Comentario de Sergio Martínez
El director Pablo
Larraín después de habernos entregado las biopics de dos mujeres de
considerable influencia en el mundo social y político, como fueron Spencer
(sobre la Princesa Diana) y Jackie (sobre Jacqueline Kennedy Onassis), pone su
foco esta vez sobre quien fue la mayor diva del siglo 20: María Callas. En el rol protagónico Angelina Jolie retrata
muy efectivamente al personaje en su gloria y en la seguridad de ser la mayor
estrella femenina de la ópera mundial por espacio de dos décadas, a la vez que,
en su vulnerabilidad, en su apartamento en París, cuando ya tiene que enfrentar
la realidad de que su mejor tiempo ha pasado. Sólo sus dos fieles empleados,
Ferruccio (Pierfrancesco Favino) y Bruna (Alba Rorhwacher) la acompañan esos
días.
Angelina Jolie nos entrega una muy convincente interpretación como la diva |
La estructura del
film nos permite ver en retrospectiva la vida de la soprano desde el momento
cuando es hallada muerta en el piso de su apartamento, pasando por sus momentos
de gloria en los grandes centros de la ópera mundial. Por cierto, también su
vida sentimental está presente, en particular el comienzo de su relación con
Aristóteles Onassis (Haluk Bilginer) con quien tiene un llamativo diálogo
cuando éste prácticamente la asedia durante una fiesta: “Hay que ver cuando un
exceso de confianza en uno mismo, es rayano en la locura”, le dice ella.
El director hace
un buen uso de elementos fantásticos o alucinatorios como una impactante escena
en la esplanada de Trocadero en París, con la Torre Eiffel en el trasfondo
cuando los transeúntes súbitamente se convierten en el coro de una de las
óperas, similar recurso es utilizado para una escena que es ilustrada con la
música de Madama Butterfly. Esas imágenes están muy bien logradas y tienen la
función de retratar el estado de ánimo de la diva de un modo no explícito.
También la utilización de imágenes documentales de la real artista es hecha de
modo ilustrativo sin ser intrusivo.
María es
ciertamente una película que recomendamos no sólo para quienes gusten de la
ópera y de quien fue una de sus figuras más descollantes, sino además como una
bien lograda combinación de música e imagen que captan escenarios muy
espectaculares como los de los grandes teatros, pero también los del ambiente
más íntimo de las grandes estrellas en encuentros sociales (en uno se encuentra
con el presidente Kennedy) y especialmente, el ambiente de soledad de la
artista en sus años finales. Por cierto, no es una exhaustiva biografía ni una
versión que nos entregue una visión didáctica de la soprano, pero sí nos
transmite toda la pasión que ella sentía por el que era su mundo: la ópera.
Duración: 123
min.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario