8.12.06

DEFINITELY, MAYBE.

Estados Unidos, 2008. Un film de Adam Brooks.

El realizador Adam Brooks ofrece una comedia romántica no convencional que, afortunadamente, supera al promedio del género. Al apartarse de fórmulas trilladas y sin originalidad alguna, DEFINITELY, MAY BE se convierte en un relato fresco, gentil y cálido.
Maya (la simpatiquísima Abigail Breslin de “Little Miss Sunshine”) es una niña de 10 años, bastante precoz por su edad, y que –aunque no quede explícitamente expuesto en el relato- está afectada por el proceso de divorcio que viven sus padres. Para conocer mejor los vericuetos del amor, al estar sola con William (Ryan Reynolds), su padre, le pide que le cuente cómo conoció a su madre y algunos detalles adicionales sobre su vida sentimental antes de casarse. Sorprendido por la pregunta, el papá le cuenta una historia sobre tres mujeres que tuvieron influencia en su vida utilizando nombres diferentes y sin decirle cuál de ellas es su madre.
Como cabe esperar, esa historia está lejos de ser el típico cuento de niños que los padres relatan a sus hijos a la hora de dormir; por esa misma razón, el derrotero romántico de William adopta un carácter más bien platónico como para ajustarse a lo que una niña de esa edad está en condiciones de saber. Para ello, el director Adam Brooks que es también autor del guión, prescinde de cualquier contenido erótico y sexual, sin resentir la credibilidad del relato.
Este cuento especial comienza en 1992 cuando el joven William viviendo en Madison, Wisconsin, deja momentáneamente a Emily (Elizabeth Banks), su noviecita de escuela secundaria, para viajar a Nueva York por un par de meses y colaborar en el equipo de la campaña presidencial de Bill Clinton. Allí conoce a April (IsIa Fisher), la apolítica joven de libre espíritu que llegará a ser su confidente y con quien forjará una sólida amistad, y también llegará a relacionarse con Summer (Rachel Weisz), una sofisticada aspirante a periodista de quien él se siente atraído y que resulta ser una antigua amiga de Emily.
Sin duda, cada una de las tres chicas es diferente en personalidad y carácter, pero no es necesario precisar de qué manera gravitarán en la vida de William ni tampoco revelar si al final del relato Maya descubre ó no cuál de ellas es su madre. Lo interesante del film es que dentro de las características de un relato realista, su tono se acerca más al de una agradable fábula gracias a un guión que acude a un lenguaje sencillo y coherente para que un menor pueda comprender de qué modo factores coyunturales influyen para determinar cómo una persona elige a su pareja para compartir una vida y fundar un hogar.
Evitando recursos remanidos, esta historia romántica cuenta con personajes creíbles, divierte y además expresa ternura en la relación paternal y filial establecida entre William y Maya; es posible que hacia el final el film adopte un giro demasiado dulce, pero ese sentimentalismo puede ser disculpado en función de la sobriedad guardada en la exposición global de la historia. En suma, el público se enfrenta a un film que, sin ser demasiado especial, resulta agradable de ver y satisfacer a gente de cualquier edad. J.G.
PPP

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