Comentario de Sergio Martínez
Para quien
escribe esta nota, la historia de Ulises y su accidentado retorno después de
batallar en la Guerra de Troya fue el primer encuentro, en tiempos de adolescencia,
con la fascinante saga de la mitología griega. La Odisea tal como relatada por
Homero nos transporta a ese tiempo en que los dioses perecen divertirse en poner
todo tipo de obstáculos en la vida de los humanos. Por cierto, estos también
ponen mucho de su parte en desencadenar sobre ellos mismos muchos de esos
infortunios, sin embargo, al final el héroe luchará porque el balance entre
justicia, recompensa a la lealtad y persistencia sea restaurado.
El film dirigido
por Uberto Pasolini se centra en el episodio final de la Odisea, cuando luego
de pasar años a merced de los elementos en el mar, al retorno de Troya, y haber
bregado con monstruos y otras trampas tendidas a veces por los propios dioses,
Ulises u Odiseo (Ralph Fiennes) finalmente regresa a su tierra, Ithaca, pero él
ya no es el mismo guerrero de antes. Su reino también ha cambiado: su mujer, la
reina Penélope (Juliette Binoche) es constantemente asediada por pretendientes
que quieren así convertirse en el nuevo rey. Su hijo Telémaco (Charlie Plummer)
también resiente la ausencia de su padre al que prácticamente no conoció, y se
halla en peligro ya que para los pretendientes de su madre él es un obstáculo.
Pese a todos los augurios de que Odiseo a ese entonces debería estar muerto, Penélope mantiene la esperanza de que su marido esté vivo. La reina ha dicho que elegirá a su futuro esposo una vez que termine un tejido en el cual labora arduamente durante el día, sólo para deshacerlo durante la noche. Sin embargo, no hay plazo que no se cumpla y Penélope debe finalmente tomar una decisión. Cuando lo hace, diseña una compleja prueba de destreza guerrera que entonces revelará a quien será el elegido.
El retorno, sin embargo, no logra transmitir esa tensión emocional que emana de la espera y la lealtad de Penélope por el regreso del guerrero y tiene muchas escenas excesivamente largas que no agregan mayormente al drama, como algunas de las escaramuzas en que Telémaco se ve envuelto. En lo que sí tiene éxito, es en trasuntar el estado de ánimo de Odiseo y en retratar en él, lo que fue la guerra y sus efectos. En lenguaje actual se diría que el héroe ha retornado, pero sufriendo un desorden de stress post traumático, un síndrome hoy común en muchos ex combatientes en guerras. En cierto sentido, el film puede calificarse como una denuncia de la guerra y sus efectos, tanto psicológicos como en los emocionales indirectamente infligidos a otros, en este caso a la mujer y a su hijo.
Duración: 116
min.
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