2.2.13

LA INOCENCIA PERDIDA

INNOCENCE LOST. Autor: Beverley Cooper - Dirección: Roy Surette - Elenco: Trevor Barrette, Pippa Leslie, Brendan McMurtry-Howlett, Julie Tamiko Manning, Allan Morgan, Fiona Reid, Michael Spencer-Davis, Joan Wiecha, Jane Wheeler, Jenny Young - Decorados y Vestuario: James Lavoie - Iluminación: Luc Prairie – Música: Keith Thomas – Duración: 2h30 (con entreacto). Representaciones: Hasta el 24 de Febrero de 2013 en el Centaur
Joan Wiecha y Trevor Barrette
Esta obra de Beverley Cooper dada a conocer en el Teatro Centaur no hace más que reflejar cómo, lamentablemente,  la justicia puede fallar equivocadamente y dañar la existencia de personas inocentes. Basado en un hecho real que aconteció en una pequeña comunidad rural de la provincial de Ontario en 1959, donde Steven Truscott (Trevor Barrette), un joven de 14 años, fue acusado y condenado a la pena de muerte por el rapto y asesinato de su compañera de escuela Lynne Harper (Joan Wiecha) de 12 años de edad. Recién en 2007, 48 años después de lo acontecido, Truscott con sus 62 años a cuesta fue exonerado de culpa y cargo por el grave error judicial.

Más allá de la aberración de condenar a muerte sin efectivas pruebas que reflejaran la culpabilidad del adolescente, uno se pregunta qué es lo que hubiese acontecido si la sentencia se hubiera implementado.

Beverley Cooper tuvo a su cargo de trasladar el drama descripto en poco más de 2 horas y ha salido airoso del desafío enfrentado para lograr sintetizar el medio ambiente en donde la acción tuvo lugar y reflejar el comportamiento de Clinton, una pequeña comunidad que si bien sencilla, honesta y tranquila, no pudo menos que prejuzgar erróneamente sobre el comportamiento de Steven que hasta el momento del crimen gozaba de excelente reputación. La impecable puesta escénica de Roy Surette, logra transmitir las emociones subyacentes que se produjeron en los personajes vinculados con la víctima, permitiendo contrastar la armonía imperante antes del trágico evento con las pasiones naturales desatadas después del mismo.

Tratándose de una obra de ficción basada en hechos reales, la autora introdujo algunas licencias en su relato pero siempre respetando el espíritu de lo que realmente sucedió; de este modo introduce el personaje de Sarah (Jenny Young), una compañera de clase de Steven, quien a través de su visión se van conociendo las características y sentimientos de los habitantes del pueblo y cómo los acontecimientos se fueron desenvolviendo.

El elenco es muy competente y cabe resaltar que la mayoría de los actores debió caracterizar a más de un personaje sin que ello interfiriera en la comprensión e identificación que el público guarda con cada uno de los mismos. Para mencionar a algunos de ellos, resulta ponderable el debut de Weicha como la desafortunada víctima así como Barrette en la brillante creación del condenado personaje central. Otros nombres a destacar son los Brendan McMurtry Howlett, Julie Tamiko Manning y muy especialmente Fiona Reid animando con gran convicción a Isabel LeBourdais, la autora del libro The Trial of Steven Truscott quien expone en el mismo la atroz injusticia cometida y demostrando la inocencia de Steven.

Al concluir la representación de la obra queda en el ánimo de quien la está juzgando un profundo sentimiento de desilusión al comprobar que lo que le ocurrió a Steve podría ocurrirle a cualquier otro frente a una justicia más que imperfecta. Pero en lo concerniente a Innocence Lost, el resultado final es un drama legal bien escrito, escénicamente logrado y convincentemente interpretado.  Jorge Gutman



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