25.6.11

CINE EN LA PLAZA

Comentarios de Jorge Gutman





BEGINNERS. Estados Unidos, 2010. Un film escrito y dirigido por Mike Mills

Muchas veces la realidad supera a la ficción y esta película lo prueba dado que el director y guionista Mike Mills vuelca en la misma experiencias vividas en su entorno familiar y por lo tanto no hay duda que lo que nos cuenta es verídico.

En su relato el realizador utiliza al personaje de Oliver (Ewan McGregor) como su alter ego quien al comenzar el film experimenta sentimientos de pena por la pérdida de Hal (Christopher Plummer) su padre. La acción retrocede 4 años cuando su madre muere y Hall, de 75 años de edad, le confiesa que a pesar de haber estado casado con ella durante 44 años, él ha decidido no ocultar más su condición de hombre gay para así aprovechar plenamente lo que su verdadera orientación sexual puede ofrecerle en lo que le queda por vivir.

Como se apreciará, el punto de partida no puede ser más intrigante y lo que uno esperaría es que el resto del metraje estuviese dedicado a establecer cómo se desarrollará la relación de Oliver con su padre anciano dentro del marco de las circunstancias descriptas. En parte el relato lo logra pero eso no es el único foco del mismo como se podría haber supuesto.

Volviendo a la época actual, la narración enfoca la personalidad melancólica de Oliver, un diseñador gráfico soltero de poco más de 40 años que no tuvo hasta el presente una relación estable de pareja. Vive en compañía del pequeño terrier que pertenecía a su padre y que ahora está acoplado a él en todo momento; el vínculo entre el amo y su perro es tan intenso que en muchos casos Oliver sabe lo que el animal le expresa y el público se impone de su pensamiento a través de subtítulos intercalados. En gran parte la naturaleza taciturna de Oliver podría deberse a los efectos de una infancia vivida con una frustrada madre (Mari Page Keller) y que aparentemente –el film no lo expresa claramente- adolecería de cierta inestabilidad emocional. En una reunión social conoce a Anna (Melanie Laurent), una artista francesa, que podría ser su alma gemela al compartir características comunes en materia sentimental; la relación amorosa que se establece entre ambos constituye la otra historia del film.

Retrocediendo nuevamente al pasado, el relato describe la nueva vida amorosa de Hal con Andy (Goran Visnjic) -un muchacho de una edad similar a la de su hijo-, la forma en que disfruta de las reuniones sociales mantenidas con los integrantes de la comunidad gay y el cariño que recibe de todos ellos cuando lo aqueja el cáncer terminal de pulmón; es también durante ese período donde queda evidenciada la gran devoción de Oliver hacia su padre hasta el doloroso momento final.

Enfocando los aspectos extraños y un tanto absurdos de la vida, Mills realizó un film honesto y sin duda afectivo; su problema reside en que narrándolo en forma no cronológica entre el tiempo presente, el reciente pasado y los años de infancia de Oliver, las escenas que se suceden lucen parcialmente deshilvanadas, impidiendo que el drama y la emoción alcancen el nivel esperado. Finalmente, la resolución del film no deja claro hasta dónde la vitalidad de Hal y la comunicación mantenida con su hijo ayudará a que éste pueda superar algunos problemas de su personalidad y permitir que asuma un compromiso más sólido en su relación sentimental con Anna.

Mejor dirigido que escrito, el realizador contó con un buen nivel actoral. Mc Gregor ofrece lo mejor que puede dentro de un rol potencialmente interesante pero no del todo bien descripto, en tanto que Laurent impone su presencia transmitiendo dulzura y ternura; finalmente, Christopher Plummer –lo mejor del film- se lleva las palmas como el padre viudo que ha resuelto “salir del armario” para gozar de la vida.

BAD TEACHER. Estados Unidos, 2011. Un film de Jake Kasdan

Resulta difícil encontrar un personaje más desagradable que el que Cameron Díaz caracteriza en esta película de Jake Kasdan cuyo título describe perfectamente la conducta de la protagonista. A pesar de que la bella actriz posee una innata simpatía, el más que mediocre relato la obliga a cometer excesos que producen poca gracia y que deja un balance negativo en lo que hace a la moralidad de una historia sin mayor sentido.

Díaz es Elizabeth, una mujer poco refinada, sin escrúpulos, decididamente mala y que además miente, fuma, se droga, bebe y apela a un lenguaje no muy deseable por su crudeza. Es un misterio saber cómo llegó a ser educadora de una escuela secundaria, pero lo cierto es que sus alumnos deben sufrir sus veleidades, desmanes y caprichos además de que no tienen nada que aprender de ella que les pasa videos durante las clases en lugar de enseñar. Como sólo le interesa el dinero y ha sido dejada por un novio millonario que terminó no aguantándola, ahora trata de buscar un nuevo pretendiente con fortuna. Entretanto trata de incitar a los padres de algunos alumnos para dar clase privada a sus hijos a cambio de un ingreso adicional que le permita reunir los fondos necesarios para someterse a un implante de senos. Cuando llega un nuevo profesor (Justin Timberlake), de porte poco atractivo pero de buena posición económica, Elizabeth trata de conquistarlo pero lamentablemente él ya tiene una admiradora en la persona de una colega rival (Lucy Punch). Para completar el cuadro, el profesor de gimnasia de la escuela (Jason Segel) gusta de Elizabeth, pero el problema está que no tiene dinero.

No es necesario seguir en los detalles de este relato insulso que posee un humor escatológico de dudoso efecto reidero y en donde no hay sorpresa alguna que pueda incentivar el interés de lo que se expone. Aunque Díaz le otorgue colorido a su personaje y el resto del elenco, en especial Punch, se desempeñe satisfactoriamente, eso no alcanza para disimular la vacuidad de este film decididamente amoral y poco edificante.

GERRY. Canada, 2011. Un film de Alain DesRochers

Gérald Boulet, apodado “Gerry”, es una figura emblemática de Quebec por haber sido considerado el más importante innovador de la música rock cantada en “joual”, cuyas características lingüísticas están asociadas a la clase trabajadora de la población francófona de esta provincia. A 20 años de su muerte acaecida a la temprana edad de 44 años, el director Alain DesRochers decide abordar los aspectos más distintivos de su corta existencia basándose en el guión preparado por Nathalie Petrowsky según el libro “Avant de m’en aller” de Mario Roy.

Adoptando el modelo tradicional del relato biográfico, el film sigue un curso predeterminado y en tal sentido no hay nada que lo diferencie de otras biografías narradas del mismo modo. En forma muy esquemática se pasa revista a la infancia del pequeño Gerry en St-Jean-sur-Richelieu demostrando su afinidad por la música y su poca predisposición a las clases de religión en un colegio católico donde está enrolado. De inmediato, la acción se ubica en 1966 cuando el joven Boulet (Mario Saint-Amand) forma la banda “Les Gants Blancs” integrada por su hermano Denis (Louis-David Morasse) y sus amigos Johnny (Marc-François Blondin) y Willie (Mathieu Lepage); tres años después la agrupación cambia de estilo adoptando el nuevo nombre de “Offenbach”, donde tendrá participación el compositor y músico Pierre Harel (Éric Bruneau). La ambición de Gerry es cantar en inglés para poder actuar en Estados Unidos; sin embargo Harel lo persuade para continuar en francés, logrando en poco tiempo una gran repercusión popular. Eso continuará a través de los sucesos logrados en los años siguientes, incluyendo entre otros aspectos el rodaje de un documental en Francia por parte del cineasta Claude Faraldo (Laurent Lucas). Un jalón importante del conjunto es la actuación realizada en 1980 en el Forum de Montreal donde por primera vez una agrupación musical de rock efectúa un concierto en ese recinto consagrado al hockey. Lo que sigue es la evolución y transformación de los miembros de Offenbach con la partida de Harel y Willie del equipo y su reemplazo por dos músicos anglófonos de Ontario; años después Gerry decide actuar por su propia cuenta hasta que un cáncer al colon arrebata su vida en 1990.

El film registra minuciosamente el clima de una época no muy lejana y su música -que es un personaje más dentro del relato- permite que el público tenga oportunidad de rememorar algunos de los clásicos del rock de Quebec (“Deux autres Bières”, “Les deux du coeur”, “Un beaux grand bateau”, etc). Sin embargo, el criterio que DesRochers ha elegido para narrar los hechos cronológicamente sin momentos de gran dramatismo, convierten a esta biografía en una sucesión de episodios donde muchos de los mismos son expuestos superficialmente. Por ejemplo, en lo que atañe a la vida sentimental del cantor, se muestra en forma apresurada cómo conoce a Denise (Madeleine Péloquin) con quien se casará y le dará un hijo pero sin llegar a exponer la razón por la cual se desliga de ella y su hijo para unirse a Françoise (Capucine Delaby), una joven a quien conoce en Francia con la cual pasará el resto de su vida y que se convertirá en su segunda esposa; otros episodios vinculados con el clima político de ese entonces -la llegada de un gobierno separatista a Quebec, algunas referencias al primer referéndum de 1990- son tratados sin mayor profundidad. La parte final ofrece uno de los pocos instantes de emoción cuando en los estadios finales de su enfermedad, Gerry comparte una escena de honda ternura acompañado de Françoise.

A pesar de las observaciones señaladas, este drama biográfico se valoriza enormemente con la excepcional actuación de Saint-Amand que transmite toda la dimensión psicológica de un hombre que fundamentalmente vivió para su música y que en su vida personal no fue precisamente un dechado de padre ideal o buen esposo. Mostrando la imperfección de su personalidad y la dimensión del artista, este actor vive su personaje con tal increíble intensidad que uno cree volver a presenciar al verdadero Gerry con su melena rizada, en parte ayudado también por su asombroso parecido físico.

Sin haber reinventado el género, el realizador ha logrado un film honesto que tendrá resonancia con el público que habiendo seguido la trayectoria de este artista tiene oportunidad de revivir una página importante del panorama musical de Quebec.

MR. POPPER’S PENGUINS. Estados Unidos, 2011. Un film de Mark Waters

Dentro de la tradición de los filmes de Disney destinados a la familia, llega este simpático relato que aunque no innova ni apela a estilos visuales sorprendentes, de todos modos cumple su función de entretener sanamente, sobre todo a la población infantil.
Basado en un libro para niños escrito en 1938 por Richard y Florence Atwater cuya acción se desarrolla en una pequeña ciudad de Estados Unidos, la historia ha sido trasladada a la ciudad de Nueva York transcurriendo en la época actual. El relato presenta a Tom Popper (Jim Carrey) un alto ejecutivo de una importante empresa inmobiliaria de Manhattan, que gozando de una muy buena posición económica ocupa un espacioso y confortable departamento ubicado en la sofisticada avenida Park de Manhattan. Su pasión por el trabajo lo ha hecho descuidar a su familia lo que motivó el divorcio de su esposa Amanda (Carla Gugino) que tiene a su cargo a sus dos hijos, una joven adolescente (Madeline Carroll) y otro vástago más pequeño (Maxwell Perry Cotton).
La rutina de Popper se ve alterada cuando un día recibe como legado de su padre, recientemente desaparecido y a quien no ha visto en mucho tiempo, un cajón conteniendo nada menos que un pingüino; por si eso no fuese suficiente, poco después se agrega la recepción de otros cinco pájaros de la misma especie que prácticamente toman su residencia por asalto. La audiencia menuda festejará el caos inicial que estas simpáticas y ruidosas aves producen en el vasto espacio donde ahora habitan y que desesperan a su dueño; pero con el correr de los días la convivencia entre Tom y sus visitantes se hace más amena con los animalitos volviéndose más obedientes y pasando parte de su tiempo viendo viejas películas de Chaplin por la televisión y bailando en forma chaplinesca con las lecciones recibidas por su amo.
El cuidado y el creciente afecto que Tom irá experimentado por los pingüinos hace que cuando sus hijos lo visitan observen en él un cambio de su conducta al haberse vuelto más humano y menos egoísta; además, se sienten felices de compartir esos momentos con las simpáticas mascotas, donde su ex-mujer tampoco es inmune a la simpatía despertada por las aves.
En líneas generales, no hay nada revolucionario que este sencillo relato ofrezca pero el guión está bien escrito y hay situaciones hilarantes producidas por los adorables pingüinos, sobre todo en una reunión social que tiene lugar en el museo Guggenheim, donde éstos causan una serie de problemas que los niños habrán de disfrutar. Además de la magnífica actuación de los pingüinos, resultado de una eficiente combinación de animales en vivo con imágenes generadas por la computadora, hay que destacar la sobria caracterización que Carrey realiza del personaje principal; apelando a un humor físico empleado en varios de sus filmes, el actor se desenvuelve con soltura y moderación sin recurrir a situaciones de dudoso gusto.
Ciertamente, este relato responde más a una fantasía que a una historia realista y por lo tanto en muchos casos la credibilidad queda suspendida; lo importante es que los chicos disfrutan de un agradable cuento que además de divertido aboga por los valores familiares y el amor hacia los animales.

18.6.11

CINE EN LA PLAZA

Comentarios de Jorge Gutman
THE TREE OF LIFE. Estados Unidos, 2011. Un film escrito y dirigido por Terrence Malick

Precedido por una gran expectativa, con su reciente estreno en Canadá ahora todos pueden juzgar The Tree of Life. Cada espectador verá en este complejo film algo diferente y estará sujeto a su interpretación para determinar si se encuentra frente a una obra maestra, un buen film, o en última instancia un gran esfuerzo no logrado; este hecho quedó evidenciado en ocasión de su primera presentación en el Festival de Cannes cuando al final de su proyección fue entusiastamente aplaudido por un sector de la crítica especializada así como otra parte de la misma lo desaprobó con la emisión de silbidos. En todo caso, el jurado de Cannes presidido por Robert De Niro se adhirió a su favor recompensándolo con la Palma de Oro, el máximo galardón de la muestra.

Se trata de una obra extremadamente ambiciosa y de una belleza visual como pocas veces se ha visto en la pantalla, dando la impresión de que Malick es un buen pintor además de distinguido cineasta. Tratar de analizar al film resulta una ardua tarea y se corre el riesgo de brindar respuestas simplistas. El director es profesor de filosofía y sus digresiones en tal carácter pueden confundir al espectador al tratar de analizar el modo en que las imágenes sensoriales se relacionan con el tema que emerge del relato.

Para resumir en pocas palabras sobre lo que trata el film, es preciso señalar que su narrativa se refiere a una familia americana donde sus querellas internas pueden asociarse con el poder creador y destructor del cosmos. El film comienza con una cita extraída del libro de Job –libro bíblico del Antiguo Testamento- sobre la pregunta de Dios “¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?” estableciendo el tono que prevalecerá en buena parte de esta historia. Así en la primera media hora de metraje se asiste a un viaje hacia los orígenes del mundo y de la vida, donde la oscuridad será iluminada por la luz de los volcanes en furiosa erupción, meteoritos estrellándose en un planeta, el aullido de gigantescos dinosaurios, ríos desbocados y muchos otros elementos plasmados en soberbias imágenes astronómicas.

A partir de allí surge el esfuerzo de interpretar lo visualmente expuesto con la narración elíptica e imprecisa que adquiere el relato. Expuesto de manera fragmentada y elusiva, se sigue el hilo de los pensamientos de Jack (Sean Penn), un arquitecto ejecutivo que desplazándose en sus lujosas oficinas ubicadas en uno de los soberbios rascacielos de Houston pasa revista a su infancia durante la década del 50 en un hogar compartido con sus dos hermanos menores (Laramie Eppler, Tye Sheridan) y sus padres (Brad Pitt, Jessica Chastain). Jack (Hunter McCracken) con sus 11 años goza de la inocencia propia de su edad jugando con sus hermanitos y apreciando todo lo bello que la vida puede ofrecerle. Sin embargo, la figura ambivalente del padre, que impone su presencia en forma severa y autoritaria llegando en algunos casos a emplear el castigo físico, contribuye a que los niños lleguen a temerlo; por el contrario, la madre tolerante y abnegada trata de compensar la dureza de su marido brindando ternura y cariño a sus vástagos.

Siguiendo con sus recuerdos, la memoria de Jack se asocia con episodios que le han quedado bien marcados, como la pérdida de un hermano con la consiguiente angustia familiar, así como el estado de gravidez de su madre gestando un nuevo ser que llegará al mundo. De algún modo, ése es el hilo conductor que el realizador utiliza para adentrarse en el concepto de un Dios todopoderoso y en los misterios sobre la vida y la muerte que permanentemente inquietan a la especie humana.

Ciertamente, Malick no es el primer autor preocupado por los aspectos metafísicos ilustrados en el film, pero sus méritos residen en haberlo hecho a través de escenas de hipnótica y subyugante belleza captadas por una excepcional y sublime fotografía de Emmanuel Lubezki. Dos actores de inmensa popularidad como Pitt y Penn –éste último de breve intervención- cumplen muy bien su cometido así como los niños que participan en la historia –sobre todo resulta remarcable la actuación de McCracken- También cabe distinguir a Chastain que a pesar de sus escasos diálogos sale muy airosa en su notable caracterización de la amorosa madre. Finalmente es importante el rol que le cabe a la música de Alexandre Desplat que redondea a este poema sinfónico con fragmentos de obras de Brahms, Chopin, Mahler y Respighi, entre otros compositores.

De la lectura precedente cada lector podrá orientarse sobre la naturaleza de este film y si acaso le interesará o no sumergirse en una experiencia cinematográfica radicalmente opuesta a la tradicional. Personalmente creo que este trabajo intelectual de gran rigurosidad artística merece gran respeto, a pesar de que su profundo contenido espiritual podría haber sido expresado de manera menos complicada para que pudiera ser disfrutado con mayor plenitud.

EL HOMBRE DE AL LADO. Argentina, 2009. Un film de Mariano Cohn y Gastón Duprat
Después del éxito de “El Artista” (2008), los realizadores argentinos Gastón Duprat y Mariano Cohn retornan con El Hombre de al Lado en un género difícil de categorizar; tanto el drama, como la comedia, la sátira y el humor negro que aquí se observan permiten que este interesante relato psicológico satisfaga plenamente.
El guión de Andrés Duprat parte de una premisa sencilla pero que a medida que se desarrolla se va convirtiendo en una virtual bola de nieve. Leonardo (Rafael Spregelburd) es un arquitecto y diseñador de gran prestigio que como buen entendido en la materia y gozando de una muy buena posición económica eligió como vivienda a la Casa Curutchet –famosa por ser la única concebida en América Latina por el renombrado arquitecto suizo Le Corbusier-, plena de iluminación en todos sus ambientes. Todo marcharía sobre rieles de no haber sido que inesperadamente un albañil de una residencia adyacente está perforando en la medianera en común un boquete para construir una ventana que le proveerá a Víctor (Daniel Aráoz), su dueño y vecino, la entrada de sol a su vivienda que está sumergida en la oscuridad. Como esa ventana quitará privacidad e invadirá la intimidad del arquitecto y su familia, Leonardo comienza la dura tarea de persuadir a su vecino para que desista de su proyecto. Ese pequeño incidente produce el conflicto que enfrentará a dos personalidades diferentes –damnificado y transgresor- generando la tensión de una violencia latente y un suspenso que nutrirá al resto del film.
Un elemento trascendente para destacar es la excelente caracterización de sus dos personajes protagónicos que tienen que encontrar el camino adecuado para que la disputa no se eternice. A la cultura, esnobismo, soberbia y obsesión de Leonardo, cuya casa responde a una estética emparentada con su estilo de vida, se opone la rusticidad, vulgaridad, fácil comunicación y espontaneidad de Víctor que al propio tiempo sugiere un tenue aire amenazador que llegará a perturbar el equilibrio emocional de su vecino.
Por razones de discreción no conviene adelantar lo que sobreviene después, salvo señalar que en todo momento el espectador permanece inmerso en la historia propuesta reflejando el placer de experimentar una emoción similar a la de sus protagonistas. Si al principio del relato uno vuelca su simpatía hacia Leonardo, la arrogancia que demuestra a medida que evoluciona la trama hace que Víctor comience a gozar del aprecio de la audiencia; de todos modos, cuando su imprevisible desenlace se avecina y el giro de los acontecimientos conduce a una situación límite, es cuando quedarán reveladas las verdaderas facetas de cada vecino.
La interpretación de Spregelburd y Aráoz es impecable al lograr un ajustado equilibrio entre drama y humor, en tanto que en los aspectos formales sobresale la excelente fotografía de sus realizadores resaltando la belleza arquitectónica de la casa de Leonardo.
En conclusión, el film sorprende gratamente por su narrativa, intriga y por su crítica mordaz a una sociedad incomunicada por verdaderos muros de incomprensión, mezquindad e hipocresía.







LAST NIGHT. Estados Unidos-Francia, 2010. Un film escrito y dirigido por Massy Tadjedin
Un delicado film explorando la fidelidad en la relación amorosa es lo que aborda la directora Massy Tadjedin en su ópera prima Last Night. Aunque se trate de un tema que ha sido considerado en múltiples ocasiones, Tadjelin lo relata en forma sutil y le introduce matices originales que concitan interés.

La acción que transcurre en Nueva York involucra a una joven pareja integrada por Michael (Sam Worthington) y Joanna (Keira Knightley) quienes gozan de un buen nivel económico y viven en un confortable departamento de Manhattan; la relación conyugal es cordial aunque sin llegar a ser apasionada, de acuerdo al modo en que estos personajes están descriptos. Un incidente irrumpe cuando en una reunión social Joanna observa una actitud un tanto íntima que su marido mantiene con Laura (Eva Mendes), una colega de trabajo; ese flirteo que Joanna cree ver en la actitud de su marido origina una discusión cuando la pareja regresa a su hogar, sin llegar a ningún tipo de resolución específica. Cuando al día siguiente, Michael parte con Laura en un corto viaje de negocios a Filadelfia, la situación adquiere un giro inesperado con la sorpresiva y breve visita de Alex (Guillaume Canet), un ex novio parisino de Joanna que llegó a su vida antes de haber conocido a su marido; ese inesperado reencuentro reaviva en ambos recuerdos y acallados sentimientos dejando el camino abierto para una posible infidelidad.

La directora privilegia el diálogo pero sin reemplazar la expresión de sus imágenes ni tampoco lo que los personajes no expresan explícitamente pero internamente sienten; en tal sentido, lo que atrae en esta narración es la ambigüedad de las relaciones entabladas entre la pareja casada como las establecidas con sus respectivos seductores.

Además del excelente casting donde cada uno de los 4 actores participantes caracteriza muy bien su rol logrando una excelente interacción, el film también atrae por sus diálogos y por una narrativa en donde la insinuación y la atracción sexual extramatrimonial que se va incrementando, genera un natural suspenso por saber cómo será su desenlace.

Resumiendo, Tadjelin brinda un film maduro, provocativo y ciertamente realista que obliga a que el espectador reflexione o decida si en una relación conyugal puede o no considerarse un acto de deslealtad o adulterio al surgir la tentación sexual o un sentimiento emocional de deseo hacia una tercera persona sin que exista consumación física alguna.



LE QUATTRO VOLTE. Italia, Alemania, Suiza, 2010. Un film de Michelangelo Frammartino
Este film es de difícil catalogación. A pesar de tratarse de un documental hay elementos de ficción que pueden desmentirlo, pero más allá de su género específico brinda un buen retrato de una pequeña comunidad rural que se encuentra al sur de Italia y cuyo modo de vida alberga tradiciones ancestrales. Dentro de ese contexto, el director decide asumir el desafío de lograr que en su relato trascienda en primera instancia la vida humana, posteriormente la animal, en tercer lugar la vegetal y finalmente la mineral mediante un ciclo de las cuatro formas de existencia bien precisadas.
En un relato lírico que le pertenece, el director comienza ilustrando los últimos días de vida de la diaria rutina emprendida por un viejo pastor que se ocupa de sus cabras en una zona poco transitada por los habitantes locales. Todo lo que se expone tiene características documentales pero lo que después sucede parecería desmentirlo; eso acontece cuando el pastor muere e inmediatamente el espectador capta que ése es un artificio preparado para que el director expresamente deje de lado el género humano para concentrarse en el animal. Así, en la segunda parte del ciclo observamos el nacimiento de un chivito que habiéndose apartado de su rebaño queda librado a su propia suerte hasta que en forma errante va a tropezar con un árbol majestuoso. De este modo Frammartino establece el sendero para exponer la vida vegetal a través de cómo transcurre la existencia de ese abeto con el paso de las estaciones; cuando, el gigante es mutilado y se desmorona en el suelo, su madera es transformada en carbón; la vida del mineral culmina cuando llega a consumirse y transformarse en humo donde únicamente quedan sus cenizas. De este modo el film se cierra en forma circular donde la última secuencia está ligada a la inicial.
A través de estos cuatro reinos –humano, animal, vegetal y mineral- el público asiste a un film diferente pero cautivante para quien decida sumergirse en la propuesta del realizador. Lo que se quiere probar es que no es solo el género humano el que nace, crece, se desarrolla y finalmente se extingue, sino que también ese ciclo puede ser aplicado a las otras manifestaciones vivientes que aquí están representadas por el chivito, el árbol y el carbón. El mérito de Le Quattro Volte reside en la forma en que Frammartino ha logrado fusionar las cuatro historias a través de un documento lírico y cautivante que constituye un verdadero canto a la vida en sus diferentes expresiones.



LA MIRADA INVISIBLE. Argentina-Francia-España, 2010. Un film de Diego Lerman
La última dictadura de Argentina durante el período 1976-1983 ha sido probablemente la más nefasta y sangrienta y ha permitido que varios realizadores argentinos se interesaran por el tema a partir de “La Historia Oficial” (1985), que merecidamente obtuvo el Oscar a la mejor película extranjera. A pesar de que la democracia se impuso en el país, los directores de la nueva generación consideran que lo que ha pasado entonces debe constituir un recordatorio permanente para que esa triste experiencia no vuelva a repetirse.

Tomando como referencia la novela Ciencias Morales de Martin Kohan, el director Diego Lerman elaboró conjuntamente con María Meira el guión que ubica al film en Buenos Aires, en Marzo de 1982, pocas semanas antes de la nefasta invasión a las Islas Malvinas. La acción tiene lugar en el Colegio Nacional de Buenos Aires, considerado el más prestigioso establecimiento público de educación media. Ese recinto es un microcosmos de lo que ocurre en su exterior, donde el ejército trata de preservar el orden y responder con firmeza a quienes atenten contra la autoridad del despótico régimen militar.

Dentro de los muros del colegio trabaja como preceptora María Teresa Cornejo (Julieta Zylberberg), quien al ser contratada había sido aleccionada de ver con ojos bien abiertos la actitud de los estudiantes que en todo momento deben mantener la máxima disciplina que bien podría ser asimilada al que los conscriptos cumpliendo el servicio militar deben mantener en un régimen fascista. Ella reporta a Biasutto (Osmar Núñez), el jefe de celadores cuya personalidad no es diferente a los de los militares represivos entendiendo que la guerra de la subversión aún no terminó y que por ello es necesario prestar atención a cualquier mínimo intento de protesta o rebeldía –léase indisciplina- por parte de los alumnos.

La caracterización de los dos personajes centrales es muy buena. Zylberberg otorga plena credibilidad en la encarnación de una ingenua chica de veinte y tantos años que proveniente de un hogar humilde, sin mucha formación y reprimida sexualmente, encuentra un raro placer ejerciendo su autoridad cotidianamente de modo que con el paso del tiempo a través de su mirada invisible ejerce una vigilancia rigurosa e inflexible a fin de cumplir eficientemente sus tareas. Como su interlocutor, Núñez ofrece una notable interpretación del jefe represor que adopta una actitud paternal hacia María Teresa hasta que, dadas las circunstancias, se convierte en su victimario sin reparar en que su víctima estallará en forma inesperada.

En lugar de centrarse en los hechos que tienen lugar en el exterior de la escuela, el director enfoca el mundo interior de un establecimiento donde las monstruosidades de la dictadura militar también se hacen sentir ante personajes que en el fondo no son menos despreciables dentro del marco de un clima asfixiante y maligno.

La puesta en escena de Lerman permite que las miradas, los silencios y los rituales de la actividad diaria escolar estén plasmadas en imágenes de notable calidad artística dando como resultado un film ampliamente logrado.

BOBBY FISCHER AGAINST THE WORLD. Estados Unidos-Gran Bretaña-Islandia, 2011. Un film de Liz Garbus

Este sobrio y preciso documental de Liz Garbus expone el meteórico ascenso del genial ajedrecista Bobby Fischer, el protagonismo logrado en un torneo que conmovió al mundo y finalmente su descenso a los infiernos.

No hay nada que pueda explicar el milagro de ser genio y tampoco el film intenta analizarlo sino simplemente mostrar que Fischer nació con el ajedrez en su sangre, deslumbrando con su talento inigualable desde temprana edad a quienes lo rodearon.

Hijo de una madre judía que negó su condición de serlo y que estuvo muy lejos de ser un modelo de progenitora ideal, los primeros minutos del film se refieren brevemente a su infancia bastante problemática que probablemente influyó para que desde muy joven, simultáneamente con su condición de genio, se mostrara como una persona extraña, taciturna, retraída, arrogantemente tímida, capaz de ser gentil en algunas instancias como también de reaccionar furiosamente en otras.

Pero el verdadero foco de atención de Garbus está en el histórico enfrentamiento ajedrecístico de 1972 entre Fischer, en ese entonces 29 años y 8 veces campeón de Estados Unidos, con Boris Spassky, el ajedrecista ruso que detentaba el título de campeón mundial; es interesante puntualizar que ese match tendría lugar en circunstancias en que la guerra fría entre EE. UU. y Rusia atravesaba por momentos difíciles y donde un triunfo de Bobby significaría también un trofeo importante para su país desde un punto de vista político. Desde el vamos, la incierta actitud y comportamiento de Fischer creó un suspenso mundial al rehusar desplazarse a Reykjavik donde tendría lugar la contienda, hasta que a último momento accede a hacerlo gracias a la intervención del entonces Secretario de Estado Henry Kissinger.
Llegado a Islandia, la tensión nerviosa nuevamente se manifiesta cuando en la sala de juegos, Bobby objeta la ubicación de las cámaras requiriendo que la partida se realice fuera de cualquier registro que pudiera perturbar su concentración. Vencidos los obstáculos, comienza el gran match consistente en 24 partidas, en donde en una de las mismas omitió de presentarse. Cuando en las primeras partidas, todo pareciera indicar la desventaja de Fischer, a medida que avanzan los juegos, sobre todo después del sexto calificado por los expertos como una “sinfonía de plácida música” y un modelo de precisión, el americano va imponiéndose gradualmente hasta llegar a desestabilizar psicológicamente a su oponente. Así después de 21 encuentros, Spassky abandona el juego en estado de completo agotamiento dando lugar a que Fischer se convierta el 1 de septiembre de 1972 en campeón mundial de ajedrez siendo el primer estadounidense en haberlo logrado.
A pesar de que el triunfo convierte a Fischer en un astro de fama mundial, la celebridad pareció no sentarle muy bien a quien prefirió defender su privacidad antes que nada. A partir de allí su manera extraña de comportarse comienza a evidenciarse cada vez con mayor énfasis, marcada por una paranoia al enfrentarse con el mundo exterior; ese desajuste emocional lo conduce a una total reclusión y a no intentar defender su corona en 1975 en un partido que debía realizarse en Manila frente al aspirante Anatoly Karpov, perdiendo el título adquirido tres años antes.
Apartado del juego y siguiendo su tránsito por un camino infernal, no obstante decide reaparecer públicamente en 1992 cuando se propone enfrentar nuevamente a Spassky en un partido de revancha celebrado en Belgrado; como Yugoslavia fue objeto de sanción por la guerra desatada en la región, Fischer viola el embargo político que le había impuesto Estados Unidos y es así que se convierte en un delincuente exilado de su país natal que despotrica contra los judíos convirtiéndose en acérrimo antisemita así como enemigo de Estados Unidos; de allí en más vive algún tiempo en Hungría, luego en Japón hasta que finalmente Islandia lo acepta como residente en 2005 y le otorga un pasaporte hasta que en 2008 la muerte le hace jaque mate en un estado de completa indigencia.
La victoria de Fischer de 1972 produjo un boom del ajedrez sin precedentes en Estados Unidos donde ese juego alcanzó inmensa popularidad con más de 600 millones de jugadores. Además, Bobby Fischer Teaches Chess es el libro de ajedrez más vendido de todos los tiempos.
Finalmente cabe aclarar que no es necesario conocer el juego del ajedrez para disfrutar de este buen e intrigante documental, aunque obviamente los ajedrecistas estarán en su salsa.



RED LIKE THE SKY (Rosso come il cielo). Italia, 2007. Un film de Cristiano Bortone
Aunque han transcurrido varios años desde que fue realizado aquí se puede aplicar el refrán de que más vale tarde que nunca con el estreno reciente de Red Like the Sky.
Basado en un hecho real sobre lo acontecido con Mirco Mencacci, uno de los sonidistas de películas más importante de la cinematografía italiana, el realizador Cristiano Bortone decidió transformar en ficción una tierna pero triste historia con final feliz.
Tratando de llegar al gran público con un relato emotivo, el film tiene en común con “Cinema Paradiso” el amor que se puede sentir hacia el cine, a pesar de los obstáculos tropezados en el camino para llegar a expresarlo. La acción transcurre en una pequeña ciudad próxima a Pisa donde Mirco (Luca Capriotti), un niño de 10 años, vive con sus humildes padres disfrutando de la vida como cualquier otro pequeño de su edad con sus amiguitos. Al tratar de colocar un rifle, la mala suerte quiere que un movimiento en falso dado por Mirco produzca su caída y un disparo del arma que por poco termina con su vida; sin embargo, el accidente le produce una disminución prácticamente total de su visión al poder sólo vislumbrar sombras.
Dado que las disposiciones legales de Italia de la década del 70 impedían que los niños ciegos pudieran asistir a las escuelas públicas del lugar, el pequeño es enviado a Génova para estudiar en una escuela religiosa para chicos de la misma condición de Mirco. El período de adaptación es un tanto difícil en parte debido a estar lejos de su hogar y además por la naturaleza severa de su director (Norman Mozzato), lo que motiva que el niño en un principio adopte una actitud rebelde. Con todo, el pequeño irá modificando su conducta gracias al afecto prodigado por el amable maestro Don Giulio (Paolo Sassanelli), la relación amistosa entablada con Francesa (Francesca Maturanza) y sus compañeros de escuela.
Cuando Mirco se topa con una grabadora y el afectuoso maestro Don Giulio (Paolo Sassanelli) encarga a la clase que efectúe un trabajo sobre las cuatro estaciones, ése será el motivo para que el niño, apasionado por el cine, vaya registrando los sonidos naturales que servirán como la banda sonora para un cuento de hadas.
A medida que progresa el metraje, el film va adquiriendo un encanto mayor al ir descubriendo todas las maravillas que se pueden lograr -a pesar de no contar con mayores recursos materiales- extrayendo los enriquecedores efectos del sonido. A pesar de que el director del establecimiento se opone a las experiencias que realiza Mirco, el niño demostrará que con su perseverancia es capaz de mover montañas para finalmente lograr a través del tiempo el desarrollo de una exitosa carrera profesional como editor de sonidos. Efectuado con sencillez y sin apelar a sentimentalismos forzados, el realizador logra calidez en un relato aleccionador. Así prueba cómo la inventiva humana puede llegar a superar los más difíciles impedimentos físicos, que como en este caso se evidencia que la pérdida de la vista pueda ser reemplazada por la maravilla del sonido.

13.6.11

Y LA NOCHE SE VESTIRÁ DE COLORES: FESTIVAL DE FUEGOS ARTIFICIALES ILUMINARÁ LA CIUDAD





Desde el 25 de junio y hasta el 30 de julio la edición 2011 de L’International des Feux Loto-Québec convocará a algunos de los más celebrados creadores del arte pirotécnico mundial

Crónica de Sergio Martínez

La presentación de apertura del Festival de Fuegos Artificiales, el sábado 25 de junio, estará a cargo de la firma Panda de China, la que tendrá como tema de fondo la antigua práctica del kung fu, a la cual le rendirá un homenaje.

A la semana siguiente, el sábado 2 de julio, la firma Flash Barrandov SFX de la República Checa hará su presentación pirotécnica inspirándose en la ópera Lakmé de Léo Delibes.

La gran figura de la canción francesa Edith Piaf será el tema de la presentación del sábado 9 de julio a cargo de la firma Pyro 2000 de Gran Bretaña, las canciones de Edith Piaf serán la inspiración para su despliegue de fuegos artificiales.

Este año regresan también las presentaciones de los días miércoles, así la firma Pirotecnica Morsani SRL de Italia con su tema “Ángeles y demonios” se inspirará en la eterna lucha del bien y el mal. Este espectáculo será el miércoles 13 de julio.

La firma Howard & Sons Pyrotechnics de Australia estará presente el sábado 16 de julio reconstituyendo los paisajes salvajes del Parque Nacional de Kakadu, para este espectáculo además habrá una presentación en escena de un intérprete del dodgeridoo, un instrumento aborigen australiano.

El miércoles 20 de julio Zambelli Fireworks de Estados Unidos, presentará un espectáculo consagrado a la memoria de ese film clásico de 1938, El mago de Oz, con su también famosa música incidental.

La firma BEM Feux d’artifice de Canadá se presentará el sábado 23 de julio teniendo como tema la historia de amor entre Eros, el dios del amor, y Psique, que sin ser diosa tenía sin embargo una extraordinaria belleza.

El miércoles 27 de julio Francia, a través de su firma Lacroix Ruggieri harán burla de si misma con el espectáculo “Maudits Français” (“Malditos franceses”), los franceses vistos por los ojos de un imaginario visitante quebequense en París.

Finalmente, como es ya tradicional, La Ronde ofrecerá una jornada de cierre en la que junto a entregarse los premios a los ganadores, se desarrollará un espectáculo piromusical a cargo de la firma Panzeri que será además un homenaje al más famoso grupo musical, The Beatles.
Los premios que se otorgan son tres: Júpiter de Oro (primer premio), Júpiter de Plata (segundo premio) y Júpiter de Bronce (tercer premio). Un jurado especial del cual este año formarán parte diversas personalidades discernirá los premios basándose en los criterios de calidad pirotécnica, sincronización entre los fuegos y la banda sonora, la concepción técnica, la banda sonora y la concepción piromusical.

Aunque los fuegos artificiales tienen la ventaja que pueden ser vistos gratuitamente desde diversos puntos de la ciudad—el más popular el puente Jacques Cartier que se cierra al tráfico las noches de los espectáculos—el presenciarlos en el escenario mismo de su lanzamiento, a orilla del lago artificial en el parque de diversiones La Ronde es ciertamente una experiencia memorable. Para adquirir billetes a los diferentes espectáculos del Festival de Fuegos Artificiales, uno puede dirigirse a los sitios http://www.admission.com/ o a http://www.internationaldesfeuxlotoquebec.com/ en este último sitio se puede encontrar también una descripción detallada de los espectáculos, precios y otras actividades que el visitante puede disfrutar la noche de los fuegos.

Los espectáculos pirotécnicos se realizan a las 22 hrs., duran media hora y en caso de lluvia no se suspenden.

En la foto: vista de la rampa de lanzamiento de los fuegos artificiales

en el parque de diversiones La Ronde de Montreal

10.6.11

FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE MONTREAL: LA PROGRAMACIÓN GRATUITA

Habrá más de 750 conciertos al aire libre— entre ellos varios de intérpretes latinos—durante esta nueva edición del tradicional evento veraniego que esta vez irá entre el 25 de junio y el 4 de julio

Crónica de Sergio Martínez

Como en años anteriores los conciertos que se ofrecen gratuitamente en los alrededores de la Place des Arts, en el área céntrica de Montreal, prometen ser un foco de atracción tanto para amantes del jazz así como para los que puedan gustar de otros ritmos, como los latinos por ejemplo. Habiendo estirado la idea misma de jazz para incluir otras formas que tienen raíces africanas como la salsa y otros ritmos tropicales y caribeños, o que como el jazz se originan en ambientes urbanos como el tango, los organizadores del Festival Internacional de Jazz de Montreal se han preocupado de ofrecer expresiones de esas músicas también.

En lo que hace al jazz propiamente tal se anunció tres fiestas masivas en el escenario principal situado en la Plaza de los Festivales (De Maissoneuve y Jeanne Mance), el sábado 25 de junio el gran evento de apertura con el músico francés Ben l’Oncle Soul, una revelación en Francia con su estilo funky; el martes 28 de junio el evento especial electro-jazz con Misteur Valaire, presentando un original cruce de electronica, hip hop, jazz y pop rock; y el evento de cierre del festival, XM Canada con la legendaria banda The B-52s, una banda que desde hace 30 años muestra sus novedosas búsquedas en la expresión musical del rock alternativo.



LA PRESENCIA LATINA
Casi todos los días el Festival Internacional de Jazz de Montreal estará presentando en algunas de sus funciones gratuitas a artistas latinos, sea que vienen de aquellos países (este año Colombia, Cuba y México) o que sean artistas residentes en Canadá de origen latinoamericano.
De Colombia estará el Sexteto Tabala (domingo 26 de junio, escenario Bell, a las 20hrs.), un grupo que interpreta la cumbia colombiana y el son cubano, pero que además combina eso con canciones que narran historias donde se combinan las tradiciones africanas, europeas y colombianas.


Alejandra Ribera


Alejandra Ribera es hija de padre argentino y madre escocesa, radicada en Toronto donde se ha hecho ya un nombre con su estilo ecléctico que tiene elementos del folklore latino así como de la canción francesa y el rock alternativo (lunes 27 de junio escenario Rio Tinto Alcan, 20 y 22 hrs.).

Ganador del premio Révélation Radio Canada 2010-2011 y nominado para un Juno este año, Roberto López, de origen colombiano, residente en esta provincia, es otro latino al que se espera con interés, su concierto “Soy Panamericano” combina elementos africanos y latinos (miércoles 29 de junio, escenario Bell, a las 20 hrs.).


El grupo La Excelencia


La Excelencia, considerada la mejor banda de salsa de Nueva York será la gran atracción para los amantes de la música latina, mientras por otra parte como latinos viviendo en la Gran Manzana, estos artistas no dejan de lado los temas sociales que afligen a una gran parte de los latinos de esa ciudad: la inmigración y la pobreza. El grupo ofrecerá dos espectáculos (jueves 30 de junio en el escenario TD a las 21 y a las 23 hrs.)


Magos Herrera, intérprete del jazz mexicano estará dando a conocer su nuevo disco, “México Azul” y presentará dos conciertos (sábado 2 de julio, escenario Rio Tinto Alcan, a las 20 y las 22 hrs.).


Novalima, un grupo formado por peruanos residentes en Inglaterra, que interpretaron el tema central del film “Machete” estarán en Montreal con una original fusión de ritmos afroperuanos y electronica (sábado 2 de julio en el escenario Bell a las 20 y 22 hrs.).


El grupo Novalima



El brasileño Rael Da Rima se presenta como “encarnación de la renovación musical brasileña”, antiguo miembro del grupo Pentágono y actor de la popular telenovela brasileña “Antonia”, Da Rima regresa a Montreal con lo que llama “musica popular do tercer mondo” una mezcla de soul, reggae y hip hop con un sabor latino.


Camilo Lara, Mexican Institute of Sound


Mexican Institute of Sound, suena muy institucional, pero se trata del trabajo de Camilo Lara, quien es un pionero de la “Mextrónica” donde se mezclan muestras de música de mariachis, cursos de aeróbicas de los años 40, nueva ola, todo ello en un ecléctico estilo de scratch, cha cha cha y cumbia (domingo 3 de julio, escenario Bell, 22 hrs.).

Los cubanos Pablo Menéndez & Mezcla, Cuban All Stars presentarán una fusión jazz, ritmos afrocubanos, yoruba, salsa y rock (lunes 4 de julio, escenario Rio Tinto Alcan, 20 hrs.).
Para una completa información sobre todos los conciertos ir al sitio web del Festival: http://www.montrealjazzfest.com/



Pablo Menéndez y Mezcla, Cuban All Stars

7.6.11

MÚSICA: A CAPELLA CON MUCHA ORIGINALIDAD Y UN NUEVO ESPACIO PARA CONCIERTOS EN MONTREAL

Grupo local Boom Jacak lanzó su primer disco y Museo de Bellas Artes amplía sus instalaciones agregando una sala de conciertos en la que fue una iglesia, ciertamente una muy bienvenida iniciativa que contribuirá al ya rico despliegue musical en Montreal

Crónica de Sergio Martínez

EL DISCO DE BOOM JACAK
Hace algunas semanas estuvo en Montreal el grupo The Swingle Singers en el marco del Festival de Música de Cámara, en esta ocasión queremos referirnos a otro grupo que hace de la interpretación a capella su estilo musical. Por cierto guardando las proporciones del caso, lo que el grupo local Boom Jacak hace es muy diferente dentro de esa modalidad interpretativa, sin embargo hay un sello de originalidad que nos permite decir que este quinteto tiene amplias posibilidades de convertirse en un fenómeno musical de aquí a corto plazo.

Boom Jacak está formado por cinco jóvenes intérpretes quienes además crean o recopilan sus propios temas: Catherine Alix, Céline Bélair, Anamaría González, Jean-Philippe Loignon y Karine Pion.

En el disco que han lanzado el grupo ha incluido tanto temas en que hay una cierta referencia vocal como “Dang ke jak” (una serie de temas) con una evocación de ritmos africanos, como otros que son más bien inspirados en las formas de música electrónica como “Synthlike” y “Helix”. Los integrantes del grupo hacen un eficaz uso de la ductilidad de sus voces además de los efectos que pueden obtener de la propia manipulación del micrófono para entregar en cada tema una mezcla de sonidos intrigantes y llamativos.

Información sobre el grupo: http://www.boomjacak.com/

LA NUEVA SALA DEL MUSEO DE BELLAS ARTES
Aunque su inauguración oficial será en el mes de octubre, la nueva sala de conciertos del Museo de Bellas de Montreal, en la que era la Erskine and American Church en la calle Sherbrooke justamente convergiendo sobre la misma esquina en la que se hallan los dos pabellones centrales del Museo, fue presentada a la prensa y al mismo tiempo se dio a conocer la programación musical para la sesión 2011-2012.

La iglesia ahora convertida en auditorio, conserva intacta sin embargo su estructura externa así como parte de sus instalaciones interiores, en especial sus hermosos vitrales creados por la famosa firma Tiffany Glass and Decorating Company entre 1897 y 1902. La iglesia misma había sido diseñada en 1894 por el arquitecto Alexander Cooper Hutchison en un estilo conocido como romanesco revivido y había terminado de ser construida al torno del siglo 19 al 20. En 1998 Patrimonio Canadá la había designado como “sitio histórico nacional”. La Iglesia Unida, la denominación propietaria del edificio dejó de utilizarla en 2004 y fue adquirida por el Museo de Bellas Artes en 2008. El trabajo de renovación y alteración, estuvo a cargo de la firma de arquitectos Provencher Roy + Asociés la que mereció felicitaciones de parte del Instituto de Desarrollo Urbano de Quebec por haber logrado preservar el carácter de “tesoro arquitectónico canadiense” mientras al mismo tiempo haber hecho una eficaz adaptación del edificio a sus nuevas funciones como sala de concierto.

La sala del Museo de Bellas Artes, que recibirá el nombre Salle de concerts Bourgie / Bourgie Concert Hall, por el principal donante y benefactor Pierre Bourgie, quien es además el presidente de Fundación Arte Musica, tendrá una capacidad máxima de 444 asientos, en su platea tendrá 311 asientos removibles en tanto que en el balcón tendrá otros 133 asientos usando los mismos bancos de la iglesia pero ahora acolchados.

La Fundación Arte Musica será la productora de la mayor parte de los conciertos que se presenten en la sala, y para su primera temporada se anuncian entre otros la Camerata Orford (concierto inaugural el 11 de octubre) el pianista Antón Kuerti (18 de octubre, también parte de la serie de conciertos inaugurales), Les Violons du Roy (19 de octubre), la Orquesta de Cámara McGill (24 de octubre), la Arion Baroque Orchestra (28, 29 y 30 de octubre), I Musici de Montreal (2 y 3 de noviembre) y varios otros grupos no sólo de música clásica sino también de jazz y música vocal, además de sesiones educativas y conciertos para niños y familias.

Para un completo programa de la temporada musical ir al sitio web http://www.fondationartemusica.ca/



El interior de la antigua iglesia en una foto de archivo del Museo de Bellas Artes que ahora se ha convertido en una nueva sala de conciertos

6.6.11

CINE EN LA PLAZA

Sin duda uno de los mejores filmes en lo que va del año, Midnight in Paris (Medianoche en París), rescata los mejores atributos del cine como arte, desde su juego con la fantasía hasta la atracción de la imagen y la calidad en la actuación; sin ánimo de comparar, producción local Good Neighbours (Buenos vecinos) presenta buenas premisas y sólida actuación, pero con resultado mediano.

Comentarios de Sergio Martínez

Midnight in Paris (Medianoche en París). Dirigida por Woody Allen (EE.UU.-Francia-España) 2011

Gil (Owen Wilson) hasta ese momento un relativamente exitoso autor de guiones para filmes comerciales en Hollywood y su prometida Inez (Rachel McAdams), se hallan de visita en París a invitación de los padres de esta última, el futuro suegro de Gil ha viajado para concluir un ventajoso contrato de negocios. Aunque los padres de Inez no parecen albergar grandes esperanzas de la relación de su hija o de las dotes literarias de su futuro yerno, tampoco interfieren abiertamente en los planes de Inez, quien simplemente espera que una vez de regreso en Estados Unidos y una vez casados, ella y su novio se instalen confortablemente en Malibu. Gil sin embargo tiene otro proyecto en mente, su novela aun inconclusa y frente a la cual se encuentra en una situación ambivalente: por un lado, de publicarse, él espera que materialice sus sueños de convertirse en un escritor de mérito, por otro lado sin embargo, antes que su libro pueda concretarse él mismo tendrá que superar sus propias inseguridades y dudas respecto a la tarea que se ha propuesto y de si ella tiene la calidad que él espera.

En medio de su visita a París, Gil e Inez se encuentran con otra pareja de visitantes norteamericanos, Paul (Michael Sheen) y su mujer, ambos conocidos de Inez. Paul es un pedante académico que se presenta como un experto en una variedad de temas y que de inmediato despierta el rechazo de Gil.

Después de una sesión de degustación de vinos, a la que ha ido acompañado de su mujer, los padres de ella y también Paul y su esposa, Gil decide caminar solo por las calles de París, en las cuales pronto se halla perdido, sorprendiéndolo la medianoche mientras descansa en una de las pintorescas callejuelas de la ciudad. Es a partir de ese momento cuando se produce el inusitado encuentro con personajes del pasado que lo llevan en su coche de los años 20, por inesperados parajes típicos de la bohemia de esos años. En este periplo por el París de los 20, que se repetirá en noches sucesivas, Gil llega a conocer a Scott Fitzgerald (Tom Hiddleston), su esposa Zelda (Alison Pill), Ernest Hemingway (Corey Stoll), Gertrude Stein (Kathy Bates) entre varios otros personajes de ese período. Muy importante también, esos personajes le irán dando nueva forma a su libro y lo empujarán para que persevere en su trabajo literario frente al cual se siente tan inseguro.

De algún modo en la historia subyace aquella tradicional premisa de que “todo tiempo pasado fue mejor” en especial si por diversos motivos—en este caso la admiración que el personaje central tenía por esos autores norteamericanos que en los años 20 habían hecho de París su lugar de residencia e inspiración—esa época objeto de la nostalgia ejerce una irresistible atracción.

Gil llega a reflexionar sobre el tema, en especial cuando en un nuevo periplo por el tiempo acompaña a Adriana (Marion Cotillard) ex amante de Picasso que a su vez tiene sus propias ideas sobre cual fue la verdadera “edad de oro” de París y a partir de allí debe elaborar también su propia respuesta al problema.

Uno bien puede decir que esta es una obra maestra de Woody Allen, director y guionista y que en esa doble calidad ha sido capaz por una parte de hacer no sólo una exploración introspectiva de Gil, su personaje central, sino también una exploración interpretativa de todo un período de la creación literaria y artística del siglo 20, mientras al mismo tiempo dejándonos al final su propia reflexión a propósito de esa interacción entre el pasado de nuestra nostalgia y el presente de nuestra ineludible realidad.

Como en ocasiones anteriores, Allen se ha esperado en obtener lo mejor de sus actores, Wilson en el rol central es en cierto modo un alter ego de Allen mismo, adoptando muchas de sus maneras y gestos, y hasta proyectando algunos de sus arranques neuróticos. Rachel McAdams por su parte proyecta bien la imagen de la mujer con los pies muy sobre la tierra, que por un lado congenia con los arranques de su prometido, pero también con mucha seguridad puede tomar sus propias decisiones, y la hermosa Marion Cotillard, encarna muy bien a una Adriana, heroína romántica y objeto del deseo de muchos.

Midnight in Paris es una historia que combina romance, fantasía, un poco de diversión intelectual que puede descolocar a quienes no conozcan mucho de algunos de los personajes reales con quien Gil se relaciona, y al final una reflexión que podríamos llamar filosófica o existencial sobre la cuestión del tiempo en el cual a uno le ha tocado vivir. Un film altamente recomendable.

Good Neighbours (Buenos vecinos). Dirigida por Jacob Tierney (Canadá, 2010)

La historia de este film se sitúa en un típico edificio de apartamentos en el distrito de Notre Dame de Grace, usualmente referido como NDG, un área principalmente anglófona de Montreal. Víctor (Jay Baruchel) un profesor primario que se ha instalado en Montreal proveniente de Ottawa, recién se muda al inmueble y conoce a otra arrendataria, Louise (Emily Hampshire), cuando esa misma noche la joven inquilina que vive sola con sus dos gatos y trabaja en un restaurante chino, le ayuda a subir un sofá hasta su apartamento. Un tercer arrendatario, Spencer (Scott Speedman) se hace conocido con el recién llegado también esa noche. Spencer está confinado a una silla de ruedas luego que un accidente lo dejara parapléjico. Aparentemente pasa sus días con los peces de sus acuarios y observando a sus vecinos. Otra residente del edificio es una neurótica mujer (Anne Marie Cadieux) cuya belleza se ha ido desvaneciendo y que vive entre el despecho por sus amantes que la han abandonado, el alcohol y un obsesivo odio por los gatos de Louise.

La trama del film se desenvuelve en tres senderos dramáticos diferentes que se supone en un momento deben interconectarse, por una parte el de la relación o mejor dicho el interés que Víctor siente por Louise; por otra el clima creado por las andanzas de un criminal en serie que en esos días ha llegado a golpear muy cerca de Louise (ha violado y asesinado a una compañera de trabajo); y el trasfondo político marcado por el referendo de octubre de 1995 sobre separación de Quebec y que dio un estrecho triunfo al No.

De estos tres senderos lo cierto es que el tercero es el que menos relación tiene con la historia y es prácticamente irrelevante: la historia pudo haber transcurrido en cualquier otro momento.

La relación de Víctor y Louise está marcada por aspectos de ambigüedad que cuando se resuelven en verdad tienen que ver con otro episodio de la historia, el de la vecina neurótica y alcohólica que odiaba los gatos.

Por otro lado, el caso del asesino serial pronto deja de ser un factor de suspenso, pero sí abre una nueva brecha inesperada de conjuras y traiciones el que se verá aun más complicado cuando Louise decide tomar una acción drástica contra la odiosa vecina y tiene que lidiar con las consecuencias de su acción. Independientemente de que la vecina probablemente mereciera lo que le ocurre, Louise ahora debe tomar decisiones que a su vez tendrá efectos sobre sus otros dos vecinos, Víctor y Spencer.

Eso es justamente lo que debía desencadenarse en el final de la historia, pero que sin embargo deja en el espectador la sensación de una historia con buenas premisas, pero desarrollada y sobre todo finalizada, de un modo que no satisface las expectativas levantadas en los primeros tramos de la historia.

Tierney, un joven realizador que hace un par de años nos deleitó con The Trotsky, ahora ha dado indicaciones que aun le queda un cierto trecho que recorrer antes de consagrarse como una de esas promesas que logran desarrollar su potencial. Para su crédito sin embargo, en este film ha logrado sólidas actuaciones de sus actores, especialmente los tres principales, Baruchel, Hampshire y Speedman, lo que ha fallado de algún modo ha sido la historia misma, o más precisamente el remate de ella.