte de la comunidad anglo y la cultura argentina o más específicamente, porteña.

En suma, una velada donde Quartango mostró en escena las cualidades de sonoridad y creatividad que ya han quedado registradas en sus propios discos.

2.7.10

DE VOCES CON TRAYECTORIA, UN FLAMENCO RENOVADO Y EL TRATAMIENTO GITANO

Algunos de los conciertos que nos han impactado en la 31ª edición del Festival Internacional de Jazz de Montreal

Crónica de Sergio Martínez


Desde hacía algún tiempo queríamos ver en escena a uno de los grupos vocales más emblemáticos del jazz, nos referimos naturalmente al Manhattan Transfer, originado en verdad en los años 60 pero que con su actual conformación se remonta ya a 37 años. Su calidad vocal y la longevidad evidente del cuarteto lo hicieron acreedor a una distinción especial, el premio Ella Fitzgerald que le fue conferido la misma noche de su concierto por André Menard, director artístico y uno de los co-fundadores del Festival.

La presentación hecha por el cuarteto no decepcionó: durante las dos horas del recital en el Teatro Maisonneuve de la Place des Arts desfilaron sus mejores interpretaciones de temas emblemáticos de los años 60 incluida Birdland, el tema que fue escrito para homenajear a Charlie (Bird) Parker, así como el famoso Route 66. Los vocalistas de Manhattan Transfer sin embargo no sólo apelaron a la nostalgia de los baby boomers sino que también y de un modo muy satisfactorio entregaron una dinámica versión de Spain, el tema de Chick Corea.

FLAMENCO RENOVADO Y CON UN SELLO DE ROMANCE
La serie El duende flamenco, introducida por el Festival para cubrir un creciente interés en el flamenco, la música española de origen gitano, ha comprendido cuatro espectáculos este año. Diego “El Cigala” fue el que tuvimos oportunidad de presenciar y ser sorprendidos por una innovadora ejecución en que la forma tradicional del flamenco sin ser completamente abandonada, exploraba también en ritmos de tinte tropical. En los hechos, gran parte del repertorio ofrecido por “El cigala” esa noche estuvo formada por adaptaciones de boleros, incluyendo a algunos famosos de Armando Manzanero. Incluso el artista incursionó en un tango, dando a entender una interesante conexión entre ambos ritmos.

EL TRATAMIENTO GITANO
Una faceta gitana, pero de otra índole es la que ofreció en su concierto del 30 de junio el grupo Gypsie Planet que se ha dedicado a rendir homenaje al guitarrista Django Reinhardt y que en esa línea ofreció una ecléctica visión de temas tradicionales del jazz, comenzando con su tema inicial, Stardust y pasando por Oblivion, el emblemático tema de Astor Piazzolla.

Gypsie Planet tiene una interesante conformación: tres guitarristas, un contrabajista, una acordeonista y un violinista confirieron a los temas un lejano aire gitano, un cierto tono de exotismo, pero prontamente contrastado por la familiaridad de los temas interpretados.